Capítulo 5, El que avisa no traiciona.
Habían demasiadas personas sobre todo mujeres exhibiendo sus miserias como pedazos de carne en una carnicería que asco pensé. Encontre al chico que estaba con Roman por la mañana y me sonrió al verme me acerque hasta donde él estaba con una chica peliroja.
- Disculpa busco al imbecil de Roman. - dije sin rodeos, en unas horas tenia que trabajar y esta fiesta tenia que terminar ya.
- Hola hermosa ¿eres la vecina nueva no? - rode los ojos y asentí colocando mis brazos cruzados sobre mi pecho, la chica a su lado besaba su cuello ignorandome por completo.
- Dime donde esta él - hable entre dientes con notable molestia.
- Allí - señalo una puerta y no dude en continuar mi camino, sin tocar o dar aviso entre y lo vi. Estaba sin camiseta y tenia a una chica sobre un escritorio de espaldas a la puerta, pude deleitarme viendo su espalda ancha y su brazo tatuado hasta su hombro ocupando gran espacio.
Mi corazón se acelero demasiado y quise retirarme pero recorde porque había venido y a tientas encontre el interruptor de la luz. Lo prendí y ambos se voltearon para verme, la rubia ya tenia sus pechos al aire y sus mini shorts desabotonados.
- ¿Tu? - hizo una mueca posicionandose frente a la chica para evitar que yo viera algo que había notado desde que prendí la luz.
Lo vi arreglarse los pantalones negros y me cruze de brazos apoyando todo mi peso en un solo pie.
- Quiero que acabes con la fiesta en este instante casi son las cinco de la mañana y hoy debo trabajar - comente enojada, él le hizo una seña a la rubia para que nos dejará solos ella paso por mi lado y me guiño un ojo en lo que se acómodaba su traje de baño.
- ¿Y sino quiero que puede suceder nena? - ahora quien se cruzo de brazos y apoyandose en el escritorio me observo desafiante.
- Eres un imbecil MAÑANA DEBO TRABAJAR. - le grite pero él ni se inmuto.
- ¿Recuerdas la noche que te pedí lo mismo? Quedate y come algo mira que bien que te hace falta porque desde aquí puedo ver tus huesos.
Rode mis ojos y me baje un poco más mi camiseta, yo no era tan delgada como él menciono.
- Primero no es tu problema mi estado físico y segundo no me pediste nada LLAMASTE LA PUTA POLICÍA - alze los brazos cabreada.
- ¿Con esa boca besas a tu madre? - se acerco unos cuantos pasos.
- Y dañaste mi drenaje... - le reclame ya que gracias a él y su amiguito mi piscina olía a pecera sin lavar.
- ¿Quieres un trago? ¿algo de comer? Tal vez... ¿un amigo? - era especialista en ignorar mis reclamos y resople furiosa.
- De ti nada y no estoy tan desesperada, gracias. Tienes diez minutos para acabar con tu fiesta de mierda o llamo a la policía - eso al parecer lo hizo pensar mejor las cosas porque guardo silencio sin dejar de verme.
Admito que daria hasta la virginidad de mi trasero por tocar ese marcado abdomen o delinear sus biceps, ver de cerca su tatuaje y preguntarle que significa o tal vez halar un poco su cabello.
Me di cuenta que iba necesitar una toalla para limpiarme la baba y sacudí de mi cabeza todos esos pensamientos.
- ¿Te gusta lo que ves? - sonrío de medio lado y se acerco a mi, la puerta estaba cerrada y estabamos solos en la habitación que parecía ser una oficina.
- ¿ A... mi? ¿que? NO!! - titubee un poco pero fui firme al final sin embargo el estaba demasiado cerca observandome con superioridad e igual que él no le quite los ojos de encima pues no planeaba mostrarme debil.
- ¿Segura? - volvió a preguntarme y solo nos separaban unos diez centímetros. Note el azul de sus ojos, sus labios y tomo una de mis manos la cual cobro vida por si sola mientras Roman la colocó sobre su abdomen marcado.
Acaricie solo un poco mientras su mano estaba sobre la mia sin detener la guerra de miradas a excepción de que yo no sonreía y él si.
Algo dentro de mi se removio, empecé a sentir cosas donde debería pero no por él y agache mi cabeza para ver mejor aquello que mi mano delineaba en total y absoluto silencio.
Él me acerco tomandome de mi cintura y acercando su rostro a mi cuello. Con su mano libre aparto el cabello de mi hombro y sus labios rozaban mi oído, podia oler su cabello y su perfume tan varonil dandome el lujo de cerrar incluso mis ojos dejandome llevar por la sensación del instante.
- Prometo que todo acabará pero no llames a la policía. No nos llevamos muy bien nena y si quieres en lugar de presentarte un amigo me postulo yo mismo. - hablo suavemente haciendo que mi piel se erizara y abrí mis ojos. Trague saliva ya que hasta la garganta se me seco y asentí lentamente sin saber donde posar mis ojos.
- Debo irme... - anuncie dandole la espalda y al tomar el pomo de la puerta escuche nuevamente su voz.
- Si quieres quedarte me complaceria bastante tenerte como invitada y sino... es una lastima espero verte pronto. - tome aire y me gire sonriendole por primera vez obviamente de forma falsa.
- El que avisa no traiciona Roman, tienes quince minutos para bajarle a la música o sino llamaré la policía ¿vale? - le guiñe un ojo y abrí la puerta para salir al pasillo donde su amigo me indico momentos atrás donde buscarlo.
El fortachón frente a mi me observo desafiante y lanzo una carcajada lo deje solo para bajar las escaleras y salir a mi hogar. Em el trayecto vi a varias personas totalmente borrachas teniendo sexo sin importarles el lugar o quien los pudiera estar viendo.
Hice una mueca de asco y abrí la puerta al salir a la calle respire con más calma. Esa cercanía entre Roman y yo es peligrosa, no puedo permitir que vuelva acercarse a mi o todo puede salir mal, yo soy una niña a su lado el debe tener 30 años o más y sinceramente andar paseando de cama en cama no es vida para mi.
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Vecino + Peligro = -Charlotte
Roman d'amourSe besaron fue el inicio del caos más hermoso del planeta. Un vecino Una novia celosa Negocio de drogas Charlotte enamorada del peligro Amistad real Peligros Escapar Amar Ser feliz Libertad. 👑Bienvenidos al Cindyverso👑