Desperté debido a una sensación de frío recorriendo mi cuerpo, abrí los ojos con pereza y me di cuenta de que había dormido totalmente desarropada. Suspiré con pesar y fui a hacer todas las cosas básicas de una persona normal; bañarse, cepillarse los dientes, comer. Luego volví a mi habitación sin ánimos. El día estaba nublado, hacía frío y en días así, lo único que deseaba era estar todo el día en mi cama bajo cinco sábanas. Sacudí la cabeza para sacar esas ideas de mi cabeza y miré el calendario; hace una semana que Harry me había pedido ir a Paris con él, mañana era el vuelo y aún no tenía listas mis maletas: era hora de empacar.
Convencer a Summer para que me permitiera ir a Paris con Harry, fue bastante difícil. “¿Me dejarás sola dos semanas?” fue lo primero que me gritó haciéndome sentir mal, pero luego de una larga charla y unas cuantas condiciones, aceptó. Decirle que hablaría con los chicos para que la sigan en twitter fue una gran idea y el hecho de que, estemos invitadas a los conciertos del Take me home tour en Londres ayudó harto también.
- ¿Ya tienes lista tus maletas? –Preguntó Summer entrando a mi habitación- Espero que te diviertas mucho.
- Ya casi… Y no te preocupes, estoy segura de que así será.
- ¿Empacaste la ropa nueva? –Inquirió y yo solo asentí.
Hace dos días, le había pedido que me acompañara a comprar algo de ropa y ella con gusto aceptó. Fue una tarde muy divertida, llena de bromas y juegos. Estar con Summer era lo máximo, apenas llevábamos una semana viviendo juntas y ya le había tomado cariño. A los chicos no los hemos vuelto a ver desde mi accidente, están aprovechando todo el tiempo posible para ensayar antes de que Harry se vaya.
- Iré a comprar algunas cosas porque no pienso cocinar en tu ausencia –Avisó Summer- Tienes visita, así que no quedas sola.
¿Visita?
Observé como Summer salía de un salto de mi habitación y decidí ir a ver quién era esa visita que me estaba esperando. Recorrí el pasillo hasta llegar a la sala de estar, pero no había nadie. Confundida, estaba a punto de regresar a mi habitación, cuando unas manos me tomaron por detrás y acto seguido una voz susurró en mi oído “¿Quién soy?”
- ¿Harry? –Dije riendo.
Di la vuelta y el rápidamente se separó de mí para poner ambas manos bajo su barbilla y una gran sonrisa. No pude evitar reír al verlo así ¿Acaso podía ser más adorable?
- ¿Cup cake? –Pregunté entre risas- ¿Qué haces aquí?
- Quise venir a visitarte, ángel –Susurró acercándose a mí- Y me agradaba más que me dijeras Hazza.
- Ahora todo el mundo te dice así. Mejor serás mi cup cake.
- ¿Tuyo? –Preguntó con un destello de alegría en sus ojos.
Me pateé a mi misma mentalmente. ¿Mi cup cake? ¿Por qué dije eso? Harry y tú son solo amigos ¡Qué no se te olvide!
-¿Tienes hambre? ¿Ya comiste? –Inquirí tratando de cambiar de tema- ¿Terminaron tus ensayos?
- No te preocupes, ángel; ya comí. Hace un poco de frío, así que pensé que podíamos sentarnos en el sofá y ver una película.
Sonreí ante su evidente ternura ¿Para qué estar todo el día en la cama bajo cinco sábanas si con la compañía de Harry era suficiente?
- Claro –Sonreí- Anda alista nuestro lugar, yo iré a hacer las palomitas.
No era la primera vez que Harry visitaba el departamento y por lo mismo, ya lo conocía de memoria. Puede que extrañara que él entre en mi balcón cada día para desearme buenas noches, pero aún así, él seguía visitándome seguido y los mensajes de “Dulces sueños, ángel” nunca faltaban. Nuevamente una sonrisa tonta se asomó en mi rostro ¿No era ilegal que una persona te haga sonreír tantas veces, sin razón alguna? Debería serlo.
Terminé con las palomitas y fui directo al sillón donde Harry me esperaba sentado, con una sábana encima. Me senté a su lado y él no dudó en abrazarme protectoramente. Podía sentir como el frío se apartaba de mi cuerpo y una sensación de calor, seguridad y calma me inundaba completamente. Definitivamente amaba estar con él, de eso no había duda.
La película transcurría normal, Harry había elegido Titanic ya que yo nunca me la había visto. La primera vez que se lo dije, no lo podía creer y ese día, me prometió que algún día la veríamos juntos. Cumplió su promesa después de todo.
Aproximándonos al final, pude notar como pequeñas lágrimas rodaban por mis mejillas, di un vistazo a Harry y noté que él estaba llorando más que yo. Se me escapó una pequeña risita burlona y él lo notó.
- ¡Hey! ¿Soy un hombre sensible, ok?
- Por supuesto cup cake –Bromeé- ¿Cuántas veces has visto esta película y sigues llorando?
- Eso es información confidencial –Dijo sacándome la lengua.
Acto seguido, se levantó al terminar la película y se abalanzó sobre mí haciéndome cosquillas.
- ¡Harry! ¿Qué haces? –Exclamé riéndome- Para, para.
Las cosquillas me estaban sofocando y eso era extraño; yo no era una persona cosquillosa, pero la forma en la que Harry lo hacía, me causaba risa. No iba a rendirme, así que haciendo uso de toda mi fuerza, cambié de posiciones y ahora era yo quien le hacía cosquillas. Segundos después, ambos estábamos en el suelo luchando por ganar el título de “Más cosquillas” y si no fuera por el timbre que se escuchó, hubiera sido una lucha infinita.
Summer había llegado.