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Ya he dicho que el amor hace que la gente se vuelva tonta, y tal vez por eso, se me hizo tarde para buscar a mis hermanos. Después se me pegaron los ravioles de zanahoria que mi madre había dejado para el almuerzo. Pero la culpa de todo no sólo la tenía Julia, la tarde anterior había estado en la casa de Castaño mirando Casablanca. Y me había quedado emocionado. Mi abuela se quedó en casa con Valentín y Josefina y yo partí rumbo al descubrimiento cinematográfico.
  Dejar a mi abuela no es cosa sencilla, obvio, hay que tolerar sus preguntas: ¿Tienen hambre? ¿Les preparo algo? ¿En serio les gustan esas porquerías que prepara tu madre? ¿Ya te vas? ¿Llevás ropa interior limpia? ¿Qué va a decir la gente si tenés un accidente? Con respecto a esta última pregunta, siempre creí que si tenía un accidente la gente diría: "¡Pobre muchacho! Lo atropelló un auto, está tirado en la calle, descerebrado, sangrando... y además tiene la ropa interior sucia. ¡Qué horror!".
  El fanatismo de Castaño superaba todo lo imaginado. En la puerta de su habitación hay un póster que dice Everybody comes to Rick's. En el interior, otro de Humphrey Bogart con Ingrid Bergnan. En la cabecera de su cama otro de Bogart apoyado en el piano. Castaño se sabía todos los diálogos de memoria, desde el principio al final. La película avanzaba y los repetía en voz baja. Desde arreste a los sospechosos de siempre, cuando matan a los correos nazis. O, ¿son los cañones o los latidos de mi corazón?, cuando los alemanes están entrando en París. O la última, me parece que este es el comienzo de una bella amistad.
   Al principio me aburrí un poco, no estoy acostumbrado a las películas en blanco y negro, y tanto fervor por parte de Castaño me abrumaba. Pero cuando cantan la Marsellesa frente a los hombres de la Gestapo, se me puso la piel de gallina.
  Después, Castaño me abrumó con su sapiencia, dijo que Casablanca era única porque roza la genialidad y no porque la logra. Que la gran actuación de Ingrid Bergman se debe a que el guión lo iban escribiendo a medida que filmaban, entonces ella no sabía si se quedaba con Víctor o con Rick, hasta que filmó esa escena. Que en la última escena construyeron mal la escenografía, entonces los extras son enanos, por un error de perspectiva. Que en Casablanca todos aquellos que tienen pasiones impuras fracasan, sólo los que tienen pasiones puras obtienen lo que quieren. Que ahí ocurre de todo: amor, muerte, espionaje, persecuciones, música, patriotismo y seducciones. Que todos los clichés y los estereotipos están juntos; el del héroe cínico y desengañado, el de la heroína enigmática y fatal, el de la última frontera (como en las películas del oeste o la legión extranjera), el del héroe purísimo, el de los malos malísimos. Que un cliché y un estereotipo provocan risa, pero todos juntos conmueven.
  Y más, mucho más. Sabía todo, todo. Castaño, el obsesivo.
  Me aterró que alguien de mi edad pudiera saber tanto sobre cualquier cosa. Sentí que había desperdiciado mis trece años de vida.

NUNCA SERÉ UN SUPERHÉROE (Antonio Santa Ana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora