C A P Í T U L O 9

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Capítulo 9, Compañia para dormir y chocolates.

Después de hablar hasta las 3:00am de muchísimas tonterias pude darme cuenta que Roman es un niñito en el cuerpo de un hombre. Ha hecho miles de travesuras con sus amigos, ha viajado por muchos paises en el mundo, incluso hablamos sobre Nicole. Roman trabaja para una empresa en la cual existen varios dueños y la hija de uno de ellos se encapricho con él ahora no lo deja en paz.

Puede sonar tonto el leer que yo confio en sus palabras en tan poco tiempo pero así es, somos buenos amigos y estoy segura que con el pasar de los días lo veré como eso en lugar de algo sentimental.

Se durmio primero que yo, vino con una camiseta gris claro y en jeans con rasgados en las rodillas, le quite los zapatos y busque una manta para taparlo. Me coloque unos shorts de pijama para que no sea tan incómodo y apague la luz dejando prendida solo la lampara de la mesa de noche.

Vi por última vez antes de dormir la imagen de nosotros en el espejo del techo, a partir de hoy no me preguntaria más porque el anterior dueño había puesto ese objeto ahí. Era obvio que le gustaba verse antes de domir junto a la persona que queria. Esperen un momento ¿dije que quiero a Roman? No.

Mi despertador sonó y perezosamente apagué el maldito aparato. En silencio de puntillas tome algunas cosas para ir al baño y ducharme sin despertar a Roman que dormía placidamente como un bebe al volver a mi habitación a buscar mis Convers el moreno estaba despertandose.

- ¿a donde vas Charlotte? - me calze los zapatos y lo observe tallando sus ojos.

- Debo ir a trabajar tonto - le sonreí, tome mis cosas y me acerque para darle un beso en la mejilla, su respuesta fue un gruñido.

- Adios... - me despedí y salí velozmente para subir a mi Vespa e ir a trabajar.

Pase el día entero pensando en él y quise por una vez en la vida ser tomada en serio. Pnina me había preguntado varias veces que sucedía pero preferí guardarme ese momento solo para mi.

Al salir ya estaba atardeciendo, subí a motocicleta y fui a casa al llegar vi que de la casa de Roman salían algunos hombres sospechosos vestidos de negro y se subierón a unos lujosos automoviles sin siquiera dedicarme una mirada.

Al entrar el aroma de mi hogar era aquel varonil olor de mi vecino fui corriendo hasta mi habitación todo estaba en orden y lamente no haberle preparado desayuno me tire en mi cama y el olor estaba totalmente impregnado en la almohada era una mezcla de shampoo con su perfume.

Después de unos minutos pareciendo una drogadicta inhalando los rastros de mi vecino cuando mi telefono empezó a sonar.

- Amigaaaaaaa - era la inconfundible voz de Vanessa.

- Hola nena ¿como estás? - le pregunte mientras me colocaba de pie para quitarme la ropa.

- Extrañandote ¿cuando regresas? - coloque el altavoz en lo que me colocaba el traje de baño.

- Yo igual Charlie, pronto estaré contigo antes de tu cumpleaños ¿y tu vecino el sexy imbecil? - me quede sin aire y no supe que decir.

- Charlie ¿estás ahí? - volví a poner los pies sobre la tierra.

- Si, solo me estaba colocando mi traje de baño el drenaje esta arreglado. - cambiandole el tema para evitar seguir mencionando a mi vecino.

- Bueno mi papá quiere que baje a cenar con su espantosa novia te llamo luego ¿vale? - nos despedimos y colgue la llamada.

El jardín tenia pequeñas luces colgadas en lo alto y alumbraban el lugar, salte sin pensarlo fui feliz de nuevo por tener mi piscina arreglada. La habitación de Roman tenia la luz prendida y su balcón estaba abierto pero no había rastro de él.

Recorde como volvimos su cocina un desastre y reí ante el recuerdo. Sentí mis mejillas arder cuando recorde lo siguiente en su ducha cuando estuve a punto de besarlo pero lamentablemente su horrible  novia decidio aparecerse.

Me encontraba nadando de espaldas disfrutando del agua cuando una voz salió de no se donde para darme el susto de mi vida.

- Buenas noches Charlotte - me asome a ver de donde salia la voz y al alzar mi vista pude ver a Roman con un trago en su mano desde su balcón.

- Hola vecino - bromee y ambos reimos.

- Desapareciste hoy en la mañana ¿he? - menciono terminando su trago.

- Tenia que trabajar, las personas pobres como yo debemos hacerlo cada día ¿sabias? - alce mi ceja mirandolo divertida.

- Oh lo siento se me olvidaba por cierto ¿porque demonios tienes un espejo en el techo de tu habitación? - salí colocandome la toalla al rededor de mi cuerpo y se me vino una duda a la mente.

- ¿Como entraste a mi casa anoche? Recuerdo haber cerrado. - me cruze de brazos.

- ¿Porque me respondes con una pregunta? - reí y negue con la cabeza.

- De acuerdo, el espejo estaba allí cuando me mude. - me encojí de hombros evitando su intensa mirada.

- Dejaste abierto así pude pasar por tu jardín - asentí y la verguenza tiño de rojo mis mejillas al no saber más que decir.

- Debo irme no te portes mal Charlotte. - me guiño un ojo y me despedí con la mano.

Entre a la casa y me cambie por mi pijama después de darme una ducha el sueño me gano y caí profundamente en los brazos de morfeo.

El despertador volvió a sonar una vez más dandome a saber que mi día daba inicio. Como me bañe por la noche solo cepille mis dientes deje mi cabello despeinado. Me coloque unos jeans tubo color azul y una camiseta sin mangas turquesa junto a unas sandalias blancas sin tacón, tome mis cosas y salí para la boutique.

- Buen día Pnina - salude en lo que la observe hablando con una clienta que estaba de espaldas a mi.

- Charlie cariño ven para presentarte a Nikki Red es una amiga de hace años y es para ella el vestido que diseñamos juntas ¿no te alegra conocerla? - me queria morir, cuando la rubia se volteo pude ver que era nada más y nada menos que la novia de Roman Reings mi vecino.

Sentí una punzada de dolor al ver que iba a casarse y empecé a dudar un poco de sus palabras. Roman no se ve muy docil que digamos, entonces como era posible que se deje manejar de cierta forma por esa mujer cuando ni siquiera la ama.

- Hola mucho gusto señorita Red. - intente forzar una sonrisa y ella solo me observo despectivamente.

- Otra vez tu, Pnina querida ya la joven y yo nos conociamos de antes. No se como puedes permitirle trabajar a niñas así ¿sabias que la encontre con mi novio en la ducha? - menciono escupiendo todo su veneno y quise arrancarle las extensiones falsas. - Si ella fue la diseñadora de mi vestido quiero algo nuevo amiga por favor - me miro mal y se llevo a mi jefa quien me dio una confusa mirada tambíen al igual que yo puesto que jamás imagine volver a ver a esa mujer.

Respire profundo y termine de llegar colocando mis cosas en el mostrador y prendiendo el ordenador mientras dos clientas más iban entrando a la boutique.

Vecino + Peligro = -CharlotteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora