No sentía muy bien mi cuerpo y tampoco podía moverme, mis ojos estaban cerrados y al parecer, yo estaba acostada. Sentía una presencia cerca de mí y una mano sobre la mía ¿Acaso Summer estaba allí conmigo? No… No era su mano ¿Era Harry?
- Ángel –Susurró- Por favor, despierta.
Una alegría momentánea, inundó mi corazón; era Harry, él estaba allí, conmigo. ¿Qué me había pasado? ¿Ese auto me hirió? ¿Ahora estaba en un hospital?
- Sé que he sido un tonto, sé que no he sabido cómo actuar, sé que te he herido mucho, pero por favor ángel… No me dejes –Continuó con la voz entrecortada- Tus ojos están cerrados, extraño tu mirada, extraño tu sonrisa, te extraño mucho. Quizá no me escuches, pero necesito decírtelo ángel, lo necesito.
Un silencio se apoderó de la habitación ¿Qué iba a decirme? ¿Y qué significaba todo esto? Desearía poder moverme y preguntarle. Desearía poder moverme y abrazarlo, pero no podía. Lo más probable es que me hayan puesto una anestesia especial.
- Cada día –Río- Sonaba el timbre de mi casa y yo bajaba corriendo las escaleras con la esperanza de que fueras tú. Cada día, iba a tu balcón y te recordaba en la cama, durmiendo como un ángel. Cada día que pasaba en tu ausencia, me di cuenta de que lo que sentía por ti era demasiado grande… Yo te amaba. Sí, escuchaste bien. Cuando te volví a ver, estaba tan feliz, pero a la vez decepcionado, tenía una confusión en mí y no supe qué hacer. Volví a Londres y encontré a Caitlin ¿Ella es directioner sabías? Hemos estado saliendo hace algunas semanas, pero, yo no la quiero como te quise a ti ángel. Y nunca querré a nadie como te quise a ti.
Mi corazón estaba latiendo fuertemente, Harry me estaba hablando, sin saber que yo lo escuchaba. Harry me estaba diciendo, todo lo que sentía y yo lo estaba escuchando. Puede que físicamente, no tenga una sonrisa en mi cara, pero en mi interior, estaba llorando de alegría por este momento.
- Ya has dormido por dos días ¿No crees que es suficiente? ¿No crees que deba ir a casa de una vez por todas? Por favor ángel, perdóname. No debí, nunca debí dejarte ir sola a tu casa, nunca debí invitar a Caitlin, nunca debí dejarte ir.
Nuevamente, un silencio inundó la habitación, pude sentir como apretaba mi mano con fuerza y se le escapaba un sollozo. ¿Él estaba llorando?
- I was so stupid for letting you go, but I know you’re still the one…
Él estaba cantando, una vez más, podía escuchar su voz, podía sentirme en las nubes con tan solo escucharlo cantar, él estaba expresándose, por medio de una canción, seguramente, esta tenía un ritmo más rápido, pero Harry la cantaba suavemente, con sentimiento, con el corazón.
- I tried, I tried to start again and find somebody, but I remember all the times and all the words we said, yeah, I can’t get it out of my head.
Escuchaba sus sollozos, sentía como lágrimas caían sobre mi mano y él me soltaba poco a poco para limpiarse sus lágrimas. Sí, él estaba llorando… Estaba llorando por mí.
- Me di cuenta ángel –Continuó- De que cometí un error, de que debí haberte besado el día en el que te volví a ver. ¿Y sabes qué más? Me di cuenta de que te amo, aún te amo. Te amo de una forma inexplicable, de un modo inconfesable, de un modo contradictorio. Te amo con mis estados de ánimo que son muchos, y cambian de humor continuamente. Te amo… con el mundo que no entiendo, con la gente que no comprende, con la ambivalencia de mi alma, con la incoherencia de mis actos, con la fatalidad del destino. Aún cuando te digo que no te amo, te amo. Te amo sin reflexionar, inconscientemente, irresponsablemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulso, irracionalmente. En efecto no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisados para fundamentar este amor que, siento por ti, que surgió misteriosamente de la nada, que no ha resuelto mágicamente nada, y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada ha mejorado lo peor de mí. Te amo, te amo con un cuerpo que no piensa, con un corazón que no razona, con una cabeza que no coordina. Te amo incomprensiblemente. Te amo sencillamente porque te amo. Y así es, yo mismo no sé por qué te amo.
Lágrimas en mi, habrían en este momento, si tan solo pudiera moverme de alguna forma. Él, me había recitado un poema alternativo de Pablo Neruda, él aún me amaba y de eso no había duda. Ahora más que nunca, deseaba poder hablar y decirle que yo también lo amaba, que yo sentía lo mismo.
- Perdóname ángel, perdóname por no haber actuado bien –Dijo en un susurro- Perdóname por hacerte sufrir. Tan pronto como salgas de este lugar, te llevaré a un hermoso sitio, sé que te gustará… Reviviremos todos los momentos que pasamos juntos, reviviremos cada alegría y cada risa, cada sonrisa. Pero por favor, despierta. Tengo miedo de no volver a verte, tengo miedo de que no vuelvas a abrir los ojos, tengo miedo de que te alejes de mí una vez más.
No Harry, no me volveré a alejar de ti. No de nuevo, nunca más… Si tan solo, me pudieras escuchar. Pero por ahora, es imposible.
- Yo no puedo vivir si tú no estás conmigo, tú eres mi ángel, tú eres parte de mi vida, tú eres todo para mí. Y si tan solo pudieras escucharme ahora… Sería tan feliz, porque por fin te lo dije, por fin dejé mi orgullo atrás y admití que te amo, que Caitlin no es nada para mí, que a ti es a quien quiero. Contigo quiero estar siempre. Por siempre ángel, solo tú y yo.
