C A P Í T U L O 6

172 11 0
                                    

Capitulo 6, Pelea de panquecas.

Logre dormir una maldita hora hoy mi humor iba ser el peor por esa estupida fiesta y esas putas hormonas que no dejaban de repetir la imagen del abdomen de Roman bajo mi mano. Me di una ducha, me coloque unos shorts blancos y por dentro un body de rayas rosa pálido y blanco junto a unas Converse color fucsia salí maquillandome pues se me hizo muy tarde.

La calle estaba desierta y habían algunas personas limpiando aquel desastre de la fiesta de Roman eso me hizo recordar que mi amigo jamie vendría por la tarde arreglar mi piscina ya que era obvio que el señor bromista no iba arreglar nada.

Al llegar a la tienda tenia a tres novias histericas esperando por Pnina y por mi. Los asistentes de mi jefa las atendierón mientras yo recibía algunos vestidos y los guardaba en la habitaciones de "listos para medir" tome muchas tazas de café y así pude mantenerme el resto del día.

- Hola Jamie pasa. - le abrí la puerta de mi casa y él paso con sus herramientas.

- Tengo un problema con el filtro y el drenaje. - le comente a mi amigo quien paso directo a donde estaba aquel aparato.

Fui a la cocina a preparar unos sandiwsh de mantequilla de maní para Jamie y para mi a parte de unas tazas de café o me quedaría dormida hablando con él.

- ¿Quieres comer? - nos sentamos en las sillas del jardín hablar de nuestro verano mientras comiamos. Roman se asomo al balcón me observo a mi con los ojos entrecerrados y luego a mi amigo soltando una risita. Lo ignore para terminar mi comida ya Jamie había dejado mi piscina en optimas condiciones y ahora estaba llenandose.

- En un par de días estará llena y podrás usarla normalmente. - asentí y le di una sonrisa.

Salimos de mi casa y caminamos juntos hasta su auto, subio las cosas al porta equipaje y volvio para abrazarme dejando un beso cerca de mis labios. Sonreí nerviosa despidiendolo con la mano para regresar al interior de mi casa.

Busque unas revistas que Pnina me dio para ayudarla con unos bocetos. Tome una taza de café nuevamente, mire el reloj solo eran las 7:30 pm me sente en una de las sillas del jardín donde estuve sentada con Jamie y empecé a hojear la revista hasta que los parpados empezarón a pesarme demasiado sin darme cuenta me dormí.

Me pareció raro no escuchar la alarma horrible de mi despertador y no recuerdo haberme quedado dormida sobre algo tan cómodo sentí que mis zapatos no los tenia puestos. Abrí mis ojos y vi que me encontraba en una habitación que no era la mía apenas unos rayos de luz iluminaban la habitación.

Estaba arropada con una manta y el aire acondicionado refrescaba el lugar, revise mi ropa y estaba tal cual como estaba ayer cuando Jamie se fue, me recoste sobre mis codos recordando todo y después de revisar las revistas que mi jefa me dio no alcanzo a recordar más nada.

Salí de la cama y me coloque mis Convers asustada por no saber donde estaba. Recorrí el lugar y tenia un olor bastante varonil, abrí una puerta que dio al balcón podia ver mi jardín desde aquí e incluso las revistas sobre el suelo.

- Estoy en la casa de mi vecino el imbecil fortachón sexy ¡¡Joder¡¡ - dije en voz alta pasando las manos varias veces por mi rostro enojada.

Salí de la habitación y todo se veia reluciente, ordenador olía rico baje las escaleras y no alcanzaba ver a nadie hasta que entre a la cocina encontrando a mi vecino de espaldas haciendo lo que parecían ser panquecas.

Revise la isla de la cocina viendo algunos ingredientes como huevos, harina, leche líquida y frutas picadas, queso, ocurriendoseme una idea épica. Era obvio que el sentía mi presencia ya que en dos oportunidades observo de reojo e hizo como si nada ignorandome.

Tome la harina y acercandome a él tire todo el contenido sobre su espalda, rapidamente estrelle dos huevos en sus hombros girandose rapidamente para detenerme sostiendo mis muñecas en la parte baja de mi espalda.

- Acabas de cometer un error revoltosa - sonrío con su cuerpo cubierto de harina y huevos yo solo reí ante su amenaza.

Me dio la vuelta soltando mis manos y tomo la miel para tirarla sobre mi cabello junto a unos huevos. Él era obviamente más fuerte que yo así que solo pude tomar un puñado de frutas y lanzarlo a su rostro, pareciamos niños jugando con panquecas o bueno lo que quedaba de ellas.

Minutos después y con la cocina echa un desastre decidimos detenernos. Mi cabello era un caos estaba mojado de leche con trozos de frutas, miel y huevos era asqueroso. Ni hablar de mi ropa iba pasar horas tratando de dejar todo limpio, la señora de limpieza se asomo y al vernos solto una carcajada para luego desaparecer.

- ¿Como llegué aquí? - le pregunte mientras lavaba mis manos y brazos en el lavaplatos en lo que Roman simplemente se sento sobre la isla de la cocina a observarme.

- Te vi dormida y no quise ser atrevido entrando a ti hogar sin una invitación previa además mi cama es muy cómoda admite que al menos pudiste descanzar como es debido. - me voltee a verlo y esa sonrisa era conquistadora, incluso se me hacía tierno verlo lleno de comida.

- ¿Dormimos juntos? - le pregunte alzando una ceja evidentemente nerviosa.

Él asintio riendose como si no pudiera creer mi pregunta.

- Ni siquiera sabes mi nombre o quien soy ¿Estás loco? ¿Que tal si soy una asesina o una secuestradora? - mencione exaltada.

- ¿Como te llamas? - pregunto tranquilamente.

- Mi nombre es Charlotte pero todos me dicen Charlie... - no podia entender como podia estar tan tranquilo hasta que recorde que es HOMBRE y que debe estar acostumbrado a dormir con mujeres extrañas todo el tiempo.

- Bien Charlotte teniendo en cuenta la hora a la que acabo la fiesta simplemente no quise dejarte allí fuera con frío me salte la muralla te busque y lleve a mi cama. Duerme profundo ¿he? Porque ni te moviste hubiese sido una sorpresa el haberte llevado el desayuno a la cama pero eres una niña muy mala. - dijo señalando el desastre que era ahora su cocina.

- ¿Gracias? Y ¿Lo siento? - dude en ambas preguntas porque no sabia si agradecer el haber dormido aquí o disculparme por estropear su desayuno él solo me sonrío nuevamente.

- De nada y estas disculpada siempre y cuando la próxima vez desayunemos juntos. - al escuchar esa palabra recorde que debía trabajar y quise matarlo.

- YO TENIA QUE IR A TRABAJAR...  ¿porque no me despertaste? Pnina va a matarme ¡¡joder¡¡ que irresponsable soy. - caminaba de un lado a otro sin detenerme y Roman se cruzo de brazos para reirse de mi.

- ¿Te divierto? - lo observe desafiante.

- Te mostrare que es divertido. - dicho eso me coloco sobre sus hombros y le di varias nalgadas a su buen trasero rogandole que me bajará pero el sencillamente subio las escaleras hasta su habitación dejando todo aquel caos en la cocina para que la pobre señora de limpieza haga su labor.

Sin quitarnos la ropa e ignorando todos mis reclamos entro al baño conmigo y me imagine que deseaba hacer. Empecé a patalear intentando safarme de su agarre pero era imposible abrío la regadera dejandome ver la inmensidad de su baño. Un enorme jacuzzi, una sala de baño con regadera y puertas de cristal, un lavabo y todo cubierto de espejos.

Me bajo al suelo y nos mojamos bajo la regadera con agua tibia mi body se pego totalmente a mi cuerpo y al abrir mis ojos el torso desnudo de él me dejo sin palabras. Ambos mojados era algo muy tentador así que quise jugar un poco con él.

Vecino + Peligro = -CharlotteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora