Cuando aquel chico dijo eso, antes de que pudiese reaccionar, el hombre que había venido a buscarlo lo cogió del brazo y se lo llevó hacia fuera del hospital, sin embargo, aquel chico no apartó su vista de mi.
Patricia me preguntó que relación tenía con ese chico y aunque le conté mil veces que solo lo había visto dos o tres veces, ella aún no podía creerse que tal comportamiento de ambos fuese solamente de habernos visto tres días.
La verdad que todo lo que estaba pasando con ese chico era bastante extraño y en gran parte me desilusioné porque en mi cabeza lo había imaginado de otra forma.
Aquel día fue intenso mirase por donde mirase y necesitaba descansar, pero solo era pensarlo y ya estábamos atendiendo a otro paciente. Sí, ese es mi trabajo.
Apartando a un lado el trabajo, en mi mente tenía una gran pesar, lo que había sucedido el día anterior fue lo peor que me pudo pasar. ¿ Quién me iba a decir que me encontraría con la persona que tanto estaba marcando mi vida y la estaba llevando hacía una especie de agujero negro?. Cogí el móvil en uno de mis descansos y revisé de nuevo el mensaje que me había mandado la noche anterior felicitándome por mi cumpleaños, la verdad es que hacía mucho tiempo que no me escribía ni un mensaje y después de tanto tiempo me escribió “ Felicidades” y nada más.
No sabía si él estaría esperando una respuesta mía en plan “ Gracias” como la que no se acuerda de todo lo que había pasado o simplemente lo dijo porque aquel día se cruzó con mis padres y éstos le recordaron que era mi cumpleaños. Nada tenía sentido, así que borré el mensaje aunque no miento si digo que me lo pensé varios minutos. Sí, así de estúpida llegaba a ser yo muchas de las veces, había madurado para ciertas cosas y para las más importantes no y me odiaba, al menos esa parte de mi y lo peor de todo es que una persona estaba siendo lastimada por ello. Ismael no me volvió a llamar en todo el día, ni un mensaje, nada y era bastante raro porque normalmente solía escribirme algún comentario durante el día para animarme o para contarme el como le había ido en el trabajo, pero ese día no hubo nada de ello y era lógico, pues no sé por qué pero sentía que el día anterior por la noche lo lastimé, aunque siempre le deje claro cuales eran mis sentimientos por él, pero como siempre, se negaba a escucharme y al final salía aún más lastimado y yo me sentía como la mala de una novela.
Una de las veces que me dirigía al servicio Anabel vino por detrás y me abrazó, me asusté pero luego entendí que así era ella. Me preguntó que si lo de la fiesta seguía en pie y la verdad, no me apetecía dar ninguna fiesta ni de celebrar nada porque no había nada por el qué hacerlo.
Anabel empezó a hacer muecas y empezó a insistirme una y otra vez de dar la fiesta y que ya había hablado con los demás y que a todos le había parecido bien y ahí no pude negarme. No sé como lo hacía pero siempre se aventajaba en dar un paso adelante antes que los demás y me molestaba porque no preguntaba antes si eso nos parecía bien o no.
-Anabel, si quieres la fiesta la tendrás, pero dudo mucho de que Ismael vaya a poder venir. - Dije ya desesperada por terminar con el tema de la fiesta.
-¿Qué? ¿ por qué? ¿qué ha pasado? .- Dijo muy preocupada mientras me tiraba del brazo.
-Han pasado un par de cosas y por eso creo que el no vendrá.
-¡ No puede ser! ¡me lo prometiste! Si estoy organizando esto es debido a que me dijiste que lo invitarías.
-Y lo invitaré, pero dudo de que quiera venir. - Dije mirándole a los ojos.
-¿Qué le has hecho? ¿Es que acaso has hecho que se enfade? .- Dijo enfadada y yo me enfadé más debido a que me estaba echando las culpas sin saber .- ¡ Mira, no me importa! Pero intenta solucionarlo como sea y espero que el sábado vaya a la fiesta sí o sí.
ESTÁS LEYENDO
Confiaré en ti ¡sí o sí!
RomanceClara es una chica que para encontrar el amor verdadero, tendrá que superar varias barreras en las que aprenderá a valorar la amistad, la felicidad y la vida, pero sobre todo el amor. ¿Qué historias nos tendrá que contar?