Capítulo 30

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La mirada de Kadar  irradiaba  odio, sed, Neviah  alzó sus manos y un rayo salio de ella y cayó  sobre el villano, este trato de absorber este poder pero no pudo, sangre brotó de sus ojos y su mirada era de sorpresa.

—Tu cuerpo jamás resistiría ni una chispa del poder que corre por mi cuerpo druida. —sentenció Neviah.

Los clanes aliados a los druidas dudaron si atacar o no, Ackley  iba del lado de Neviah  caminando con gracia sutil y un orgullo haciendo que sus ojos se iluminaran.

—Ataquen malditos, haganlo  de una vez por todas. —exigió Kadar.

El cielo se torno gris, una fina capa de neblina comenzó ayer cubrir el bosque, Neviah extendió sus manos haciéndola desaparecer ante la mirada perpleja de todos.

—Neviah  déjanos ayudarte. —pidió Ackley  acercándose a ella sujetando su mano soltandola  de golpe al recibir una descarga eléctrica y sentirla  arder.

La madre selva parecía estar en un trance , su poder era ilimitado y quizás su cuerpo no resistirá tanto, Ackley estaba preocupado, no quería perderla.

Los aliados de Kadar y de Ack  comenzaron su enfrentamiento, los chirridos de las espadas retumbaban  por doquier.

—Neviah  detente, te vas a matar. —indicó Ack.

Neviah lo miro, pero en sus ojos no había una seña de sentimientos, solo muerte y dolor, una fina línea de sangre salio de uno de ellos, despacio ella se acercó a Ack  y toco su rostro, esta vez sin hacerle daño.

—Para salvar muchos se deben hacer sacrificios  amor. —declaró ella empujandolo  lejos.

Ella sabia lo que haría Kadar, su inmenso poder le permitía entrar en su mente y darse cuenta de sus maléficos planes, comenzó a transmitir los pensamientos del druida a todos allí haciendo detener el chirrido de las espadas.

La voz del druida retumbaba  en la mente de cada uno se los presentes allí, unos caían al suelo ante el eco, sonidos de las armas al suelo, comencé a perder la vista, solo veía sombras, escuché gritar  a Kadar, sus sucios pensamientos  de destruir a todos había acabado con el mismo, ahora todos lo atacaban a el, incluso sus sabuesos estaban en su contra.

En cambio a mi el poder consumía mi cuerpo, mis oídos dolian, aun el soplar del viento me molestaba, mis propios latidos explotarian  mis tímpanos, deje escapar un grito y caí de rodillas, Ackley  estaba a mi  lado gritando mi nombre, la tierra me llamaba, me invitaba a tocarla, pero los brazos de Ackley  me sostenían.

Mi voz no salía de mi, si tan sólo pudiera decirle, si tan sólo pudiera volver a respirar, comencé a rendirme y dejarme  ir, al fin sentí la fuerza de Kadar apagarse.

—Neviah no te atrevas a dejarme, me escuchas, mi mundo no es nada sin ti. —suplicaba Ackley  a pesar de lo ruidosa que era su voz me daba paz.

Intente  mirarle pero en mis ojos solo existía una sombra roja, y cuando mis fuerzas acabase y consumirse  lo sentí, algo en mi estómago se movió, un débil latido, un movimiento leve y supe lo que era, la semilla de amor mía y de Ackley  estaba en mi vientre, deseando ser posible, crecer, ser fuerte.

Eso fue lo necesite, apreté mis ojos y empuje a Ackley lejos, de no hacerlo mi poder podría dañarlo, escuché murmullos  y gritos, ,e puse de rodillas y clave mis manos en la tierra lanzando un grito al sentir mi energía unirse  a la naturaleza, un estruendo resonó, poco a poco comencé a recuperar mi visión, delante de mi se formó un torbellino, vi a Ackley intentar acercarse a mi  pero un campo electromagnético  se lo impedía.

Estoy bien amor mio, estamos bien. —hable en su mente viendo como relajaba su expresión.

Mire el torbellino con más atención, se acercaba a mi y sonreí al darme cuenta de que se trataba, introduje mis manos en el y lo detuve, poco a poco comenzo  a tomar su forma.

El ultimo  se encontraba frente a mi sorprendido, el campo electromagnético desapareció al igual que la poca fuerza me quedaba, los brazos de Ack  me sostuvieron, mientras miraba al último sonriente.

—Lo hiciste Neviah, venciste  al druida, salvaste al bosque y me salvaste  también.
—menciono el último  con voz ronca.

—Lo hicimos todos, sin la ayuda de cada uno de los que están aquí no sería posible. —respondí girandome  hacia el amor de mi vida y abrazandolo.

—Neviah  cielos Santos pensé te perdería, te amo, te amo inmesamente. —me dijo Ackley  al borde de las lágrimas.

Le sonreí y lo besé, tome su mano y la lleve a mi vientre, nuestra semilla de amor latía con más fuerza, el cayó  de rodillas y me abrazo mientras lloraba de felicidad, todos nos miraban con agradecimientos, incluso quienes nos habían traicionado ahora estaban inclinados a nosotros pidiendo perdón

—Suplicamos  su perdón madre selva.
—pedían a gritos.

Ack  de puso de pies y se puso mi lado de forma protectora, al igual que nuestros clanes y aliados, El último estaba a mi derecha con rostro amenazante, sus manos chispeaban.

Los mire a todos y camine hacia adelante con Ack  y el último a mi lado.

—Claro que serán perdonados. —comente y escuche  las quejas de nuestros clanes, me puse de lado de forma para hablar para ambos.

—Todos aquí hemos cometido errores en nuestras vidas, asumirlo es una manera de que nuestra conciencia hable por nosotros, nos saque cuentas, si hoy no perdonamos a nuestros hermanos y hermanas tendremos más guerras y es lo que llevamos años evitando, entonces hoy  haremos una alianza, un pacto perpetuo, donde todos seamos uno, los bosques han florecido, dan sus frutos ya no que hay que temer, así que vamos es ahora o nunca. —declaré 

Se hizo un silencio grande, solo se escuchaba el roce de los árboles, subí mis manos y los hice callar, mi hermana y el hermano de Ackley  fueron los primeros en dar un paso al ante y estar de acuerdo, seguidos por todos los demás.

—Tu guiarás  los bosques Neviah.. —proclamó alguien.

Sonreí y negué, levante mi mano y un árbol me elevó, los mire a todos, era la paz en medio de la tormenta.

—El último guiará los bosques, yo estaré para ayudarlo, es su trabajo  y verdadera tarea, el junto a la persona que elijan oaea unir sus vidas serán nuestros guiadores  en este camino, yo debo de ayudar a las nuevas que irán creciendo y sobre todo luchar por lo que llevo dentro de mi. —comente.

Todos miraron al último quien se miraba las uñas con sorpresa, al parecer estaban más largas de la cuenta.

—Euriel... —susurro Ack.

—Ah eh  si ¿Perdón? ¿Que decian? —pregunto El último haciéndonos reír a todo.

***

AliOT5  esto es por tu nena, espero te guste.

NeviahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora