Eren estaba cerca, muy cerca de su rostro casi rozando sus labios;
Levi estaba nervioso y aunque quería ocultarlo, se delataba al responder sin pensar a fondo sus palabras. Con un gran rubor adornando sus mejillas y parte de las orejas, Levi volteó hacia otro lado evitando que fuese notado aquel pequeño gran detalle en su rostro. El castaño tenía una media sonrisa en los labios, esa que lo hacía ver atractivo y arrogante; sabía que había causado algo en ese cuerpo irresistible. La puerta se abrió de nuevo y unas chicas entraron interrumpiendo ese momento..¿incómodo? No tenía idea de si podía llamarlo así, lo único que sabía era que debía agradecer la interrupción abrupta.-¿Gustan una bebida? -preguntó con una sonrisa coqueta una chica de tenue color bronceado.
Eren aceptó el ofrecimiento sin pensarlo. Levi se negó a la bebida. Las chicas los rodearon en espera de alguna petición especial pero el azabache sólo arregló su vestimenta y se dirigió hacia el balcón, le resultaba molesto estar rodeado de muchas personas. El castaño sonreía por las atenciones y la maravillosa vista que ofrecían esas mujeres con su uniforme provocativo. Él intentaba distraerse en otra cosa, al menos no lo tenía cerca. Tomó su móvil en un intento fallido de llamar a su colega Farlan para que tomase su puesto obligado, pero quedó en ello puesto que había dicho que podía con ese cargo. Al voltear de nueva cuenta notó esa sonrisa arrogante en el castaño, seguramente se haría larga la estadía ya que hanji parecía haber acertado en los gustos de su cliente. Sin mucho que hacer se recargó sobre el varandál para observar mejor el mar nocturno, era hermosa la vista pero su mareo le obligó a sostenerse con fuerza para no caer; los síntomas aún no cesaban y debía cuidarse de no ser descubierto.
Eren por momentos observaba el blanco perfil de Levi aún por encima de aquellas mujeres, había tenido tantas amantes y experiencias sexuales pero ninguno como él. Había sido tan dulce e inocente y le había entregado su cuerpo inexperto a esas exquisitas sensaciones, eran dos extraños que compartieron una cama. El perfume que lo rodeaba le resultaba pesado y eso que jamás se cansaba del aroma femenino que desprendian. Le robaba toda la atención ese chico ajeno a su alrededor y al darse cuenta de lo que le sucedía olvidó que estaba ocupado para sostenerlo de la cintura. Las féminas lo siguieron con la mirada. Levi se estremeció ante su contacto y lo miró fijamente casi aterrado.
-¿Te sientes mal? -preguntó el castaño observando con detenimiento al azabache.
-Yo..., estoy bien..continúa con lo que hacías, iré a sentarme un momento..-respondió Levi tratando de alejarse como si tuviese alergia.
-¿Podrían dejarnos a solas? No quiero interrupciones, necesito hablar de negocios -pidió casi demandando el castaño.
Las chicas algo decepcionadas salieron del lugar dejándolos muy cerca de nueva cuenta.
-No era necesario echarles de aquí..
-Si estabas enfermo podrías haberme dicho antes -reprendió el castaño.
-No es asunto tuyo..
-¿Que no eras restaurador de pinturas? -preguntó el castaño sosteniendo aún más al azabache contra su cuerpo mientras su acompañante intentaba alejarlo.
-Lo soy, pero hubo contratiempos y ahora ayudo a una amiga..
-¿Que tipo de contratiempos? Se nota que aún es un pequeño inmobiliario a comparación de otros edificios.
-Es algo muy cierto puesto que apenas iniciamos y al menos está por buen camino.
-¿Que no llevaba otro nombre el edificio?
Levi se quedó en silencio, era algo tan evidente que el simple hecho de mencionar la causa lo envolvía en culpa.
-No tengo por qué responder a éso..
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Mein Liebchen
RandomEren lo eligió sin pensar para saciar lo que le provocaba el mirarlo, inició un juego de placer donde ambos se fundian en un sólo cuerpo desbordando pasión sin sentimientos de por medio para beneficio propio, la codicia bien justificada de uno y el...