C A P Í T U L O 12

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Capítulo 12, Feliz Cumpleaños Charlotte.

Al llegar a la Boutique de novias Pnina me esperaba dentro corriendo de un lado a otra con un cortejo de damas de honor mientras la novia le hacian una sesión de fotos dentro de la tienda. Era extraño pero supongo que innovador para las nuevas tendencias de hoy día, horas más tarde cuando la boutique volvia a la normalidad Pnina apareció para saludarme pero trajo en sus manos un cupcake rosa con una velita y nos abrazamos.

- Gracias Pnina eres la mejor jefa de todas. - le dije al borde de las lagrimas ya que esta seria nuestra última semana juntas puesto que las clases empezaban pronto.

- Pasala bien preciosa. - beso mi mejilla y se despidio de mi, ella tenia que ir arreglar un vestido para una boda mañana y yo tenia que terminar las modificaciones del vestido de Nikki la novia de Roman.

Al final decidimos mentirle a Nicole y decirle que mi jefa iba a realizar otro vestido sin embargo Pnina amaba mi trabajo y solo me pidio algunas modificaciones e incluso me pagaría algo extra por ese diseño lo cual me lleno de orgullo.

Recibí mensajes y llamadas de mis amigos y mis padres fue un buen día, apague las luces tome mi celular y el resto de mis cosas para ir a mi hogar. Al abrir la puerta golpee alguien por error y deje caer mis cosas para salir y ayudar a la persona pero me lleve una linda sorpresa al ver que de trataba de Roman Reings mi vecino.

- Lo lamento mucho no te vi... - fue lo único que pude decirle, él se tocaba su cabeza donde una fina línea de color rojo rebalaba por su rostro y me sentí pésimo.

Tape con mis manos mi boca y él me dio una corta sonrisa, busque una toallita húmeda en mi bolso y se lo pase, él acepto y limpiandose la herida habló.

- Hola Charlotte es extraño mido casi dos metros y no alcanzaste a verme tienes un serio problema en la vista nena. - bromeo y me relaje al ver que no lo hice enojar como pensé.

- Roman lo siento mucho. - me disculpe y colocandome de puntas bese su mejilla.

- Vine para invitarte al cine. - jamás le conté que trabajaba aquí asumo que su horrible novia debio contarle luego recorde que es mi cumpleaños y Vanessa tenia preparado ir de fiesta.

- Oh... gracias - mis mejillas se colocarón un poco rojas - Hoy es mi cumpleaños y Vanessa preparo algo para mi ¿No deseas venir? - pregunte mientras caminabamos a la calle cerca de donde estaba su camioneta y mi motocicleta.

- No lo sabia, feliz cumpleaños Charlotte. - se acerco a mi y me abrazo fuerte, me quede allí inhalando su aroma tan varonil y encantador.

- ¿Huelo mal? - pregunto y me separe de inmediato avergonzada.

- Hueles a cielo. - le respondí sonriendo.

- ¿Y el cielo huele a...? - dudo al final siguiendo mi broma.

- Huele ríquisimo, así como tu. - acomode mi cabello nerviosa desviando mi vista al suelo.

- Eres muy tierna. Ve y disfruta con tus amigos, pasala bien. Espero otro día aceptes mi invitación Charlotte. - mi nombre en sus labios se escuchaba increíblemente bien y su sonrisa era perfecta.

Estupidamente le sonreí asintiendo viendolo irse. Observe su espalda recordando mi sueño sintiendo algo extraño en mi estomago, subio a su camioneta no sin antes dedicarme otra mirada y desaparecio en cuestion de segundos me encontraba sola en la calle de pie como una estupida.

Sacudí mis pensamientos y subí a mi Vespa para ir a casa a celebrar aunque me sentí triste al declinar la invitación de Roman. Al llegar a casa vi unos cuantos amigos en la sala, algunos ya han llegado de sus vacaciones y me hacia feliz verlos reunidos nuevamente.

Al llegar a casa reconocí el auto de Jamie, guarde mi motocicleta al entrar me esperaban en la sala Vanessa, Lily y Jamie con tragos en sus manos. Al verme soltarón los vasos y corrierón hasta mi para abrazarme, desearme feliz cumpleaños y darme algunos obsequios.

Jamie me regalo lapices de colores y varios blocks de dibujo, Lily me obsequio un collar con un dije en forma de maniquí de costura y Vanessa una pulsera para el tobillo con un dije de corazón y una llave. Les agradecí y tome mi chaqueta de cuero para subir al auto de Jamie e ir a la discoteca donde tenian planeado asistir.

Antes de subirme fui corriendo al jardín y vi a Roman apoyado en el balcón con un trago y al verme lo subio a la altura de sus ojos mirandome y sonrío, le guiñe un ojo y entre de nuevo a la casa sin embargo pude escuchar que me decia algo.

- Pasala bien Charlotte... - cerré todo muy bien y me fui con mis amigos.

- Salud... - dijimos todos al unísonido era nuestra tercera ronda de Tequila las chicas y yo eramos las únicas que podiamos beber, Jamie nos miraba divertido bebiendo una cerveza sin alcohol ya que el era el conductor.

Bailamos, reimos, recordamos anecdotas de años atrás cuando nos conocimos y todo iba bastante bien.

- ¿Quieres bailar? - me pregunto el rubio mientras observabamos a Vanessa y a Lily bailar con dos desconocidos en la pista de baile.

- Claro - le respondí poniendome de pie junto a él, caminamos a la pista de baile y perdí la noción de la cantidad de canciones me sentía demasiado ebría después de tantos tragos.

De pronto siento los labios de Jamie sobre los mios intentando adentrarse en mi boca y abrí mis ojos por la sorpresa totalmente impresionada me aleje un poco y le di una cachetada.

Camine a la salida y me arrepentí de mi actitud ya que antes habíamos ido algunas veces al cine sin embargo esta vez era distinto porque yo no deseaba ser besada fue muy extraño sobre todo cuando por un par de segundos llegué a pensar que los labios pegados a los mios se trataban de Roman.

- ¡¡Espera Charlie¡¡ - escuche sus gritos pero lo ignore.

- ¿Que te sucede? - me tomo del brazo y me giro hacia él.

- Lo lamento yo... tu me besaste... mejor me voy tomaré un taxi, adios Jamie - me despedí de él pero no me permitio marchar.

- Dejame buscar a Lily y a Vanessa para irnos ¿vale? No te vayas. - le dio un apretón a mi mano y desaparecio dentro de la discoteca nuevamente.

Me gire para ver la calle en busca de un taxi pero en lugar de eso una camioneta negra bastante lujosa estaciono sobre mi. Temí lo peor ya que sus vidrios estaban polarizados y quise correr lejos pero mis pies no respondían.

Bajarón el vidrio lentamente pero todo se veia bastantr oscuro no podia distinguir bien en la oscuridad, mire a los lados en busca de ayuda pero mis amigos permanecían dentro del lugar aun.

- ¿Te llevo Charlotte? - me agache un poco y reconocí su voz y pude respirar por primera vez en los últimos cinco minutos.

- ¿Que haces aquí? - sonreí y note que llevaba puesto una chaqueta militar sobre una camiseta blanca y su cabello suelto. ¡¡Que sexy dios mio¡¡

- Esperaba un taxi, me siento un poco... - no sabia que decirle ¿como me sentía en ese momento? ¿ebría? ¿enojada? ¿triste? ¿feliz?.

- Vamos, te llevaré a casa pero primero pasaremos por un helado. - le hice una mueca ante su extraña propuesta pero termine aceptando y subiendo a su auto. Cuando arranco pude ver a mis amigos salir corriendo de la discoteca mirando a todos lados.

Tome mi telefobo celular y le envíe un mensaje a Vanessa para evitarles preocupaciones innecesarias y me dedique a disfrutar del olor dentro del auto, de la compañia junto a mi y de lo bien que se siente mi corazón cuando esta a su lado.

Vecino + Peligro = -CharlotteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora