Cap 20

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Siempre hacía lo mismo, una y otra vez.  Tenía excusas para todo y me era bastante dificíl el enfadarme con Eloy y eso me hacía enfadar aún más. Ignoré su mensaje y no le respondí, a fin de cuentas, fui yo quien le dijo que nada de mensajes.

Pasó el tiempo y me reuní con patricia para comer al bar " Margarita" . Solíamos ir allí al principio de las prácticas del hospital, pero sinceramente había ido mucho antes allí con Daniel. Sabía que no era buena la idea de ir allí, sin embargo, me gustaba mucho las comidas que te servían allí y se ajustaban a mi presupuesto. Desde entonces frecuenciaba aquél bar muchas veces. Fue Daniel quien me lo mostró y siempre me invitaba a comer allí todos los domingos, aquello se volvió cotidiano para mí hasta que me di cuenta que ya no estaba él para acompañarme. Patricia me contó un poco las cosas ahora que ya había pedido el divorcio con aquél señor y que estaba pensando qué hacer con su vida. Le dije que hablase con nuestro jefe de plantilla porque ella era una de sus preferidas. Siempre contaba con Patricia y cuando se enteró de todo lo ocurrido se desilusionó, pero no de ella, sino de las circunstancias. Ella me dijo que no sabía cómo volver a mirar la cara de ese hombre, no sabía ni siquiera como volver al hospital a recoger unas cosas que se dejó allí y más porque aunque no quisiera, tendría que darle una explicación cara a cara al jefe de plantilla. Le comenté que iríamos durante unos días a recibir clases de unos cirujanos muy importantes y entre ellos se encontraba uno de los ídolos de Patricia, entonces no vi mal la idea de que se apuntara ya que más que nada, era algo voluntario y ella aún no había sido echada del hospital. 

- ¿¡Estás loca Clara!? ¡claro que no! ...es cierto que uno de mis sueños sería el poder hablar con el cirujano Molina...pero no tengo el derecho de ir y si el jefe de plantilla se entera me mata y ese sí que sería mi fin. - Dijo Patricia un poco nerviosa.

- Patricia, no va a pasar nada ¡ confía en mí! , además ¿cuándo se va a volver a repetir una oportunidad de poder hablar con tu ídolo en la vida? ...¡nunca! ...así que, anda, ¡ven! .- Le cogí de las manos .- Y estoy casi segura que el jefe de plantilla no va a regañarte por eso...si no, puedes hablar con él después de que volvamos de aquél sitio.¿um?.

Patricia me miró muy poco convencida de lo que le acababa de decir, pero por otra parte, se trataba de poder hablar cara a cara con su cirujano Molina, al que admiraba desde hacía muchísimoo tiempo. Dijo que se lo pensaría mejor cuando llegase a casa. Rato después también me comentó que se pudo en contacto con su madre, la cual se sentía culpable por haberle dado una vida tan aterradora a su hija y que se sentía la peor madre del mundo. Patricia me dijo que la odiaba con fuerzas, pero que era su madre y que en parte podía entenderla, pues ¿ qué padre quiere ver a su hijo tirado en la calle?, a veces se toman decisiones bastantes duras a pesar de que ello provoque el que te odien para toda tu vida, pero dijo que lo hizo creyendo que así la salvaría de la mala vida. Se le escapó un par de lágrimas a mi amiga y me sentí muy mal por ella porque no podría entender ese sufriemiento que tuvo que pasar por muchos años. Para animarla le dije de ir de compras por el centro (aunque sólo fuera mirar escaparates) y ella aceptó.

Entramos en el centro comercial y en especial, entramos en una tienda que a Patricia le gustaba mucho y quería ver si habían entrado algunas novedades. Ambas nos dispersamos por la tienda para mirar cada una lo que le interesaba. Mientras miraba alguien me llamó por detrás y cuando miré, allí estaba...la chica a la que menos quería ver en mi vida, pues sentí que tras su aparición en mi vida todo empezó a decaer. Sara, la chica por la cual Daniel me dejó. Ella se acercó paso a paso hasta llegar a mí y yo apreté mi puño para controlar mis nervios.

- ¡Que coincidencia! ¿qué tal has estado?.- Me dijo mientras me mostraba aquella sonrisa que tanto odiaba ver.

- ¿Es qué acaso te importa el cómo haya estado? .- Dije lo más natural podible manteniéndome sin perder la cabeza.

Confiaré en ti ¡sí o sí!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora