Mikasa entró a lo que conocía como hogar pero jamás lo sintió como tal, miró a su alrededor sin poder distinguir la diferencia en aquella soledad que pidió. Queria estar sola para entender que nada estuvo bien desde el principio pero era la única forma de estar cerca de su único familiar aunque éste no lo notara. Culpaba a esa mujer que destruyó su familia, culpaba a ese niño y al mismo tiempo no tenia motivos fuertes para hacerlo. Habia sido un matrimonio por obligación y los resultados fueron desastrosos. Era cierto que una vez tuvo familia pero incluso en el pasado parecia una farsa. Entró al despacho de su padre y rebuscó entre sus cosas algo importante, habían dos carpetas con nombres diferentes. Al abrir la primera, encontró lo que temía; fotos de esa mujer y ninguna de ella o su madre. La sangre le hirvió y quiso arrugar aquello para después quemarlo pero recordó aquél artículo donde todo empezó, Levi era pequeño cuando perdió a su madre; dudaba que tuviese algo de ella en algún lugar. ¿Debia tener compasión por ese niño?¿Por qué debia pensar siquiera en cosas triviales? Suspiró cansada de todo lo que le rodeaba y de todo lo que no existía más que en su propia mente. Continuó su búsqueda entre tantas cosas, la mayoría no tenian por que existir más y el restante sólo tomó lo que era importante; la noche era joven pero su paciencia se habia agotado. Para terminar con todo visitó a Dalliz y Zaclay, el mayor inversionista habia muerto; era hora de terminar con todo eso. Ambos hombres se resistieron a concluir lo que no tenia sentido pero Mikasa no era alguien que se dejara llevar y menos por algo que no le importaba en absoluto. Lo único que deseaba escuchar era la voz de Annie y alejarse de todo eso que la frustraba.
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Levi se removió en la cama dándose un leve golpe en la frente contra la cadera del castaño, de alguna forma se habia quedado dormido. No se sentía nada bien estaba mortificado por la posible reacción oculta del castaño ante todos los presentes. Si habia un culpable era él, si quería gritarle algo o reprocharle podia hacerlo..se sentia culpable de una u otra forma pero no queria perder a su hijo. Aún tenían cosas de que hablar y aclarar.
Ya no tenia nada que ocultar y tampoco algo por lo cual tuviese que estar huyendo, no sabia que hacer o cómo tomar lo que tanto habia deseado. Agradecía no haberse encontrado con kenny, si hubiese visto su abultado vientre seguramente habria perdido aún más la cabeza; él no veia más que el rostro de kushel en su perfil. Tener que recordar su antigua apariencia no solo le causaba temor, sino tristeza; era cierto..era idéntico a ella. Recordar que alguna vez llevó el cabello largo poco más allá de los hombros le causaba cosas indescriptibles, era el perfecto imitador de kushel pero también sabia que no era real lo que veia en el espejo. Que fuese llamado como ella no era el problema, el verdadero significado detrás era su mayor miedo; debia ocupar un lugar que no le correspondia ni siquiera a su madre. Verse como ella, hacer lo que ella, hablar como ella, ser ella era imposible en todo sentido y por ello sabia que era solo un usurpador de algo inexistente.-«Incluso el falso perfil despertó un monstruo»-
Recordó aquél dia en que el mismo espejo sin cansancio le hizo ver por última vez la realidad, a su espalda se encontraba el mismo destino de su madre esperándolo; no solo seria miserable sino que sus dias estaban contados desde entonces. Por primera vez en carne propia experimentó el mismo miedo que su madre, quizá no el de perder la vida pero saber que no podría contener a un monstruo como kenny estaba a un nivel mucho mayor. Sabia que debia escapar de él y por ello se cortó el cabello muy a costa de lo que pasara. El precio a pagar fue doloroso y las huellas se quedaron por un tiempo en su cuerpo, podia soportarlo o eso pensó en ese instante pero aquello continuó. Él queria devuelta a kushel, no ver al hijo que tuvo con ella;¿Que sentido tenia un hijo como él?. No sólo era una copia, también era diferente; era un adefesio. Nunca quiso molestar a nadie y mucho menos a Nanaba que habia hecho mucho por su madre, queria hacer las cosas por sí mismo para no causar daño; ya no quería más cargos de consciencia o terminaría muerto.

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Mein Liebchen
De TodoEren lo eligió sin pensar para saciar lo que le provocaba el mirarlo, inició un juego de placer donde ambos se fundian en un sólo cuerpo desbordando pasión sin sentimientos de por medio para beneficio propio, la codicia bien justificada de uno y el...