Vecino + Peligro = -Charlotte

C A P Í T U L O 8

Capítulo 8, Un extraño en mi habitación a media noche.

- ¿Puedes creer lo que dijo? Si es una estupida se cree superior a todos los demás y esta al parecer acostumbrada a ver a Roman con otras mujeres. - le conte enojada a mi jefa lo sucedido con mi vecino ella me miro triste y me dio un abrazo innecesario ya que poco o nada me importaba ese hombre.

Aunque internamente me moria de ganas por besarlo y estuvimos tan cerca hasta que esa perra llamada Nicole lo arruino todo. Sin embargo de lo que si estaba totalmente segura de que él no sentía nada por ella o tal vez hubiese enloquecido pidiendole perdón y dandole falsas explicaciones.

¿para que mentirme? Un hombre de 30 años no va fijarse en mi que soy una niña ante sus ojos. Pnina me disculpo por haber faltado aquel día y hoy tuvimos tiempo de conversar. En este corto tiempo nos hemos hecho grandes amigas y las clases regresaban en un mes iba extrañarla.

- Cierra al terminar por favor - mi jefa se fue dejandome sola en la boutique ya que tenia un evento esta noche y yo tenia unos bocetos por acabar.

Cuando termine eran las 10 de la noche y mi estomago pedía a gritos comida. Apague las luces y salí, subí a mi Vespa y en el camino no dejaba de pensar en él. En cuestión de 30 minutos estaba de vuelta en casa, fui a la cocina a prepararme algo antes de morir de hambre y encendí la televisión para ver alguna película.

Luego de cenar y mientras lavaba los platos tocarón la puerta, me seque las manos y fui abrir sorpresa la que me llevo al ver a Roman de brazos cruzados frente a mi como si el fuese quien tiene el derecho de estar enojado.

- ¿Que haces aquí? - pregunte en la misma postura que él.

- Viniendo a ver porque desapareciste. - se relajo y me dio una sonrisa.

- ¿Te parece exagerado que te ignore? Después de que tu novia fuera hostil conmigo sin ninguna jodida razón. Por eso no me caen bien los adultos, creen que tienen el mundo en sus manos por tener algo de posición social. - escupí con rabia y el se sorprendio un poco.

- No soy tan viejo Charlotte, tengo 30 años ¿y tu? - me pregunto como si estuviesemos teniendo una conversación casual entre vecinos.

-  Tengo 23 pero ese no es el punto, aquí el punto es que ella me humillo y... - no me dejo terminar la frase cuando de su espalda saco una rosa roja muy hermosa.

- Perdón nena. Nicole es una bruja que cree que por su padre puede hacer lo que quiera sin consecuencias. - tome la rosa entre mis manos e inhale su olor, no recordaba la última vez que alguien me regalo una rosa.

- Deberíamos ser amigos ¿que te parece? - me propuso él y lo mire dudosa.

Yo no dejaba de ver sus labios, sus enormes brazos y su mirada azul tan llena de sinceridad.

- De acuerdo... Amigos. - nos dimos la mano y el decir esa palabra me dio una punzada de decepción pues ahora que habíamos interactuado más empezaba a gustarme más de lo debido.

Es más que obvio que nunca posaria sus ojos en mi que no tengo tanta experiencia y que apenas estoy saliendo adelante por mi misma. Extrañaba a Vanessa para contarle todo lo ocurrido pero aun quedaban vacaciones y faltaban unas cuantas semanas para vernos otra vez.

- Me iré los chicos y yo jugaremos video juegos. - reí ante su despedida porque me los imaginaba haciendo cosas más interesantes.

- ¿Juegan aún con 30 años? Que aburridos - dije sonriendo.

- Hay que mantener el niño interior vivo Charlotte. - nadie solia llamarme por mi nombre completo pero en sus labios sonaba perfecto.

- Adios Roman. - nos despedimos y volví a mi habitación con la hermosa rosa en mis manos.

Era tarde y me coloque una camiseta corta del Capitan América color azul blanco nada más hoy solo queria dormir en bragas. Apague las luces, la televisión y mi ordenador deje mi celular cargando y me quede profundamente dormida.

Escuche algunos ruidos en el jardín y quise asomarme pero tuve mucho miedo de hacerlo cerré mis ojos e intente volver a dormir pero era imposible. La puerta trasera empezó a ser removida y temí por mi vida, intente calmarme respirar profundo y no enloquecer.

El pomo de la puerta en mi habitación dio la vuelta dejando la puerta abrirse lentamente de reojo vi una sombra. Era sin dudas un hombre y tenia una sudadera con capucha, fingí estar dormida para evitarme una muerte segura. Tal vez se trataba de un ladrón y al llevarse mis cosas no querrá violarme o matarme si yo guardo absoluto silencio.

Podia sentir mi frente sudada porque algunas gotitas rebalarón por mi sien. El desconocido retiro la manta dejandome expuesta y acaricio sutilmente mis piernas hasta llegar a mis caderas donde me dio un ligero masaje sobre esos huesos que sobresalen un poco.

Se subio sobre mi y sentí que se deshizo de su sudadera se acerco a mi oído y susurro mi nombre.

- Charlotte no puedo dormir... si despiertas no te asustes soy Ro... - al escuchar su nombre abrí mis ojos como platos y lo derribe al suelo, prendí una de las lamparas en la mesa de noche y me subí sobre él.

- ¿Estás loco o tu mamá te dejo caer demasiadas veces al suelo Roman Reings? Casi me matas del susto ¡¡joder!! Vas acabar con mis nervios. Aprovecha que me caes bien - él no paraba de reirse allí en el suelo y entonces recorde nuestra indecorosa posición y me levante rapidamente para sentarme sobre mi cama.

- Oye me tiraste al suelo que mala eres y de paso aplastas mis huevos nena revoltosa - se puso de pie y luego se sento sobre mi cama, mis mejillas ardían me observe la ropa interior y rogue internamente porque no mencionara el tema.

- ¿Que estas haciendo aquí? El otro día dijiste que no me acostaste sobre mi cama porque sería un atrevimiento y ahora estás aquí dandome el susto de mi vida. - toque mi pecho y mi corazón latía fuertemente.

- No tengo escuxas solo no podia dormir y quise encontrar una compañera para mi desvelo - se encojio de hombros y saco un par de Hersheys Cookies And Cream de su bolsillo haciendome sonreir como el Joker.