-Volveré a California, Logan-sollocé.
-¿Por qué? ¿Por qué tan pronto?-inquirió, más confundido que antes.
La voz se me atoró en el nudo de la garganta, impidiéndome hablar. Me sentía fatal de confesar mi pecado.
-Hice algo muy malo, Logan-admití y halé la puerta para abrirla, luego me subí al auto. Todo lo hice tan rápido que no le di oportunidad para hablar.
Corrió hacía el otro lado del auto y subió de la misma manera que yo.
-¿Qué tan malo pudo haber sido como para que te obligué a irte? -quiso saber.
-Muy, muy malo -las lágrimas eran el vivo recuerdo de la noche anterior e incluso de esta misma mañana.
-Por favor, ______, no me asustes. ¿Qué hiciste?
Lo miré, con los ojos empañados aun y mis labios temblaban con las palabras a punto de salir.
-Anoche me embriagué...
-Oh, vamos ______, eso no es tan malo... -el alivio huyó de su rostro cuando continué hablando.
-...y besé a Alex -confesé, tratando de ahogar el nudo en mi garganta.
Entonces se le desplomaron las cejas de sorpresa y desconcierto.
-¿Qué? -preguntó, incrédulo.
Me llevé las manos a la cara, intentando al menos ocultar mi rostro avergonzado y las lágrimas que lo bañaban, ya que no podía pararlas.
-¿Besaste a Alex? ¿Pero cómo? ¿Por qué? -sus preguntas sólo sirvieron para que el dolor me sucumbiera más, sin contar que la cabeza estaba por explotarme.
-¡Por estúpida, Logan! -solté, retirando las manos de mi rostro para elevarlas en modo de desesperación- Sharon se dio cuenta de que Alex no era el mismo y el domingo pasado a la muy idiota de mí, se le ocurrió bailar con él en plenas narices de su novia. Debí imaginarlo, ¿sabes? Hasta la persona más estúpida lo hubiera reflexionado, pero se trata de mí, ¡claro! la idiota de mí-farfullé, atropellando las palabras.
-_____, tranquila -me tomó del brazo y sentí su tacto cálido sobre mi piel-. Cuéntame con más calma y sin insultarte -me pidió.
Suspiré, yo no sabía cómo es que esperaba que no me insultara a mí misma. Me merecía toda clase de insultos habidos y por haber. Pero traté de tranquilizarme.
-Alonso me lo dijo -continué-, y me pidió que fuera... sensata y lo primero que hago es ir a embriagarme para olvidar el dolor por romperle el corazón a mi mejor amiga, dime ¿qué tan sensato es eso?
"Alex fue a buscarme al lugar cuando estaba borracha, me sacó de allí y me hizo subir a su Hybrid... Casi le confieso que lo amo -la voz volvió a quebrárseme- y luego de una ridícula discusión me quedé dormida. Cuando desperté me di cuenta de que no estaba en el departamento de Sharon sino en la casa de Alex, acostada en su cama -el recuerdo apareció nítido en mi mente, como si fuese una película que se estuviese proyectando con bastante claridad-, musité su nombre y él se acercó a besarme en la frente para desearme buenas noches - ya no estaba tan segura de que mi voz tuviera sonido, pero Logan seguía mirándome atento-. Sujeté su rostro entre mis manos y lo besé, simplemente lo besé -me perdí por un momento en el recuerdo.
-¿Y Alex qué hizo? -inquirió.
-No se apartó... ¡No se apartó! Yo tuve que detener aquello porque si no... -entonces mi voz se perdió entre las lágrimas que me ahogaban la garganta.
-Tengo varias cosas qué decir, pero primero... -abrió sus brazos y me abrigó en ellos y yo, derramé allí todo mi dolor.
Lloré inconteniblemente sobre su hombro, porque me sentía sola; sentía que tarde o temprano así me quedaría. Sola.
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Manual De Lo Prohibido|| Alex Casas
Teen Fiction¿Alguna vez has deseado algo prohibido? Como si esa cosa estuviera en la lista del "No toque, ni codicies" pero que cada momento te incita más y más a tenerlo.