Eren llegó al hospedaje y entró buscando a la castaña con la mirada. Hanji se encontraba desayunando con Sasha, podia notarse que le faltaba el sueño y estaba ansiosa; unos simples mensajes no eran suficientes para asegurarle que todo marchaba bien.
-¿Has pasado mala noche? -preguntó sasha sirviendo más café en un par de tazas.
Hanji suspiró cansada y negándose a la resignación de no acercarse a su amigo azabache, no habia hablado bien con él; queria verlo pero estaba el castaño que la detenía. No queria complicar más las cosas aunque por dentro estuviese inquieta.
-Quizás...-mencionó la castaña haciendo un ademán para que hanji diese la vuelta pero fue tarde.
-Señorita Hanji -dijo el castaño tocando el hombro de la castaña y ésta volteó a verlo.
-¡EREN! Gracias al cielo, dime como se encuentra Levi ¿está comiendo bien?¿su salud está bien?
- Lo está, de hecho vine por que quiero saber todo acerca de él.
- Yo podría decirte lo que sé pero, si realmente quieres saber todo..la única que podria ayudarte es Nanaba.
Eren dudaba que esa mujer rubia le quisiera decir algo por que desde inicio habia desaprobado su actitud pero era diferente y queria liberar a Levi.
- ¿Podria acompañarme? Dudo que quiera verme si voy solo.
Hanji tomó las manos de Sasha y ella le sonrió de vuelta, llevaba tiempo siendo amiga suya; entendía la inquietud que llevaba dentro.
-No necesitas pedirlo, de todas formas pensaba enviarte a descansar.
-Muchas gracias Sasha, nos vemos mañana temprano.
Hanji salió acompañada del castaño hacia el auto. Estaba preocupada por lo que se habia desatado con aquel viaje improvisado, creyó que eran perseguidos por una maldición; quizá era por que Levi siempre lo decia de esa forma cuando se culpaba inconscientemente. Miró hacia la ventana pensando en lo que diría cuando Eren se enterara del pasado que llevaba muy presente el azabache, de lo único que estaba segura era que no iba abandonarlo nunca si él decidia dejarlo por algo como eso. Al llegar, la castaña solicitó ver a Nanaba por un momento. La rubia dudosa aceptó atenderlos y en cuanto estuvieron en su oficina se cruzó de brazos; se le notaba la desconfianza en los ojos.
-¿Y bien? -preguntó Nanaba a sus invitados.
-Quiero ayudar a Levi -soltó el castaño sin rodeos- por eso quiero saber todo acerca de él.
Hanji miró a la rubia esperando que accediera a hablar. Nanaba se frotó el puente de la nariz y se cruzó de brazos nuevamente clavando sus orbes azul profundo en los esmeralda.
-¿Es por él o es por ti? ¿Quieres saber que tipo de persona es Levi?¿Para qué exactamente? ¿Cómo puedo estar segura de que la información que te dé no vas a usarlo en su contra para quitarle a su hijo?
El castaño fruncio el ceño pero no culpaba a la rubia por pensar de esa forma, sabía muy bien que habia sido culpa suya por tratar mal a Levi.
-Quiero ayudarlo pero lo poco que sé no es suficiente, él no es lo que pensé, es como un ángel no..es mi ángel y quiero cuidarlo por siempre..
-Si fuese así de sincero desde el principio no daría ideas equivocadas, lo que sé es personal y nada tiene que ver con el hospital. kushel era mi amiga y mi paciente, ella llevaba control prenatal pero siempre tenia una mirada vacía cuando hablabamos de los cuidados que debia tener antes y después de su embarazo; jamás respondia ante mis palabras mucho menos venia con alguien a sus chequeos. Me preocupaba demasiado lo que sucedía y me atreví a preguntar más allá de mi profesionalismo, entonces ella rompió en llanto..me dijo que habia sido abusada sexualmente. Al principio no quiso decir el nombre del culpable y quise ayudarle a dar en adopción al niño, mentalmente dudaba que quisiera mantenerlo pero se negó; dijo que su bebé no tenia la culpa. Me conmovieron sus palabras, decidí hacerme cargo de ambos; pagaría los gastos hospitalarios y en cuanto naciera el bebé le ayudaria a encontrar trabajo. Levi nació con bajo peso y no parecia que pudiese sobrevivir, pese a ello logró salir adelante. Siempre estuve cuidando de ese niño y su madre hasta que apareció el ackerman, ella estaba aterrada. No habia duda que él era culpable de lo que habia pasado, Levi tenia apenas siete años cuando fue testigo de lo impensable; la muerte de su madre y su verdadero origen.

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Mein Liebchen
RandomEren lo eligió sin pensar para saciar lo que le provocaba el mirarlo, inició un juego de placer donde ambos se fundian en un sólo cuerpo desbordando pasión sin sentimientos de por medio para beneficio propio, la codicia bien justificada de uno y el...