Capitulo 26

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Aunque no pude dormir mucho me levante con mucha energía, sentía que debía de liberar un poco de todo ese poder, pero controle mi respiración y mi mente, no podía darme el lujo de desperdiciar ni una gota de energía. Camine por toda la unión de clanes asegurándome todo este bien, pude ver a Ackley entrenando a un grupo de nuevos reclutas, también a Eyden trabajando con las que seguían despertando poderes similares a los míos, siendo así ''Hijas de la naturaleza''.

-¡Ayuda¡ Escuche alguien decir detrás de mí.

Me gire para ver a quien le pertenecía esta voz desesperada, era una mujer adulta, sus ojos estaban cubierto de lágrimas y sus mejillas de barro, mi vista se dirigió hacia los clanes y todos estaban ocupados, aunque tenía un mal presentimiento de todo esto decidí encaminarme hasta donde la mujer y ayudarla.

-Mis hijos se han desaparecido, los vi correr hasta el bosque y los he buscado por todos lados y no aparecen. Dijo con un tono de voz desesperante.

-Bien le ayudare a encontrarles, déjeme buscar ayuda.

La mujer se aferró a mis brazos mientras más lágrimas salían de ella, era notable su angustia, su dolor era palpable ¿Dónde andarían sus pequeños?

-Yo iré contigo. Dijo Malcom detrás de mí.

Asentí y salimos de las tierras del clan, nos adentramos al bosque, seguía sintiendo una sensación rara, maldije dentro de mí, había olvidado mis dagas, Ackley me mataría si se enterara que salí sin ellas o peor aún que no hable con el antes de salir.

Mientras caminábamos la mujer se detuvo, su mirada se tornó avergonzada mirando más adentro con desespero. No me di cuenta de lo que realmente pasaba hasta que fuimos emboscados, vi una flecha venir hacia a mí, me quede parada allí esperando el contacto con el frio metal que nunca llego, Malcom se había situado entre mí y la flecha recibiendo el flechazo. La flecha había atravesado su hombro izquierdo y con su brazo derecho sostenía una espada.

-Kadar. Escupí su nombre asqueada.

-Hasta que nos volvemos a ver Nobue. Dijo el druida que tenía en frente.

Mire a la mujer que me había tendido una trampa, ella debía de pagar por su engaño, aunque cambie de parecer al ver dos niños correr hacia ella, no había mentido sus hijos estaban en peligro.

-Lo siento, sé que debo de pagar un precio por esta traición, pero mis hijos son primero que nada son todo lo que tengo. Manifestó la mujer.

-No te disculpes Yrina, has hecho un excelente trabajo, aunque te dije que trajeras a Neviah sola. Exclamo el druida mirando con maldad a la mujer llamada Yrina.

Yrina temblaba abrazando a sus hijos, leí las intenciones del druida, atacaría a la mujer y los indefensos niños, así que me asegure que fijara su atención en mí, me aproveche estaba en mi entorno haciendo que las ramas de los arboles encerraran al druida en un abrazo infernal de madera.

-Corran. Le grite a Yrina y sus hijos.

Y como supuse el druida no había venido solo, un rayo hizo tronar la madera dejando a Kadar libre, sus ojos estaban rojos como el carmesí, se acercó a mi tratando de sujetarme pero salte hacia atrás. Malcom corrió a batallar con el druida pero quedo congelado. Más atrás vi una hechicera, había congelado a Malcom, lo que Kadar aprovecho para lanzarlo lejos, le vi caer inconsciente, temí lo peor porque en la profecía del ultimo Malcom fallecía, así que me concentre y pude escuchar sus latidos.

Ese momento tuvo un precio, Kadar me lanzo por los aires haciéndome chocar contra un muro que alguien había empezado a hacer, sin darme cuenta nos había acercado al campamento de clanes y no podía permitir que Kadar y su sequito se adentraran allí.

Me puse de pies sintiendo ese sabor metálico de la sangre en mis labios y abrí mis brazos dispuesta a atacar con todo, Kadar se dio cuenta de mis pretensiones así que empezó a mover su dedo índice de un lado a otro diciendo un claro ''no''.

-Sabes que en tu campamento está compuesto por parte de mujeres y niños indefensos, y que decir de las ''hijas de la naturaleza. Dijo saboreando estas últimas palabras.

Abrió sus brazos como dando una señal, entonces detrás de él estaba su grupo, su sequito y seguidores, me dolió ver muchos de los nuestros en el bando equivocado, fue un golpe bajo.

-Si vienes con nosotros dejaremos en paz tu campamento, pero cuando decidan atacarnos no prometemos dejar con vida quienes nos enfrenten. Sugirió Kadar.

No me tomo mucho tiempo toma una decisión, baje mi rostro resignada, y di un paso al frente.

-Está bien, pero no creas que has ganado Kadar, este no es el fin de esta guerra.

Senti una brisa helada, llena de sentimientos de ira, supe que Ackley la había enviado, mire hacia atrás y lo vi venir corriendo hacia nosotros, Kadar no se inmuto y me tomo en sus brazos dándole una mirada de triunfo a mi esposo.

-¡Neviah no¡ Exclamo Ackley tratando de alcanzarnos, un rayo embistió en suelo, el temor me invadió, pudo haber caído sobre Ack. Pero antes de desaparecer junto a los druidas lo vi aturdido buscando en medio del humo algún rastro de mí.

-Ackley-

Los nuevos reclutas habían aprendido las técnicas muy rápido, los deje practicando combate entre ellos mismos y fui en busca de Neviah, no la encontré por ningún lado, ni Eyden ni Alanna la habían visto, ordene una búsqueda de ella dentro del campamento y no estaban ni ella ni Malcom, tampoco Yrina y sus hijos, temí lo peor, escuche un estruendo y súper que algo pasa. Deje a Esteban a cargo de todo y Salí en busca de Neviah.

En el camino encontré a Yrina y sus hijos, estaban en estada de shock, estaban aterrados, parecía que se habían enfrentado a su peor pesadilla. Yrina salió del trance en el que estaba cuando me vio y empezó a llorar.

-Tranquila, estarás bien, ¿sabes que sucedió? Pregunte a la asustada mujer.

-Fue mi culpa. Se limitó a decir.

Endurecí mi rostro en contra de quien tenía en frente, pero no podía tomar represalia contra ella, no sin saber que había pasado, mi prioridad era mi esposa, así que envié a Yrina de vuelta al campamento y que informara de todo a Esteban.

Pude sentir el miedo correr pos mis venas, la ira apoderarse de mí, el viento empezó a aullar tras mi paso, entonces la vi, vi a Neviah acercarse a Kadar. Lo que sucedió después hizo que me estremeciera de rabia y desesperación, Kadar tomo a mi esposa entre sus brazos y sonrió con triunfo. Y a tiempo me di cuenta que se aproximaba un rayo, salte hacia atrás evitando los voltios de electricidad cayeran sobre mí, una nube de humo me impidió ver qué pasaba con los druidas y Neviah.

Escuche pasos detrás de mí y me prepare a atacar, mire y eran Euriel y aliados míos, caí de rodillas con impotencia, apreté el suelo y lance un grito que espanto las aves del bosque.

-La rescataremos. dijo Euriel colocando una mano sobre mi hombro.

Me levante temblando, no quería imaginarme que sucedería con Neviah, escuché una rama crujir detrás de mí y me volví a mirar, era Malcom, cayó sobre sus rodillas, tenía una flecha en su hombro izquierdo y estaba lleno de moratones. Gracias al cielo estaba vivo.

NeviahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora