Subí a la Hybrid de Alex cuando este me abrió la puerta. El tiempo se me acababa; había pasado un buen rato con él, sin embargo para mí pareció sólo la prolongación de lo que dura un suspiro y ahora iba a ponerle final al día, a mi tarde con él.
Condujo hasta el departamento de Sharon, y en el camino casi no hablamos debido a que mi cabeza se encontraba hundida en pensamientos, buscando alguna manera de explicar la situación. Situación que a Alex parecía no preocuparle.
Cuando llegamos y él estacionó frente al edificio, me congelé en el asiento porque aún no tenía el pretexto ideal para decirle a Sharon. Hoy era una de esas noches en las que la cabeza no me daba para más, más que para sostener el cabello.
El rugido del motor se detuvo y el silencio se produjo al instante.
-Listo, subamos rápido-dijo, Alex, satisfecho del tiempo que había tardado en llegar. ¿Veinte minutos se le hacía poco?
-Espera-le sujeté del brazo antes de que bajara. Me miró, intrigado.
-¿Qué vamos a decirle?-pregunté.
-¿A quién?-inquirió, confundido.
-A Sharon-dije, obvia.
-¿Por qué?-su ceño levemente fruncido me decía que no estaba fingiendo confusión.
-Por la hora a la que llegamos, porque estamos juntos, querrá explicaciones-intenté explicarle, desesperada, la culpa me estaba comiendo por dentro.
Alex rió por lo bajo.
-Pues le diremos la verdad, ¿no?-dijo- Que salimos a la feria y que pasé a saludar a Gaspar.
-Pero...
-No hicimos nada malo, _____-me interrumpió, pero aun en la oscuridad de la noche pude ver el brillo ladino que sus ojos desprendían con persuasión. Y el tono de voz cínico que salía de sus labios carnosos. Tuve que hacer un esfuerzo sobrenatural por no aproximarme a ellos, para acallar los ridículos latidos de mi corazón que podrían dejarme en evidencia. Tuve que obligarme a retener a la cordura para no contradecir a lo que él acababa de decir.
La oscuridad sólo me hacía desearlo más. Me hacía querer acercarme de una manera casi incontrolable. Pero la voz en mi cabeza mascullando el nombre de mi mejor amiga impidió todo tipo de incoherencia que mi mente pudo haber producido.
-______-me llamó, haciendo que regresará al momento-. ¿Estás bien?-preguntó.
-Sí, yo... sí-tartamudeé.
-Bien-se bajó del auto y quise quitarle la oportunidad de ser caballeroso, porque todo aquello no ayudaba mucho en el asunto del enamoramiento absurdo en el que ahora estaba metida. Pero la puerta no abrió. Él rápidamente se encontró de mi lado y él mismo la abrió para ayudarme a bajar.
Subimos por las escaleras hasta el tercer piso y llegamos por fin al departamento. Alex parecía relajado más sin embargo yo seguía sintiéndome culpable.
Abrí la puerta con el corazón palpitante de desazón y visualicé por un momento cómo debía ser el mundo.
Alonso se encontraba con Sharon y ambos miraron al instante hacía donde Alex y yo, la expresión de cada uno era distinta, la de Sharon era un rostro inquieto, preocupado, sin duda; la de Alonso estaba tranquila, serena. Me pregunté cuál sería la mía.
-¡Oh allí están!-exclamó Sharon y corrió a abrazarnos a Alex y a mí.
Me quedé quieta, confundida.
-Bestia, ¿por qué no te llevaste tu celular?-me dijo- Alex, ¿por qué no respondías el tuyo?-inquirió al interpelado.
Más que una amiga que se sintiera engañada o especulando alguna artimaña parecía madre preocupada como cuando sus hijos no llegan a casa y pasa de la media noche. Me sentí más culpable que antes.
-Lo siento, amor-dijo Alex, y en la última palabra el corazón se me encogió adolorido-. Llevé a _____ a la feria, ¿recuerdas que me contaste que jamás había ido a una? Bueno, quise hacer algo realmente lindo por ella-me miró y me sonrió, pero con una de esas sonrisas que te dan los amigos: expansiva y sin rastro alguno que me hiciera confundir-. Y además, pasé a saludar a Gaspar, recuerda que hoy es su cumpleaños. Por cierto, te mandó saludos-se acercó a Sharon y besó su frente.
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Manual De Lo Prohibido|| Alex Casas
Teen Fiction¿Alguna vez has deseado algo prohibido? Como si esa cosa estuviera en la lista del "No toque, ni codicies" pero que cada momento te incita más y más a tenerlo.