A g a i n

2.2K 360 69
                                    

Taehyung cortó la llamada y apagó su teléfono sintiendo como su corazón se aceleraba

¿Por que le había dicho tal cosa?

Tapó su rostro que estaba ruborizado y después de unos momentos, volvieron a él las imágenes de Jungkook sonriendo, como se le hacían unas pequeñas arrugas en las orillas de sus ojos y como sus dientes le daban ese porte de ternura.

No quería admitirlo, pero le atraía la actitud del menor, siendo un tierno y a la vez un feroz conejito, alguien que puede ser delicado y rudo al mismo tiempo.

No le gustaba, claro que no, el gustaba de Jungji, el la amaba, el estaba seguro de que buscaría a una chica ideal.

Aunque fuera bisexual, su madre siempre quiso que tuviera una persona que lo hiciera feliz a lado y ella misma le había dicho que, aún en la distancia, Jungji lo hacía feliz.

Ahora que estaban cerca, era el momento perfecto para demostrarle a su madre cuán en lo cierto estaba, tal vez no saldría con Jungji, pero si con una chica de ese porte.

Pensó en dejar de ser bisexual y dejarse llevar por el género que debe gustarle.

Aunque no pensó que en su mente solo rondara el rostro hermoso de Jungkook, él dijo que era normal, pues tenía un leve parecido a su platónica.

Debería de hacer algo al respecto ¿No?

°•°•°•°•°•

- De acuerdo, ya está todo ordenado y listo para que se haga la sesión.

- Dijiste que sería en el salón de canto.

- Vale, pero hay un alumno ahí que no se quiere ir por que esta ensayando y esas cosas.

Jin empujaba por los hombros a Jungji para que la maquillista hiciera su trabajo.

Habían llegado y se dieron cuenta que habían alumnos que estaban ensayando en el salón, así que lo hicieron en el de a lado.

- Como sea, espero que ésto no tarde tanto, este pecho falso pesa mucho y me incómoda.

Se movía los pechos y eso se le hizo gracioso a su hermano.

- ¡Cállate!

Bufó molesto y golpeado su hombro mientras una estilista le acomodaba la ropa.

- Vale perdón, sigamos con esto.

Todo, en realidad, fue rápido aunque agotador, a veces le hacían sacar más su tracero y el pecho, otra veces debía estar parada y otras más sentada de forma incómoda.

Dime ¿Qué hombre se siente cómodo cruzado de piernas, aparentemente sin incomodidad entre ellas?

Jungkook ya no aguantaba más y se notaba en su sonrisa fingida.

- Vamos preciosa, haz tu mejor esfuerzo, sonríele a la vida.

Si hijo de puta, voy a sonreír cuando tenga tu cara dentro del inodoro, maldito idiota.

Sonrió aún más dejando ver sus dientes y eso maravilló al fotógrafo.

- Eso nena, así.

- Vuelve a llamarme nena....

Jin interrumpió el casi ataque de Jungkook con un grito.

- ¡Descanso! ¡Un descanso! Vamos todos a comer algo, creo que tenemos hambre, no hay que estar de mal humor.

- Jin...

Bufó entre dientes el menor.

- Querida... ¿Quieres ir a la cafetería?

- Puedo sola, gracias.

Sonrió tiernamente y caminó como una chica con clase.

Al salir de ese salón se quitó los tacones y chilló.

- Estás mierdas me sacarán cayos, maldición.

Sobó sus, ahora, talones débiles y se quejó en lo que llegaba a la máquina de galletas y refrescos.

- Agh... Que asco, no comeré eso, ya estará caducado.

Hizo una voz chillona fingiendo ser Jungji y después de eso, se fijó que no hubiera nadie a su alrededor.

- Si.... Eso es lo que debería de decir pero.... A la mierda, es comida.

Murmuró.

Colocó unas cuantas monedas en ambas máquinas y lo que saliera se lo comería.

Después vería las consecuencias de su decisión, su estómago sufriría.

Tomó las galletas y el refresco, pensó en un lugar donde no lo vieran comer.

Así que antes de decidir a qué lugar iba a meterse, pasó una asistente del camarógrafo, Jungkook no dudó en entrar en el primer salón que vio.

El de canto, si, justo a lado de la sesión.

Suspiró cerrando la puerta tras de él y después de un silencio, se escuchó una voz grave en armonía.

Se asombró por tal voz y se adentró un poco más, había una pequeña cabina en donde hacían grabaciones de sus proyectos.

Decidió entrar del otro lado sin que el chico misterioso lo viera.

Se cautivó por esa voz tan melodiosa y decidió grabar un poco de esa melodía.

Se había escondido debajo de los aparatos de edición para que no lo notarán y cuando acabó la canción, un chico con lentes muy conocidos y ojos brillantes almendrados salió de ahí para entrar en la cabina de edición.

Mierda, mierda... ¿Y ahora que hago?

Buscó dónde esconderse pero ya era demasiado tarde, a demás de que había hecho ruido cuando se cerró la puerta y desconecto algo.

- ¿Jungji?























¿Por que tenía que ser Taehyung? ¿Por que cuando no pude dormir por su declaración? ¡Joder, que me cago en todo!

Idol SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora