Continuación

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Después de aquella pequeña pero emotiva cercanía, las cosas entre Eren y Levi parecian ir mejorando. Poco a poco el temor de despertar sólo se disipaba, Eren se quedaba más en casa tratando de compensar el tiempo que estuvo ausente; se habia perdido de mucho a causa de su orgullo que no le permitia ver todo el error. Compartían la misma cama cada noche, un obstáculo menos entre ellos y un paso hacia un nuevo inicio fuera de las dudas. Las noticias crecían a medida que los dias pasaban, Mikasa estaba haciendo un buen trabajo manteniendo a todos lejos de ellos;
¿Pero cuanto tiempo duraria? Al parecer kenny estaba más activo que de costumbre y eso no la dejaba tranquila. Verlo salir sin decir nada era extraño y no le daba buena espina por lo que veia necesario comentárselo al castaño, lo que menos necesitaban eran disturbios innecesarios; lo cierto era que no era el único que estaba muy alerta. Mike estaba trabajando para su amigo y lo mantenia al dia con todo al igual que ella lo hacia. Esa noche no era la excepción y por ello fingió estar muy ocupada con sus diseños en joyería, kenny llegó a la hora habitual pero parecia ansioso.

-¿Problemas financieros? -preguntó Mikasa al azar solo para llamar la atención de su padre.

Kenny se sentó a un lado del sillón donde estaba su hija ocupada visualmente.

-¿Que te hace pensar eso querida?

-Sabes que no lo digo en serio padre pero últimamente sales a tomar aire fresco.

-Incluso los viejos como yo necesitan distracción de vez en cuando.

-¿Encontraste algo bueno?

-Digamos que encontré algo muy interesante en la ciudad, así que  que estás en lo cierto.

-¿Algún nuevo socio?

-Aún no pero puede que sí, solo falta convencerlo; estoy cansado asi que me iré a descansar.

Kenny no dijo siquiera un buenas noches o un descansa, solo se marchó dejando a Mikasa ocupada en lo que hacia.

-Breve y directo como siempre -susurró la pelinegra más para si misma que para su padre.

No era extraño que la tratara solo cuando necesitaba algo o que hiciera algo, sabia desde su niñez que su padre era así desde antes de su nacimiento y no entendió la razón de aquello hasta su mayoria de edad. Su madre habia sido una aventura que quiso cubrir al hacerse responsable de ella, pero tal parecia que después de algunos años nada cambiaría. Luego apareció kushel y todo se derrumbó, no habia nada desde un principio pero creia que kenny al menos querria a su madre; más no fue lo que sucedió. Aquello fue la condena y despedida de ambas. Una tres metros bajo tierra y la otra en completa soledad a pesar de tener a su padre. Saber que existia un niño producto de aquella infidelidad solo hizo que albergara odio, ni siquiera lo conocia en persona y lo odiaba tanto que su meta era dejarlo en la miseria a como diera lugar. Su estancia en francia habia sido tan corta en aquél momento, lejos de lo que conocia y al mismo tiempo le tocó conocer al culpable de su desdicha en persona; era igual a su padre pero con rasgos muy bonitos. Suponia que era por parte de aquella mujer llamada kushel y no se equivocó al verla, era hermosa. Era una belleza francesa a comparación de su madre que era asiática pero también era hermosa y no veia que era lo que su padre le habia visto. A su vista era una cualquiera por meterse en la cama de un hombre casado y con familia. Ahora con lo que sabia ya no podia pensar lo mismo y lo único que deseaba saber era la verdad, una que solo podia escuchar de los labios de Levi o del propio kenny.
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Eren despertaba a lado de Levi que en ocasiones estaba de espaldas, asi podia observar con detenimiento parte de su piel porcelana; aquella que saboreó tiempo atrás como un dulce. Tenerlo cerca era exquisito, estimulaba sus sentidos y lívido pero estaba tratando de llevar todo con calma aunque por dentro su deseo quemara. Sus manos pasaron por el cuerpo del azabache pero aún no se acostumbraba a tocar su abultado vientre sin sentir temor de si mismo, sin embargo no podia evitar querer estar ahí y sentir un poco de alivio al ver el panorama distinto que tenía en la actualidad. Habia mucha diferencia de lo que una vez tuvo y no queria volver a esos días desoladores. Su pasado aun era un presente y no queria que se convirtiera en su futuro, aquello no debia seguir torturándolo pero en su pecho existia aquella marca de ácido.

Mein LiebchenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora