Capitulo 25

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-Kadar no vino con los atacantes, no podemos bajar la guardia, apenas esto está comenzando. Dijo Ackley mirando cada uno de los rostros de los de allí presente.

Todos me miraban como esperando que yo también dijera algo, y debía de ser así puesto que esto era por mi causa. Le tendí mi mano a Ack para me ayudara a subir hasta donde él estaba.

-Hoy han caído algunos de los nuestros, otros fueron recuperados gracias a los clanes de sanación y resurrección, esto no acaba aquí y quiero que sepan que estaré con cada uno de ustedes, peleare con ustedes y por ustedes.

Hubo lo que llamaría un minuto de silencio, y después todos aplaudieron aprobando lo que dije, aún tenía la preocupación dentro de mí de que estarían tramando los druidas.

-Neviah debes de ver esto. Me llamo mi hermana a lo lejos.

Baje junto a Ack y corrimos a encontrarnos con mi hermana y Esteban.

-¿Qué pasa? Pregunte preocupada.

Eyden se quitó los guantes que tenía y extendió sus manos hacia una planta y esta empezó a estremecerse, obedeciendo a mi hermana. Todos quedamos perplejos.

-La profecías, todas son ciertas. Escuché murmurar detrás de mí.

Me gire ante la multitud y volví a elevar mi voz.

-Si son ciertas las profecías, volverán a surgir nuevas madres-selvas, y no podemos dejar que nos arrebaten lo que es nuestro, lo que nos pertenece, se supone los druidas sean nuestros guías y líderes, para junto a nosotros mantener el equilibrio.

Cada clan presente tenía un lidera encargado de organizarlo después de todo lo sucedido, después de darme un baño caliente me tome un chocolate caliente y salí a tomar un poco de brisa.

Ack vino junto a mí y me abrazo por la espalda, besando ligeramente mi cuello, le escuche respirar profundo mientras se situaba frente a mí, tomo mi rostro entre sus manos y me hizo mirarle.

- Juró que te voy a proteger con mi vida, y aun la pierda me levantare del polvo para asegurarme estas bien Neviah.

Mis ojos se llenaron de lágrimas, jamás pensé que Ackley, mi mejor amigo de infancia, mi primer y único amor estaría dando todo por mí, que mi amor seria correspondido de esta manera.

-Y yo Ackley cuidare y luchare por ti y los que amo.

Ackley se acercó más a mí y nos besamos, lo hicimos como si no hubiera mañana, como si este fuera nuestro último beso, nuestros labios danzaban en la pasión del amor, cuya melodía eran nuestros suspiros mezclados a la esperanza de que todo saldría bien.

Nos tomamos de las manos y nos encaminamos adentro, debíamos de asignar las vigilias, y revisar si alguien más de mi clan había activado los poderes madre-selva. Efectivamente dos adolescente de mi clan también lo habían activado, tenían un control magnifico pero sus poderes tenían limite, no eran igual que yo, que podía usarlos cuando me plazca, ellas eran distintas y no nos explicábamos que pasaba.

-Tienen a alguien que tiene más de cien años aquí y no preguntan, ¿saben? ustedes dan vergüenza. Dijo el ultimo cruzando sus brazos y girando sus ojos.

Cierto, habíamos olvidado al último, él debía de saber que pasaba, debía de convencerlo para que nos explicara, así que por encima de los celos de mi esposo me enganche del brazo del ultimo y puse mis ojos de pena.

-Por favor nos dices lo que pasa.

Todos rieron ante lo que hice y Ackley tomo mi mano apartándome del último, lo que incremento la risa de todos.

-Ya que insisten les diré. Dijo con desdén apartando su larga cabellera de su rostro.

Todos nos reunimos al lado de este, su paciencia e indiferencia a veces me enojaba, dirigió su mirada hacia todos y luego hablo.

-Primero les diré mi nombre, nadie en ningún momento mostro interés pero ya que, me llamo Euriel, así que dejen de llamarme el ultimo maldita sea. Exclamo.

Nadie le tomaba en serio, era su culpa, por actuar como lo hacía, sin temor o vergüenza para nada.

-Bien como pueden ver solo Neviah tiene sus fuerzas inagotables, mientras que las nuevas que están surgiendo solo pueden usarlo por momentos, y claro esta se pueden defender con sus nuevos poderes, pero eso es dado a que no les fue otorgado de nacimiento, más bien la naturaleza les ha elegido por vía de Nobue para mantener el equilibrio, pero no nacerá otra más fuerte que ella.

-¿Entonces no somos Madres-Selva? Pregunto Eyden.

-No, ustedes son los que le llaman ''Hijas de la naturaleza''. Añadió el último.

Pude notar el orgullo en el rostro de mi hermana, siempre quiso tener mis poderes, y hoy la naturaleza le había premiado, aunque esto la ponía en peligro, los druidas también querrían tomar las nuevas que se estaban levantando, Euriel confirmo mis sospechas.

-Los druidas también usan la sangre de las ''Hijas de la naturaleza'' para sus necesidades, por lo tanto junto a Nobue debemos de protegerlas, esto es todo, ¿podría alguien darme comida? Muero de hambre. Dijo al concluir el último.

Alanna le entrego una bandeja con frutas a Euriel y junto a Malcom organizo la guardia de la noche en precaución fuésemos atacados, Ackley y yo nos recostamos, quería hacerle el amor, pero cuando me gire para besarle ya se había dormí, deposite un beso en sus labios y también deje el sueño me ganara.

NeviahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora