La Continuación (Vida Después De Violetta 3)

MI MAMÁ (CAPITULO .184.)

(LUDMILA)

Salí del ensayo como cada tarde, sabía que Federico no me esperaba fuera ya que había quedado con él en encontrarnos en casa porque él iba a salir más tarde del estudio, cuando me despedí de mis compañeras me dispuse a emprender el camino hacia la parada de taxis, mientras caminaba escuché mi nombre:

• ¡¡¡Ludmila!!!! – ESA VOZ ME HIZO TEMBLAR – ¡¡¡LUDMILA!!!

• No tengo nada que hablar contigo – LE DIJE A MI MADRE –

• Soy tu madre.

• Ya lo sé y te perdono por haberte comportado como si no lo fueses durante toda mi vida.

• Necesito hablar contigo.

• Yo no lo necesito y si de verdad es cierto que cambiaste, demuéstramelo respetando mi decisión.

• Yo soy tu familia.

• No, mi papá es mi familia, Germán, Angy, su hijo, Angélica, Violetta, León y Federico son mi familia, tú eres mi madre pero nada más.

• Yo sé que cometí errores pero tú papá ya me los hizo pagar, me quitó mi casa, mi dinero y hasta te alejó de mi.

• De ti me alejaste tú sola, y la casa y el dinero nunca fue tuyo, son de mi papá.

• Tienes la cabeza llena de malas ideas.

• Por primera vez en mucho tiempo tengo la cabeza llena de buenas ideas, soy feliz mamá y quiero seguir siéndolo sin estar cerca de ti.

• No puedes abandonarme.

• Tú me abandonaste a mi así que si me acostumbre a vivir sin ti ahora no vengas reclamándome nada.

• Pero soy tu mamá.

• Y yo era tú hija cuando hiciste tanto mal.

• Eres como yo.

• No mamá, eso es lo que siempre me has hecho creer pero no es verdad, no soy como tú, yo si soy capaz de amar.

• Ludmila, ¿te está molestando esta señora? – PREGUNTÓ STEFANO BAJANDO DE SU COCHE –

• No, esta señora ya se iba.

• No me voy a ir a ningún lado – ME DIJO AGARRANDO MI BRAZO –

• Suéltela ahora mismo – LE DIJO STEFANO –

• Es mi hija – LE CONTESTÓ ELLA –

• Me da igual quién sea, ella no quiere ir con usted y por lo que veo tampoco quiere estar aquí.

• Stefano vete, se arreglármelas a solas.

• Ni de coña – ME DIJO AGARRANDO EL BRAZO DE MI MADRE PARA QUE ME SOLTASE – Suéltela – LE DIJO –

• Vamos a hablar tarde o temprano y vas a estar de mi lado, te guste o no – ME DIJO SOLTÁNDOME DE MALA GANA –

(LUDMILA Y STEFANO)

• ¿Estas bien?

• Si, gracias – LE CONTESTÉ –

• Entra en el coche, te llevo a casa.

• No hace falta.

• Ludmila estás temblando, por favor permíteme llevarte a casa – ME DIJO ABRIENDO LA PUERTA DEL COCHE PARA MÍ –

• Gracias – LE DIJE ENTRANDO EN EL COCHE –

(DE CAMINO A CASA)

• ¿Era tu mamá?