El final del concierto dio mucho de qué hablar a cada una de las fans; podía notar como algunas me miraban con disimulo, otras sin vergüenza alguna me señalaban. Las que –en mi opinión- eran las mejores, eran aquellas que se acercaban a mí, me felicitaban e incluso se sacaban una foto conmigo. Ser el centro de atención, no es lo mío, pero no podía hacer nada al respecto… Era un precio que tenía que pagar para estar con Harry.
- ¿Me escuchas? –Preguntó Summer un tanto alterada- ¡Hasta que volteas a verme! Ven por aquí, Harry quiere hablar contigo y yo te acompañaré.
Asentí y la seguí por un pasillo en el que se encontraban dos guardias, ellos me miraron varias veces, intercambiaron unas cuantas palabras y finalmente nos dejaron pasar.
- No te preocupes por las fans –Comentó mi amiga- Algunas no soportan a las novias de los chicos, pero poco a poco se acostumbran a la idea… Quizá al principio te odien e incluso hay algunas inmaduras que te insultan, pero las directioners somos geniales, te tomaremos cariño.
- ¿Qué hay de ti? –Pregunté- ¿No me insultaras, o sí?
- Claro que no –Dijo riendo- Yo ya te tomé cariño. Ahora ve por allá, Harry te espera.
Levanté la vista y pude notar como Harry estaba allí con una gran sonrisa en el rostro y las manos atrás en su espalda. Seguramente, teníamos que despedirnos. Después de que me dedicara la canción él tuvo que volver al escenario a despedirse de las fans, acto seguido el concierto terminó y no pudimos hablar más. A pesar de que los chicos daban otro concierto mañana en Londres, yo debía prepararme para entrar a la universidad y lo más probable es que esta sea la última vez que vea a mi novio.
- Ángel, sé que mañana no podremos vernos y…
Antes de que pudiera terminar la frase me lancé a sus brazos y lo abracé fuertemente. Tenía mucho miedo, tenía miedo de que me olvide, tenía miedo de que algo malo pasara en todos esos meses, tenía miedo de perderlo de nuevo.
- Prométeme que nada cambiará –Supliqué aguantando las lágrimas- No quiero perderte de nuevo.
Harry me separó de él y puso sus manos alrededor de mi cintura provocando una sensación de seguridad en mí. Levantó mi barbilla y me miró enternecido. Después, depositó un corto beso en mis labios y me volvió a abrazar.
- Te prometo que nada cambiará –Aseguró- Solo serán unos meses, no pasará nada. Vendré a visitarte cuando pueda… Te llamaré cada día, cada hora. Te recordaré cada segundo.
- ¿De verdad?
- ¿Cuándo dejarás de tener tanta inseguridad? Escúchame, ángel; para mí tú eres la única, la única que logra todo esto en mí, la única que forma mi sonrisa, la única que amo, la única que me hace poner tan cursi.
Reí al escuchar su comentario y volví a besarlo. Nuestros labios encajaban perfectamente, parecía que fuéramos el uno para el otro, destinados a estar juntos. Y eso nadie lo evitaría.
- Disfruta mucho el tour, cup cake. No vayas a decepcionar a todas tus fans.
- Lo haré, ángel –Susurró coqueto- No las decepcionaré a ninguna de ustedes.
- ¿Ninguna de nosotras? –Reí.
- Claro ¿Crees que no me di cuenta de que te sabías todas nuestras canciones? ¿Y crees que no vi tu letrero enorme? Por cierto, Niall me dijo que significaba que nos amabas… Y déjame decirte que no permitiré que ames a otro hombre.
Reí y miré divertida a Harry; se encontraba de brazos cruzados tratando de dar un aspecto enojado con sus palabras, pero para mí, era el chico más tierno del mundo.
- Debo admitir que me gustan mucho sus canciones... Y sobre el letrero, fue idea de Summer.
- ¿Están hablando de mí? –Preguntó Summer caminando hacia nosotros con Niall- Espero que no sea nada malo.
Harry y yo nos miramos y luego reímos al saber que ambos nos habíamos dado cuenta de lo que tenía Niall en la cara. Una barba mal pintada, cejas unidas, bigotes de gato y un punto negro en la nariz.
- ¡Ah, sí! Louis pintó a Niall –Comentó Summer.
- No se rían –Interrumpió el rubio- No vinimos para que se burlen de mí, vinimos para invitarlos a comer, tenemos hambre… ¡Ah! Y quería felicitar a Harry; me parece que bien que por fin hayas elegido una buena novia y que ustedes dos dejaran de fingir amistad.
Ambos nos ruborizamos un poco y luego reímos nerviosos. Era un poco incómodo que todos supieran de nuestra relación, pero, no podíamos hacer nada al respecto.
- Así es –Dijo Harry posando su mano sobre mis hombros- Ella es la chica más perfecta del mundo y es solo mía.
- Yo tengo a las directioners –Exclamó Niall sacándole la lengua a Harry- Por cierto ¿Por qué no me dijiste que ______ es latina? Podría enseñarnos un poco de español.
Miré a Harry arqueando una ceja, ansiosa por saber su respuesta. Sabía que él era alguien muy celoso, pero aún así, mi amor por él era infinito.
- Lo pensaré –Dijo- Ahora, mejor vayamos todos a comer antes de que Niall muera de hambre.
- ¡Vamos! –Gritamos todos al unísono.
Él tomó mi mano y juntos, nos dirigimos a buscar a los demás chicos.