Encuentro segunda parte.

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—Neva estas hermosa hermana, wao me encanta nuestro maquillaje estamos espectaculares. —dijo Eyden mirándose al espejo.

—Odio todo esto, las ceremonias estos trajes todos. —hablé con ira. —Solo quería estar en casa leyendo libros. —añadí.

—Tranquila hermanita. —Me intento calmar Eyden.

Le sonreí y me dedique a mirarle, estaba hermosa con su descubierto vestido blanco, su pelo recogido y trenzado, sus joyas eran sencillas pero llamativas, yo más bien opte por ondas en mi pelo junto mi vestido verde, me resigno a salir junto a mi hermana.

—Espero que tengan chocolate blanco, porque siempre mancho mis vestidos con chocolate y si es blanco no se notara. —dedujo Eyden.

—Si comes tantos chocolates te dará dolor de estómago, cielos olvide mi bolso, adelante ve primero Eyden, si madre pregunta por mi le dices que olvide mi bolso. —expliqué.

Me encamine a buscar mi bolso, subí las escaleras de dos en dos, no quería ser la última y estar ante la mirada de todos, así que corrí a mi habitación, bueno no mía pero allí me quedaba hasta el encuentro así que era mía mientras estuviera allí, llegue y encontré mi bolso, volví a asegurarme que todo lo que necesitaba estuviera dentro y me retiré, mientras caminaba escuche pasos acercarse, así que rápidamente me escondí detrás de la antigua torre de reloj, ahora agradecía ser de estatura bajita aunque mis tacones no me ayudaban, no reconocí las voces pero me quede helada de lo que pude escuchar.

—Sí, Ackley está totalmente seguro que una de las hermanas del clan seis es Madre-Selva, y hasta ahora sería la última debemos vigilarlas de cerca. —afirmó una voz de hombre.

—Por supuesto Esteban muchos clanes matarían por ella, pero como somos sus aliados debemos protegerla. —señalo otro de ellos.

—Mejor aún podemos ver quién es y servir de espía te apuesto que Ackley le gustaría hacer trueque así el seria el líder más representado y tendría mejor postura. —dijo el que era llamado Esteban.

—No sé, no creo que Ackley esté de acuerdo. —dudó la última voz.

Mi corazón empezó a latir tan rápido que pensé el tal Esteban y sus acompañante escucharían mis latidos, tenía muchas cosas en mente, estaba asustada más bien aterrada y nadie me creería, tampoco podía confiar en Ack, estaba bastante extraño y sus amigos tenían mucha seguridad de que podrían entregarme a mi o mi hermana, debo protegerla y también cuidarme, una vez se fueron salí y seguí mi trayectoria, baje los peldaños despacio estaba algo nerviosa, aun no quería ver a Ackley, pero como si fuera una atracción mi mirada le encontró, porque los ojos buscan lo que no quieres ver. Él me sonrió y levanto su copa, se acercó a mí y me tendió la mano, se me hizo duro fingir que todo estaba bien así que le sonreí dándole la mano haciendo un pequeño gesto de inclinación.

—Neviah Bonet estas hermosa. —declaró

—Gracias Ackley Llabres muy amable. —contesté.

Le respondí con tono cortante y el noto que algo pasaba pues vi su cara de desconcierto, tome una copa de la mesa y me dirigí con una sonrisa hacia mi clan. Pasada media hora llego el padre de Ack junto a su esposa y tomo lugar la ceremonia. Ack empezó a dirigir, estaba guapísimo quede sorprendida de lo mucho había madurado pues estaba muy serio hablando.

—Bienvenido clan siete a la invitación al encuentro de hoy, nos complace renovar nuestra alianza con pacto de sangre y fidelidad, en el cual juramos protegernos unos a otro hasta la muerte, ahora bien antes de iniciar, tal vez muchos ya notaron que nunca dijimos el nombre de este encuentro. —habló Ack con seguridad.

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