S h ! t

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- Jung... Ji...

Vale... Esto se fue a la mierda, piensa rápido que puedes hacer Jungkook.

- ¡No me toques, ayuda! ¡Basta! ¡Ahhhh!

- ¿Que? Oye deja de gritar.

- ¡Ahhhh!

Comenzó a patalear en los brazos de Taehyung y se sacudía como si tuviera polvo pica pica en el tracero.

- Hey! Basta.

Le tapó la boca mientras lo abrazaba por la espalda.

- No te haré nada, deja de ser dramática, me asustaste ¿Puedes callarte ya?

Jungkook asistió y Taehyung quitó su mano lentamente.

- Lo siento.

- Ya, solo no vuelvas a gritar como loca.

Asintió nuevamente y después de un tiempo carraspeó.

- ¿Te puedo pedir algo?

- Dime.

- ¿Me sueltas?

Taehyung seguía sosteniendo sus caderas cerca de él y esto lo ruborizó como nunca, la soltó de inmediato y se volteó golpeando su cara.

- Perdón, perdón... Yo... Lo siento.

- Vale, ya no importa.

Suspiró y tomó esa oportunidad para arreglarse el jodido relleno, mientras Taehyung recuperaba el aliento y su color natural del rostro.

Algo que no consiguió, pues sus mejillas seguían coloradas.

- Debemos salir de aquí.

- Tienes razón.

Ahora Jungji, se remangó la blusa y trató de abrir la puerta, cuando sus músculos se tensaron, observó como Taehyung los miraba con confusión.

Una mujer teniendo músculos notables, no se ve todos los días.

- ¿Vas a quedarte ahí? ¡Ayúdame!

Taehyung reaccionó y se colocó detrás de ella.

- Permiso.

Susurró en su oreja y Jungkook sólo tragó hondo.

El mayor tomó suavemente los brazos de Jungji para poder jalar juntos la puerta.

Su pecho pegaba con la espalda no tan delicada de la chica.

Sentía como sus músculos de esa parte se tensaban al hacer fuerza y por momentos sonreía cuando escuchaba quejidos de ella.

- Vale... Que así no se va a poder.

La soltó y comenzó a buscar una llave.

- Debe de haber una llave aquí, no pudimos habernos quedado atascados.

- La sesión ya terminó.

Suspiró viendo el reloj de pared que colgaba en la cabina.

- ¿Soy yo? O hace un calor de los mil infiernos.

Taehyung limpiaba un poco de sudor que caía en su frente.

- Es por que estamos encerrados bobo.

Entre los dos buscaban por todas partes alguna llave o algo que los ayudase a salir de ahí.

De vez en cuando uno miraba al otro y se quedaban inspeccionando los movimientos de ese cuerpo.

Para después cruzar miradas y separar la vista de inmediato.

- Me voy a morir.

Jadeo cansado Jungkook mientras se sentaba en el piso.

- El agua se acabó y mis labios están resecos.

Lamía una y mil veces esos deliciosos labios.

- Hace mucho calor.

Chilló la chica mientras con una hoja se echaba aire, después bufó viendo como su cuello se empapaba de sudor.

- Nos moriremos fritos.

- Gracias por tus ánimos Taehyung.

Dijo sarcástica y sonriendo.

- Vale, lo bueno es que morirás a lado de un chico atractivo.

- Oh si por supuesto, señor alta autoestima.

Rieron.

- Oye, en verdad me heriste.

Taehyung tocó su pecho en donde se hallaba su corazón y fingía dolor.

- Vale, lo siento, si eres atractivo.

- ¿De verdad lo crees?

Se acercó a ella con una ceja levantada.

- Taehyung... No empieces.

- ¿Que hice?

Se quejó y se sentó a lado de ella, tratando de no dejar secar esos labios.

Joder... Que guapo.

Cada vez que lamía sus labios Jungkook no podía evitar sentir cosquillas en su barriga, más cuando sin querer, le pillaba viéndolo.

- Estoy muy sudada... Eso es asqueroso ¿No?

- Una chica como tú no debería decir eso, eres hermosa en donde sea y como sea, incluso durmiendo.

Sonrió al recordar la foto que tenía.

- Nadie me ha visto durmiendo.

- Vale, yo sí... ¿Recuerdas la foto que borraron de inmediato de tu cuenta?

- ¿La tienes tu? No puede ser.

Pegó su cabeza a la pared en forma de vergüenza y frustración.

- Sip y te ves hermosa, mira.

Sacó su celular y le enseñó la foto, lo más raro era que esa foto le fue tomada después de una ducha, osea siendo Jungkook, su hombro desnudo podía mirarse y sus cabellos rebeldes en su rostro, dándole un hermoso contraste, su cabello estaba húmedo y sus labios entre abiertos.

- Que horror.

- Eres linda, hermosa... Una princesa, no se qué más decir para que creas que lo eres, eres un ángel, mi ángel...

Sonrió mirándola y observó ese bello brillo en sus ojos antes visto en otra persona, por alguna razón se sentía más nervioso, estaban demasiado cerca, pero ninguno se movía.

Jungkook sólo lo miraba a los ojos perdiéndose por completo en ellos y Taehyung trataba de descifrar quien más tenía ese brillo en tales ojos obscuros y hermosos.

Entonces recordó, aquella vez que le tapó la cara a Jungkook y solo dejó a la vista sus hermosos y brillosos ojos.

Inspeccionó más cerca sintiéndose jodidamente nervioso y ansioso, recordando a ese chico roba lugares, su sonrisa y esos labios.

Pasó su mirada a los labios entreabiertos de Jungji que tenían un leve de bálsamo con un toque de rojo carmesí, se veían suaves y delicados.

Jungkook estaba más que ido, el hecho de que le esté mirando así lo ponía mal, desde un principio conectó con él y había visto muchas facetas suyas.

Le gustaba, no lo negaría, tal vez no han pasado mucho tiempo juntos, pero conocen perfectamente las facciones del otro.

Le gusta.

Jungji cerró los ojos y Taehyung tomó esa oportunidad, era ahora o nunca, debía hacerlo, debía enterarse, debía saber.

La besó...


































Más bien... Lo besó.

Idol SecretDonde viven las historias. Descúbrelo ahora