Capítulo 31

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—¿Y ahora qué? —me pregunto Euriel  mientras se miraba su radiante rostro en un espejo.

—No lo sé, creo que debemos  salir y hablar a la multitud  que nos espera afuera. —le dije quitando el espejo de sus manos haciendo reír a Ackley.

—Neviah  ve afuera tu y diles que yo mantendré el equilibrio de los bosques, das las gracias pides un aplauso y todos contentos. —declaró el Último.

Tome un respiro y me puse de pies, el vestido verde se ceñía sobre o cintura y mi pequeño  abultado vientre, los ojos de Ack  se posaron en mi, tornados azules como el cielo "Te amo tanto" fueron sus pensamientos, me quedé mirándole viendo como se acercaba a mi y abrazaba por la espalda.

—Vamos afuera Euriel  sino te volveré a hacer cenizas me escuchas. —ordenó Ack.

—Bueno ya que, caminen, así quizás dejen de fastidiarme. —hablo riendo.

Se supone caminarámos  a la plataforma más que solo Ackley, el último y yo, esta victoria no sólo fue nuestra, pero ellos habían decidido que solo estuviéramos de pie allí nosotros.

El silencio reinó  cuando nos pusimos de pies, un viento cálido nos dio la bienvenida al primer encuentro fuera de la posesión de los druidas.

Los tres nos miramos y le asentimiento a Ackley quien dio un paso al frente, todos estaban sentados y atentos y cuando mi esposo hizo esto un aplauso  resonó.

—Buenos días, sean todos y todas bienvenidas al primer encuentro REVIRESCO, nos estamos derivando del latín que significa resurgir, pero primero que nada quiero darle las gracias a los clanes que se nos unieron y creyeron en Neviah, a quienes cayeron en la gran batalla y antes de ella, ha sido un honor para nosotros, se ha levantado un mural permanente donde pueden dejar sus mensajes allí y nombre de los caídos, cuando finalice este encuentro, a mi fiel  clan, a  mi hermano quien no se apartó de mi lado en ningún momento, sin ustedes esto no hubiera sido posible, ahora pasaré la palabra a Euriel. —indico  Ack  recibiendo un sonoro aplauso.

Euriel camino con su estilo único al frente, su rostro se tormo serio como nunca jamás le habíamos visto, miro a todos y lo que le precedió fue una sorpresa, cayó  de rodillas y lloró, no dijo palabras mientras lo hacía, solo dejo sus lágrimas se fueran al suelo, al caer rosas brotaban de la plataforma y un murmullo de sorpresa  resonó.

—Fui maltratado, perseguido y maldito por años, demasiado tiempo para ser sincero, mis profecías atormentaban  mi mente cada segundo, creí que enloqueceria, de hecho creo que lo hice, y justo cuando quise rendirme Neviah  llego al nosotros, dándonos la libertad que deseabamos, soy un ejemplo de que las cosas pueden cambiar, hoy yo debí estar unido a la naturaleza con mi muerte y ser polvo, pero resurgi al igual que las madres selvas, hoy puedo decir que si podemos luchar, terminar de raer  las raíces del mal que pueden quedar, seré  quien guiará los bosques, junto a Neviah, no faltará una flor o un fruto para ustedes, las ramas secas ya no existirán. —hablo el último abriendo sus brazos.

Otro aplauso resonó, yo camine en medio de Ack  y Euriel, las flores que habían surgido de las lágrimas del último se abrieron y salieron de ellas cientos de mariposas  revoloteando  a mi alrededor, cerré  mis ojos y los abrí sabiendo que estaban de ese azul intenso brillante, cuando llegue a hablar todos se pusieron de pies mientras aplaudian  y me dedicaban elogios.

—Gracias, simplemente  gracias. —mi voz resonó en toda el área, hice una leve inclinación y me volví a alzar viendo la cara de orgullo de mi hermana y su esposo, la de mis padres y todos allí.

—Gracias a ti Neviah. —gritaron con fuerza Alanna  y Malcom.

—Es tiempo de seguir adelante, este resurgimiento es para bien y aunque somos de distintos clanes al fin podemos vivir sin competencias, sin regímenes dañinos, son libres de elegir si seguir adelante o irse, no están obligados a permanecer aquí, no jusgaremos  a quien se quiera hacer a un lado, pero me es necesario  saber quien estará con nosotros hasta el fin, en este nuevo comienzo. —termine de hablar y un silencio inundó todo.

Alguien que no conocí camino al frente, Ack  y Euriel se pusieron de frente a mi por instinto, protegiendome. El hombre sacó  una daga y corto su mano vertiendo su sangre en la tierra.

—Soy Inadiel del clan resurrección y yo me uno a ustedes juro mi lealtad y la de mis hijos y mi clan completo, cuente con nosotros. —hablo el hombre y se inclino.

Todos los demás hicieron lo mismo hasta inclinarse, me sorprendió ver tantas personas estar de acuerdo, unánimes una sola voz fue lo más hermoso que pude ver en mi vida.

Ackley  se acercó a mi y me abrazo y beso mi frente, el fruto en mi vientre se movió con más fuerza presenciando lo que habíamos creado juntos, las luchas valieron la pena.

—Lo logramos Neviah, logramos salir victoriosos. —declaró el hombre que amaba con felicidad en su voz.

—Sí amor, lo hicimos, hemos creado un mundo mejor, nuestro bebé nacerá en el y estará orgulloso de nosotros.

NeviahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora