Cap 16

43 3 0
                                    

Un mensaje que no quería haber leído y un mensaje al cual no sabía qué responder. Estaba demasido arrepentida por todo lo que había pasado el día anterior y cuando digo todo, me refería a TODO. Cada vez que respiraba, menos ganas eran las que tenía de vivir. Siempre envidié a aquellas personas que podían vivir su vida dejando las cosas menos insignificantes atrás y centrarse en lo que estaba viviendo en ese momento. 

Sin contestar al mensaje de Daniel volví junto a mis compañeras las cuales estaban ansiosas por saber todo lo ocurrido el día anterior. Se lo conté todo, más a Patricia que a Anabel pues solo le dije a ella la parte que quería escuchar (Ismael), pero no tan detalladamente y puede que casi todo fuese mentira, pero al menos la dejé contenta. Patricia y yo nos quedamos solas y ésta me miró con cara preocupada, le dije que todo estaba bien aunque no fuese verdad, tampoco quería preocuparla con mis problemas. También le pedí que no me juzgara porque ya sabía que había hecho mal. 

- Clara, pero sigo sin entender muchas cosas, sé que no es mi vida y sé que no debería meterme en donde no me llaman, pero desde que me contaste todo sobre Daniel e Ismael, pienso que ya deberías haber olvidado al otro y a mirar con nuevos ojos a las personas que te rodean. No te digo que tuvieses que salir con Ismael, si no te gusta, no te gusta y punto. Nadie puede obligarte a estar con una persona a la que no amas.- Dijo Patri.

- Ya, pero no todo el mundo lo ve como tú. De hecho, hasta mi familia espera que salga con él porque dicen que es un buen chico para mí y lo entiendo porque hasta ahora Ismael me ha cuidado muchísimo, pero mi corazón no late cuando estoy con él.

- Entiendo. Es una lástima porque a mi me hubiese gustado conocer a alguien así.- Dijo sumida en sus pensamientos.

- ¿ A qué te refieres? .- Le dije mientras me terminaba de colocar bien el uniforme. 

- Bueno, ya sabes ¿ a qué chica no le gustaría que un chico se preocupara por ella y la cuidara como si se fuese a romper al momento de apartar los ojos de ella por unos segundos?.- Sonrío y lugo puso cara triste .- Aunque luego pueda tratarse de una pura mentira...- Dijo con los ojos perdido en el infinito y yo me preocupé.

Patricia nunca había hablado de chicos ni de amor, ni siquiera escuché decir de ella que alguien fuese guapo. Siempre estaba concentrada en el trabajo y dificilmente contaba algo sobre su vida privada, por lo que muchas veces llegué a dudar de si lo que en verdad le gustaban eran las mujeres, pero todo resultó ser una paranoia mía. Sin embargo, últimamente la notaba demasiado extraña y de hecho empecé a preocuparme más por ella a verle algunas marcas en su cuello, pero lo más curioso aún era el por qué no me dejaba verlo y por qué no quería que la ayudase. Comencé a dudar de que algo malo podría estarle pasando y yo sin saber nada y sin poder ayudarla, de verdad que tenía que averiguar si esas marcas se las había hecho ella descuidadamente dándose algún golpe o algo.

Tras terminar la conversación también pensé en Ismael y recordé que desde la noche pasada no me puse en contacto con él y estaba bastante preocupada. Me atreví a mardarle un mensaje en donde le pedía poder hablar en cuanto el estuviese disponible y con ganas de volver a ver mi cara. Quería dejar el miedo atrás y explicarle mejor las cosas porque no se merecía todo lo que le había hecho. 

Durante todo el día tuve la suerte de estar ocupada yendo de un sitio a otro y revisando a los pacientes, por lo que mi cabeza andaba centrada en el trabajo y no en otra cosa. Tras terminar la jornada, mientras me dirigía a por algo de café me topé con una niña pequeña, de unos siete años aproximadamente, sentada en el suelo del pasillo llorando. Muy preocupada me acerqué a ella y ésta se asustó, por como iba vestida pude ver que se trataba de una paciente, pero me parecía extraño el que estuviese allí pues aquel lugar estaba lejos del área infantil. Le pregunté si estaba bien y cómo se llamaba, pero ella solo lloraba. Pensé que a lo mejor se había perdido o algo por lo que le di mi mano para acompañarla de vuelta a la zona infantil, pero ella se negó.

Confiaré en ti ¡sí o sí!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora