Cansada de todo lo sucedido ese día fui a la habitación donde dormiámos cuando hacíamos guardia y me tumbé en la camá, cerré los ojos y aunque tenía muchas ganas de seguir llorando, no pude. De repente recordé que aquella tarde le envié un mensaje a Ismael, pero no había contestado ¿qué estaba esperando? cualquier persona cuerda, no contestaría a una idiota como yo. Volví a enviarle un mensaje, pero esta vez me fue más dificil el escribirle pues no sabía que palabras debía decirle y estaba preocupada porque no quería que volviese a malentender las cosas.
* MENSAJE WHATSAPP: Hola Ismael...um, he visto que no has contestado a mi mensaje anterior y lo comprendo, pero me siento tan mal por lo que te hice que debería darte alguna justificación y sobretodo decirtélo sin mentiras, aunque tú eres quien decidirá si quiere creerme o no. Cuando te conocí el primer día, me asusté mucho porque eras un completo extraño para mi, pero a pesar de haber miedo en mis ojos, tú me ayudaste y me apoyaste en una situación bastante dificíl en aquel momento. De verdad que me siento muy agradecida contigo por haberme acompañado a casa aquella noche solitaria y fría. La segunda vez que te ví también fue uno de los momentos de mi vida y creo que el que más, en donde me sentía fatal. Pero te volví a encontrar en aquella situación y nuevamente me ayudaste, pero esta vez te quedaste a mi lado sin pedir nada a cambio. Estuve muy agradecida por todo lo que habías hecho por mí, porque a pesar de todo, también me diste un amigo en quien confiar y fue entonces cuando comencé a sentir miedo, pero no por lo que pudieses hacerme sino por lo que yo pudiese hacerte a ti. No sé desde que momento pude sentir que tus sentimientos habían cambiado hacía mi y me sentí un poco inquieta esperando a que algún día dijeras lo que realmente sentías y cómo es lógico, merecías que esa otra persona te diese una respuesta. Eras y sigues siendo una persona muy importante para mí, por eso no quería que llegase ese día porque sabía que mi respuesta no sería la que estabas esperando y al final acabaría haciéndote daño, de hecho llegastes a escucharlo de mi la primera vez que te confesaste. Me sentía tan mal, tú habías estado en los peores y mejores momentos de mi vida, pero mi corazón no podía corresponder a tus sentimientos, no sentía nada más allá que una simple amistad. Es cierto que alguna que otra vez pensé en darnos una oportunidad, pero algo en mi interior hacía que no me dejase seguir pensando en ello, así que lo descarté de mi mente y te pedí que por favor sólo fuésemos amigos. Aceptaste y me lo creí, pero cuando lo dijiste, sabías que no estabas siendo completamente sincero ¿verdad?, te digo, porque poco tiempo después pude ver que aún estabas enamorado de mi, de hecho, no me gusta decirlo de esa forma porque parece que me creo muy importante en tu vida cuando hay muchas cosas más por delante de mí, pero en esta parte yo soy la culpable de hacerte sentir mal. Hubo otra vez en la que te confesaste y te dije que no de nuevo, te dije que si eso continuaba, cortaría la relación contigo porque no quería seguir haciéndote más daño de lo que ya lo estaba haciendo, eso dije, pero egoístamente tiempo después volví a pedirte ayuda y pensé que eso para ti sería un problema y no me equivoqué. Fueron muchas veces las que te volviste a confesar, pero ahora ya no querías mis respuestas, no querías escuchar lo mismo de siempre, así que dijiste que estarías a mi lado si o sí, porque es lo que te decía el corazón, pero te pregunto ¿ eso estaba bien? ¿ qué hubiese pasado si en aquél momento hubiese conocido a otro chico? ¿seguirías al lado mía? ¡No!, tienes tu propia vida y tu mundo no debo ser yo, aunque suene muy prepotente lo último que te acabo de decir. Lo sé, sin embargo, te estabas undiendo a mi lado. No soy una persona mentalmente estable, sabes que tengo problemas que no los he dejado atrás todavía y me averguenzo por ello, pero por la misma manera, no quería que salieras con alguien como yo que no te correspondería como tu quisieras. Mereces ser feliz, mereces que alguien te dedique tiempo de su vida para estar diciéndote que te quiere, que te echa de menos, que qué tal el día en el trabajo y que cuando te sintieses mal, pudiese abrazarte, pero esa chica no soy yo. Seguro que hay alguien ahí fuera esperando conocerte. Lo de el otro día estuvo demasiado mal por mi parte, no te lo merecías y seguro que te sentiste engañado y sobretodo lastimado, quise pararlo, pero estaba en deuda contigo y pensé erróneamente el encontrar una pareja para ti para que ella me robase el sitio en tu cabeza. Al final no fue muy buena idea, lo siento muchísimo, pero no sé de que manera decirte que dejes de ver en mi dirección y comiences a mirar nuevos horizontes, te quiero ¡claro!, pero no de amor pasional, sino un amor de amistad. Siento muchísimo el ser yo la que te haya echo llorar, de verdad que lo siento mucho, pero porque eres muy importante para mi, quiero dejar de hacerte daño. Lo siento.
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Confiaré en ti ¡sí o sí!
RomanceClara es una chica que para encontrar el amor verdadero, tendrá que superar varias barreras en las que aprenderá a valorar la amistad, la felicidad y la vida, pero sobre todo el amor. ¿Qué historias nos tendrá que contar?