Capítulo 40.

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No me hables de amor.

***


—Soy un imbécil...—Dijo con un tono de culpabilidad palpable en su voz. SeokJin soltó una leve risita.

—¿Y hasta ahora te das cuenta de eso? ¿Viniste hasta aquí para hacerme perder el tiempo de esta manera? —Cuestionó con cierto grado de sarcasmo, NamJoon soltó un suspiró y pasó su manos por su cabellos viéndose frustrado.

—No Jin. Vine porque quería solucionar las cosas. —Esta vez su voz se escuchó más firme ganándose la atención total del contrario. —No espero que vuelvas conmigo, eso lo sé. Soy un idiota por mis acciones, pero soy una persona consiente de sus consecuencias. No vengo en busca de una reconciliación, vengo en busca de una mínima tranquilidad personal—Se detuvo clavando sus ojos en el mayor—No puedo vivir sabiendo que me odias, Jin. —Terminó al fin, Jin no dijo nada de inmediato, mas se río al escuchar. NamJoon mostró una reacción perturbada que después cambio a un semblante serio y relajado, él no podía esperar menos.

—¿Qué te hace creer que eres tan importante para generar ese sentimiento en mí?

—El simple hecho de saber que en un pasado me amaste. —Respondió con cierta molestia, aunque él no tenía ningún derecho de sentirse de esa manera después de todo. Jin cambió su expresión de una irónica, a una de enojo.

—¿Vienes a burlarte de mí ahora? —Preguntó sin apartar su vista de la de NamJoon.—Si es así, te informo que la puerta está abierta para que te abras paso y te largues.

—¿Cómo puedo burlarme de un sentimiento que era mutuo?

—¿Mutuo? —Dijo con diversión. —No me hagas reír.

—No puedes dudar del amor que te tenía.—Contradijo la respuesta dada.—Yo te amé Jin, y aún lo hago.

—¡No me hables de amor cuando te largaste sin importarte nada, NamJoon!—Se levantó de su lugar estando inquieto de repente, empezó a caminar de un lado a otro sintiendo su molestia incrementar con el paso de los segundos.—Te pregunte durante semanas qué demonios te sucedía y ¿qué obtenía de tú parte? ¡Nada! Una estúpida respuesta vaga que no me decía absolutamente nada.—Elevó su voz sintiendo la necesidad de finalmente sacar todo aquello retenido durante los últimos meses.—Y entonces te comportabas como un idiota conmigo cuando lo único que yo hacía era preocuparm...—Fue interrumpido.

—Jin, era difícil para mí explicarte mi situación tan estúpida.—Respondió sereno, la mirada amenazante que le dio SeokJin le dijo que no continuara.

—¡Yo no merecía esa mierda, NamJoon! No merecía que me dejaras tirado sólo en una cama, cuestionándome todas las malditas noches «¿Qué hice mal?»—Su expresión ahora reflejaba tristeza, NamJoon sintió una sensación punzante golpear su pecho al escuchar a Jin decir esas últimas palabras.—Yo no merecía que me desecharas como si fuera un pedazo de basura.—Le mantuvo la mirada por una fracción de segundo, sin embargo, la apartó luego al ser consciente de las lágrimas queriendo salir. No le muestres más debilidad se dijo así mismo cuando suspiro intentando tranquilizar sus nervios

—Yo sé que no lo merecías, cariño.—Habló después de unos pocos minutos de un silencio que parecía interminable, Jin había reposado sus manos en la mesa alta cerca de la cocina, su respiración seguía siendo algo irregular y NamJoon estaba al tanto de ello, le estaba dando la espalda, el moreno sintió las ganas de ir y tomarlo entre sus brazos, pero se contuvo por respeto al mayor.

—No me llames de esa manera.—Espetó Jin con ira. NamJoon suspiró sintiéndose rendido, Jin no lo iba a perdonar ¿qué caso tenía estar ahí causándole más daño? Tal vez debió mantenerse escondido en las afueras de la ciudad y jamás volver.

—Nunca hice nada adrede, Jin. Yo no deseaba lastimarte, ese nunca fue un objetivo para mí. —NamJoon ya se encontraba de pie a unos cuantos pasos de él cuando Jin se giró con la intención de encararlo, mas la distancia se acortó un poco por su movimiento.

—¿Cuál era tú objetivo entonces? ¿Hacerme creer que me querías simplemente para poder conseguir un buen polvo?—NamJoon frunció el ceño al escuchar esto último. La mirada de Jin era completamente espeluznante y llena de sentimientos poco positivos, esa mirada dulce que NamJoon tanto conocía ya no existía para él.

—¿Desde cuándo lo nuestro fue algo tan netamente sexual, Jin?—Su voz ahora sonaba molesta.—¡Quién te escucha teníamos sexo todos los malditos días como conejos!—Exclamó estando casi al borde.—Nos encontrábamos Jin, cuando las caricias suaves y los besos cortos no eran suficientes. Cuando sentíamos la necesidad de demostrarnos mutuamente lo dispuesto que estábamos uno del otro. Cuando la necesidad de demostrar lo mucho que nos amábamos era demasiado exigente.—Se acercó finalmente tomando el rostro de Jin en sus manos y sin apartar su mirada fija.—Nunca pienses que te tomé como un buen polvo.

—Me dejaste después de haberte acostado conmigo esa última noche.—Jin hablo bajo, pero el tono de reclamo no pasó desapercibido para NamJoon. El moreno se separó y pasó una mano por su rostro viéndose casi en el límite, luego su mano se fue a su cadera y caminó de un lado a otro intentando calmar sus propias emociones.

—¡No te utilicé, Jin!—Casi grito cuando se giró una vez más para mirarlo.—¡No soy tan canalla como para hacer tal cosa!—Su voz sonaba completamente desesperada y el mayor dio un leve respingo en su lugar cuando sintió las manos de NamJoon sobre sus brazos.—Esa última vez Jin...—Se detuvo pensando muy bien en sus palabras sin querer cagarla aún más.—Te recuerdo que fuiste tú quién se entregó sin ningún titubeo.—Jin respiró hondo y soltó el aire contenido cerrando sus ojos evitando que NamJoon pudiera ver qué tan mortificado se sentía.

—Me entregué a ti esa última vez...—Comenzó diciendo aún sin conectar su mirada con la del menor.—Porque pensé que te quedarías si veías mi manera de pedirte que no te fueras.—Finalmente abrió sus ojos vidriosos por las lágrimas que querían escapar y sonrió con tristeza.—Creí que si te decía lo mucho que necesitaba que me hicieras el amor no te irías, NamJoon. Creí que si sentías el fuerte lazo que nos unía, te quedarías conmigo y volverías a ser el mismo. Creí que, entregándome a ti, sabrías que si te irías mi corazón se iría contigo—NamJoon sintió nuevamente el dolor punzar su pecho, un remolino de sentimientos rodearon su cabeza y decir que él se sentía el ser humano más despreciable que podía habitar el planeta era algo muy mínimo a como se estaba sintiendo en ese momento.

Jin levantó sus brazos logrando zafarse del agarre del menor, paso a su lado caminando con total tranquilidad secando con sus palmas las lágrimas traicioneras que por fin había salido sin su consentimiento, estaba harto de mostrarse tan débil y susceptible ante NamJoon, pero, lamentablemente para él era casi inevitable no dejar que todas sus barreras se cayeran con NamJoon cerca. NamJoon era su debilidad, y él odiaba ese hecho, odiaba sentirse de aquella manera por el moreno. Odiaba amarlo, odiaba no querer que se fuera, odiaba el sentimiento de querer ir hacia él y besarle, decirle lo mucho que lo había extrañado y que no se fuera nunca más. Ambos eran un desastre en ese momento de sus vidas, y Jin lo sabía.

Y sobre todo, Jin odiaba esa estúpida dependencia que creo.

Para Kim NamJoon

Quiero volver a despertarme a tú lado en las mañanas, quiero que vayamos al cine y me tomes de la mano. Quiero ser una vez más esa persona que te aceleré el corazón.

Quiero que me mires y que las ganas de besarme no queden en un simple pensamiento. Quiero que me beses, con dulzura o con pasión. Pero deseo que lo hagas.

Att: Kim SeokJin

***

HOLA! Actualice antes de lo planeado(? jajaja

ESPERO LES GUSTE. 

NO SE OLVIDEN DE VOTAR:(

GRACIAS POR PASARSE, LAS AMO.

Pd: Lo último que agregué lo robé de otro fanfic que tengo jajaja. Pero sentí que también encajaba acá alv.

«Neighbors» (Namjin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora