t w e n t y - o n e

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Ashton estaba en una de las habitaciones de la casa revelando las fotos, colgándolas y dejando que se secaran. Admirando la belleza de Luke.

     Ashton suspiró. Esperó a que las fotografías estuvieran listas y salio del cuarto, cerrando con llave y con las imágenes en mano. El timbre sonó impidiendo a Ashton a subir a su habitación.

     —Enseguida -murmuró.

     Bajó y dejó las fotos en la mesa de noche de la sala, cubriéndolas con alguna revista del hogar. Abrió la puerta y observó que era Michael quien se encontraba detrás de ella.

     —Hola Michael -fingió una linda sonrisa.

     Realmente deseaba que quien se encontraba detrás de la puerta fuese su soñado rubio de ojos azules con bella sonrisa y personalidad brillante. Ashton lo invitó a pasar.

     —¿Cómo has seguido? ¿Todo mejor? -pregunto claramente preocupado.

     —S-Si, ya estoy mejor, gracias -murmuró.

     —No sabes cuanto me alegra eso -dijo aliviado- me he preocupado mucho por ti -dijo algo apenado.

     —Que dulce eres Michael -dijo sonrojado.

     —Oh, por cierto, hace un rato Luke y yo nos hemos puesto de acuerdo para salir a comer, me gustaría que vinieras -sonrió.

     Ashton trató de no gruñir o gritar al escuchar que Michael y su amado Luke estaban saliendo.

     —No me gustaría ser la tercera rueda -murmuró casi como si lo gruñese.

     —¿Qué?

     —Es claro que ustedes están saliendo -dijo dolido.

     —¿Luke y yo? ¡No! No estamos saliendo -dijo rápidamente.

     —Me da igual -gruñó- quiero que salgas de mi casa.

     —¿Ashton?

     —¡Vete! -gritó.

     Michael salió corriendo de ahí algo asustado. Ashton sintió las lágrimas asomarse y de pronto, Ashton sintió tantas emociones, ira, tristeza, rencor, malicia. Sólo pudo hacer una cosa: llorar y sonreír. Ashton se tiró en el sofá, tratando de quitar todo rastro de lágrimas en sus mejillas, tallando sus ojos, hasta que llego un punto donde la frustración dominó su cuerpo y comenzó a gritar. Lo único que se podían escuchar eran gritos, llantos y sollozos de parte del rizado. Su rostro estaba rojo de las veces que había tallado su rostro, de tanto esfuerzo al gritar, la voz comenzaba a desgastarse y su piel ardía de tanto pasar sus uñas por ella. Minutos después, Ashton cayó rendido en el sofá, dormido.

     A la mañana siguiente, Ashton salió de casa y suspiró. Le esperaba una muy larga caminata. Antes de que pudiese comenzar con su trayecto, escuchó su nombre.

     —Hey hola Ashton.

     Michael. Ashton sintió los nervios llegar a él. Se giró y observó al de pelo azul.

     —Hola.

     —Um... Me preguntaba si te gustaría ir a desayunar -le ofreció una tierna sonrisa.

     Ashton tragó en seco y lo pensó por mucho tiempo. ¿Cómo es que Michael quiere salir conmigo aun cuando lo trate mal anoche? Ashton no entendía la conducta de Michael, no entendía al de pelo teñido.

     ¿Por qué? Era lo que se preguntaba. ¿Por qué Michael se quedaba? ¿Por qué seguía viniendo hacia él si lo trataba de una manera indiferente?

     —¿Ashton?

     —¿Qué? -dijo algo perdido.

     —¿Te gustaría?

     Ashton no tenía una explicación hacia el comportamiento del teñido. ¿Por qué no sólo podía hacer lo que Calum e ignorarlo? Así sería mucho más fácil.

     —Claro -titubeó.

     —Bien, vamos -sonrió.

     Ashton fruncido el ceño y solo asintió, aun perdido en sus pensamientos, buscando el porqué de la actitud del teñido.

     —Ese desayuno estuvo rico -comentó Michael cuando subió al auto y lo encendía.

     —Si lo estuvo -dijo Ashton asintiendo.

     —Bueno, ¿te gustaría ir a otro lado?

     —¿A dónde?

     —No lo sé, tú dímelo -rió Michael- tú conoces este lugar muy bien.

     Ashton lo pensó bien. No quería arriesgarse, pero necesitaba ir a cuidar del moreno.

     —Conozco un lugar -comenzó.

     —Perfecto, ¿dónde?

     Ashton tomo una gran bocanada de aire para después relajarse y hablar.

     —El lago.

     Después de darle indicaciones de cómo llegar, ya estaban en el lugar.

     —Wow, Ashton, aquí es bellísimo.

     —Si -titubeó- lo es.

     Aprovechó el momento en que Michael dio la vuelta y se dirigió a otra parte para salir corriendo a la cabaña. Con prisa, abrió y cerró la puerta de ésta y se dirigió a la cocina. Estaba en las mismas condiciones a como el rizado la había dejado: limpia. Había un sólo detalle, una sartén en la estufa contenía un huevo, casi como si estuviese recién hecho. Ashton, con el ceño fruncido, tomó un tenedor y lo probó. Ese huevo era de ese mismo día.

     —¿Qué? ¿Quién? -susurró.

     Ashton se alarmó y corrió al sótano donde se supone que estaba Calum. Abrió la puerta desesperado y se alivió al ver que ahí se encontraba el moreno.
Ashton subió y salió de la cabaña.

     —Oh, ahí estas -dijo Michael aliviado.

     —Si -titubeó de nuevo.

     —Oye, tengo algo que hacer ahora... Aunque realmente me la estaba pasando muy bien contigo -dijo apenado.

     —No te preocupes.

     Michael rió.

     —¿Vamos?

     Ashton asintió y ambos chicos subieron al auto. Llegaron al vecindario y Ashton bajó del auto de Michael, agradeciéndole por traerlo.

     —Nos vemos Ash -sonrió.

     El auto arrancó para después desaparecer de su vista. Ashton borró de inmediato su sonrisa y con su rostro neutro entró a la casa.

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Erm... OKAY THEN

all the love

N ♡

CRUSH 💋 LASHTON AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora