Por más que el joven Steven le echara azúcar a su café éste le daba un simple sabor insípido, no importaba las veinte cucharadas del saborizante, nada endulzaba su lengua.
Seguía teniendo esa sensación amarga establecida en toda su cavidad bocal. Emociones estresantes como la intriga, miedo, curiosidad y coraje, no estar al tanto de los que ocurre ahora con su Connie lo carcomía, sí, tan solo había transcurrido un día, un día sin ser testigo de la más grande belleza del mundo y ya se sentía miserable.
—El desayuno se va a enfriar —. Ecuchó advertir por parte de Perla.
—No tengo hambre —. Afirmó indiferente.
—Vamos viejo, solo han pasado 24 horas. —le comentó Amatista llevándose un emparedado a su boca. —Abemas ista cun Janie. —trató de vocalizar la chica, sin embargo, el alimento que estaba ingiriendo evitó ese sencillo acto.
—¡Eso todavía es peor! —El chico se escondió en sus brazos con melancolía ante lo dicho por la pelipurpura.
—Todo estará bien entre más rápido empecemos a tratar este caso —. Animó Garnet llegando al comedor. —Y somos buenos cuidando a la gente.
—¡P-Pero mí Connie! ¡N-No puedo! ¡Me voy! —con mirada decidida se levantó de golpe del comedor, dispuesto a irse incluso si se avecina una tormenta con relámpagos.
—¡Detengalo! —gritó con preocupación Perla apuntando hacia la dirección del chico.
—Yo me encargo.
—¡Amatista! —la mencionada ahora se encontraba encima del cuerpo de Steven, montándolo como si el fuese él caballo.
—¡Listo! —afirmó la chica con indiferencia levantando el dedo pulgar en forma de afirmación.
—¡No! ¡Dejenme! —se quejó.
—Steven, entiende, entre más rápido terminemos el caso más rápido iremos a casa. —Con total seriedad le afirmó Garnet.
—¡Bien! Cómo sea. Vamos por ese criminal.
***
Normalmente una persona normal al momento de indagar su pasado puede recordar lindos fragmentos de su familia, entre ellos se inunda la alegría.
Todos menos Jamie. A llegado a pensar que el mismo destino tiene preferencias en personas, aún sabiendo eso, él no se pondría melancólico o triste, él sonreiría a cualquier costo y le ganaría al cruel destino.
Si nos situamos alrededor de nueve años atrás encontraremos a un niño sonriente escondiendo un torbellino de emociones que ni él mismo podría soportar en ese pequeño cuerpo.
El no era ni rico ni pobre, puede recordar con amargura los peluches y juguetes que su tío le llegó obsequiar. ¿Qué es lo qué harías sí ves a tus padres discuten al grado de golpes? ¿O si tu padre es un alcohólico? ¿O también si tu madre te quiere vender? Un poco difícil, ya que la mente que tenía en esa época Jamie era la de un niño, un niño con sueños grandes quebrándose de manera lenta.
A sus nueve años de edad ya había sido víctima de acoso familiar y de un abuso sexual por una familia rota. Él es un experto en la actuación por lo que no se le dificultó mantener un semblante en su rostro.
Jamie ahora podía escuchar el grito del público aplaudiendo por el gran espectáculo que habían dado sus compañeros, sin embargo, él en esos momentos esta encerrado en una burbuja que más de una vez le ha pasado estar. ¿A donde podrías ir siendo solo un mocoso?
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I'M ALONE: La Pequeña Payasa #FanficAwards2017[Steven Universe] Stevonnie
Fanfiction"Nunca debí nacer, nunca debí existir, no tengo derecho a nada, y aún así respiro, ¿qué es amor? ¿Algo con lo que se puede comer? Tampoco lo sé, sin embargo, me he enamorado, algo prohibido para un ser corrupto como yo" ¿Libertad? ¿Qué es eso? Aquel...