Antes de abandonar aquel hotel donde pasaron la noche, aparcaron para llenar el tanque del auto. Levi no miraba al castaño, estaba avergonzado de su comportamiento y los pensamientos que tenía hacia querer monopolizarlo; lo pensaba durante el trayecto para que al final sólo decidiera continuar como si eso no hubiese pasado. Eren que por momentos miraba al pelinegro no hizo preguntas al respecto, sólo seguía su camino hacia el Palacio de herrenchiemsee que no estaba muy lejos pero si en una isla dentro del lago Chiemsee a 150km al Este de Linderhof.
El poblado destacaba por su pesca y sus navíos. Ellos habían aparcado sólo para tomar el ferri que los llevaría a su nueva visita; Eren quería escuchar a Levi aunque fuera un poco más pero éste parecía estar en otro lugar, sabía que no era de hablar mucho pero con el azabache había podido hacerlo sin problemas y verlo totalmente distraído no era muy común.
-Levi,¿todo está bien? -preguntó el castaño tocando el hombro del pelinegro que apenas podía sostener contacto visual.
-Si..es solo que bueno..sobre lo de anoche...yo..-intentaba explicar Levi pero sus nervios eran más fuertes.
-Me encantó, ya lo había dicho pero si no lo escuchaste volveré a decirlo; déjame enseñarte lo que es el placer -dijo el castaño interrumpiendo al azabache avergonzado que tenía de frente.
-Dios...¿como puedes decir eso sin pensarlo?
-Es que no hay nada que pensar realmente.
Levi estaba tan avergonzado que sin pensarlo ocultó su rostro entre sus manos al menos nadie los estaba escuchando pero al mismo tiempo fué atraído hacia el pecho del castaño. La gente los miraba por momentos pero a Eren le daba igual si estaban hablando bien o mal de ellos, no era la primera vez que lo notaba; le resultaba agradable la compañía del azabache y lo pequeño que era ya que podía tenerlo entre sus brazos sin problemas. A su vez, Levi se sentía más cómodo de esa manera ya que podía sentir el calor corporal de su acompañante pero sentía que su corazón escaparia de su cavidad torácica de tanto latir con frenetismo; podía sentir el viento fresco en su rostro mezclado con la fragancia del ojiesmeralda que le resultaba embriagante. El clima no se veía muy confiable, había nubes grises y era muy probable que lloviera; el ferri tenía una gran pantalla en el centro que anunciaba lo más sobresaliente del mundo y en esos momentos lo ocupaba una noticia de los famosos. La imagen familiar de la castaña era algo que nadie pudo ignorar y menos el azabache que conocia bien esa voz, las buenas nuevas eran que se casaria dentro de dos meses.
Eren que no necesitaba ver aquello solo escuchaba con atención lo que sucedia, pudo deducir en solo esas voces la felicidad que irradiaban por el compromiso; era una noticia que nadie dejaria pasar y el bullicio inició en esos momentos. La gente parecía gustar de los chismes y¿a quien no?ella era modelo reconocida pero también era parte de Alemania, suponian que representaba a su país con orgullo pero no era algo que le importara al castaño que prefirió pegar su frente en la cabeza de levi para aspirar el dulce aroma de su cabello mientras que el azabache escuchaba por momentos y se desconectaba de todo. Incluso al bajar del ferri había ignorado por completo las miradas que los seguían y hubiese sido más fácil si tan sólo en aquella pantalla no hubiera aparecido la imagen de Petra con aurou anunciando su pronta boda con una cara llena de felicidad.
Una mueca en total desagrado apareció en el rostro del castaño, sin embargo no había un ápice de dolor sentimental. Levi no hizo ningún comentario acerca de lo que habia visto pero temia por la reacción que tendría después Eren. Su personalidad aún era desconocida para el azabache y no veía nada más que aquella mueca que portaba; se suponía que sostenía algo con aquella chica pero con ello quedaba claro que era una amante más de éste. De sólo recordar lo bien que se la pasaban aunque lo hubiese escuchado una vez era más que suficiente para hacerle entender que no debía sentir culpa por acostarse con su jefe puesto que no existió una relación entre esos dos.

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Mein Liebchen
RandomEren lo eligió sin pensar para saciar lo que le provocaba el mirarlo, inició un juego de placer donde ambos se fundian en un sólo cuerpo desbordando pasión sin sentimientos de por medio para beneficio propio, la codicia bien justificada de uno y el...