GATO ~Chenmin~

II. AMIGO

Jongdae llegaba al centro de rehabilitación todas las tardes para visitar a su hermano. Jongin se veía mal, realmente mal, aunque el doctor Wu aseguraba que verse como un cadáver era completamente normal durante la primer semana.

—¿En dónde está Kyungsoo? —Jongin preguntaba frecuentemente.

—Él está bien —Jongdae siempre respondía de forma evasiva.

Cada día, antes de salir del lugar, Jongdae veía al gato. El interno siempre se andaba por las sombras, merodeando y siguiendo a Jongdae con su andar felino, pero sin acercarse a él. Siempre había un momento en donde sus miradas se encontraban y ambos sonreían con una emoción que provocaba sensaciones parecidas en cada uno.

Durante el día, Jongdae se descubría a sí mismo pensando demasiado en el interno, porque Minseok había acaparado su atención a un punto en que la curiosidad por saber quién era y las ganas de acercarse para escuchar su suave voz incrementaban de forma alarmante con cada minuto que transcurría sin piedad en el lento reloj.

"Es normal que te sientas tan curioso, el chico es todo un caso"

Se decía Jongdae a sí mismo cada tanto, pero en el fondo no podía engañarse a sí mismo. Jongdae sabía que la atracción por tan extraño sujeto se estaba pasando de lo normal. Pero no se extrañen, Jongdae nunca ha sido normal del todo. Puede que las personas que lo conocen te digan que el personaje de peculiar sonrisa es amable, sagaz, divertido, extrovertido y listo. Si le preguntas a Jongin, él probablemente agregaría un par de adjetivos más, como; protector, cariñoso y muy persuasivo.

🐱⚡🐱⚡🐱

—Jongdae —Kris llamó su atención—, si alguien más nota tu interés en él, podrías terminar viviendo aquí adentro tú también.

Jongdae sonrió apenado, a los ojos del psiquiatra se veía adorable.

—Lo siento.

Jongdae sabía eso, pero ¿quién no se ha sentido atraído por lo prohibido alguna vez?

Habían pasado diez días ya desde el ingreso de Jongin al pequeño centro de rehabilitación, pero tanto Kris como Jongdae sabían que la urgencia de este último por llegar puntual a la hora de visita, a las dos de la tarde, también se debía a alguien más.

—Es un caso extraño, entiendo que sientas curiosidad por él —dijo el especialista en un tono comprensivo, haciendo eco a los pensamientos de Jongdae.

—¿Qué es lo que le sucede? —Jongdae se sintió incapaz de guardar silencio. Kris frunció su ceño.

—No deberíamos hablar de esto, no es ético —el médico expresó en voz baja.

—No le diré a nadie —murmuró Jongdae, ganándose una mirada escrutadora por parte del alto, rubio y apuesto doc.

—Se le llama licantropía clínica. No sabemos qué lo llevó a considerarse un felino particularmente —Kris al parecer decidió confiar en Jongdae—. Lo hemos catalogado como esquizofrénico por varias de sus orientaciones, pero en realidad no sabemos si es eso o si todo se debe a algún trauma. Se niega a hablar y pensé que se debía a su licantropía, pero en cuánto te habló a ti supe que no se trata de eso. No hay registros de una vida, la policía no encontró nada, ellos lo encontraron herido en un callejón sin ninguna pertenencia y lo llevaron a un hospital, pronto se dieron cuenta de que sus problemas eran de salud mental más que fisiológica, por lo que lo trasladaron a aquí. Además de estar golpeado como si alguien le hubiera dado una paliza, no habían evidencias de algún otro abuso, pero no podemos asegurar que no haya sucedido antes.