Capitulo 3.

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Un encuentro y un dolor de cabeza.

***

Y allí estaba Jin, muriéndose en la cama por la maldita jaqueca. No podía recordar nada más que a una chica extraña restregando todo su cuerpo en él, una imágen desagradable a decir verdad ¿Cómo se permitió terminar en esa situación? Lo peor era que en aproximadamente una hora debía estar llegando a la oficina ¿Quién en su sano juicio sale un jodido día entre semana?

Definitivamente un idiota como él.

Además estaba odiando muy internamente al bastardo de Ken ¿Desde cuándo se dejaba llevar por Ken? ¡En que estaba pensando! En una noche hizo lo que había hecho jamás.—Maldición.—Suspiro arrugando la cara al sentir otro dolor punzante en su cabeza.—Nota mental: Nunca, jamás ni en cien años volvere a tomar otra gota de alcohol.—Se levantó decidido a ir por una aspirina para aquél dolor tan insoportable.

Llegando a la cocina abrió la pequeña caja con medicamentos que tenía sobre el refrigerador, sacó unas dos pastillas llevándolas a su boca bebiendo un poco de agua.—No más alcohol.—Habló para si mismo una vez más.—Never ever...—Canturreo dirigiéndose ahora al cuarto de baño, tenía aproximandamente 20 minutos para estar totalmente listo e irse a su jornada laboral.
Aunque claro, esos 20 minutos fueron equivalentes  a una hora.

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El jóven hombre entro a la editorial con una muy mala cara, tan mala que hasta su asistente se asusto ya que aquéllo no era normal en su jefe, y bueno todo el departamento de editorial estaba consciente de que cuando SeokJin llegaba de mal humor era absolutamente perjudicial para todos, muy absolutamente.

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Al final del día todos dieron gracias a Dios porque la jornada laboral había terminado. Jin ya se había marchado y todos rogaron porque al día siguiente llegará con el humor habitual.

Jin ya estaba sacando el auto del estacionamiento partiendo rumbo hacía su casa, lo único que quería pensar era en llegar a tirarse a la cama, encender el televisor y ver toda una maratón de Friends, Friends era una medicina para sus días malos.

Ya a mitad de camino se detuvo en un semáforo y una pareja tomados de la mano cruzó. Por un momento pensó que sería lindo tener una relación con alguien.

Sin embargo, desecho la idea inmediatamente poniendo en marcha el auto. Él no necesitaba eso, las relaciones eran aburridas y no eran su estilo, su estilo era él, él era su propio estilo y no necesitaba a nadie más que él mismo.

Pero otro pensamiento de llegar a casa y acurrucarse en la cama con alguien a ver una maratón de Friends le llamó bastante la atención. Porque sí, él definitvamente necesitaba estar con alguilen que gustara de Friends o si no ya no tendría sentido.—¿Qué estoy pensando?—Se dijo así mismo con incredulidad al caer en cuenta de sus pensamientos repentinos.

Dejando de lado todo aquél hecho, llegando al edificio donde vivía se detuvo en la tienda de alimentos que quedaba al lado.

Se bajo adentrándose al lugar, saludo al dueño y caminó directo a tomar una caja de leche junto con una de cereal—Llegar cocinar no estaba en sus planes— Cuando se dirigió a la caja pudo divisar a NamJoon pagando algo, se emocionó. ¿Por qué demonios se emocionó?

«Neighbors» (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora