Capítulo 25

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POV Patry

Veía como Deisy hablaba con el aire, hasta le llegó a abrazar, había dicho que era su esposo, pero no eramos estúpidos y sabíamos que ahí no había nadie.

—¿Tú también estás viendo que no hay nadie? —le pregunté en un susurro a Tommy, aproveché que ella se había ido a la cocina a buscar no sé qué cosa.

—Sí, pero ella parece que no. —bromeó.

Todavía teníamos las manos agarradas y apoyadas en mis piernas, en un momento las moví un poco para acomodarlas mejor, acción que atrajo la mirada de Tommy sobre mí y nos quedamos por unos segundos así, sentí como todo a mi alrededor se tornaba oscuro, del mismo color que sus ojos, pero ahí estaba él alumbrando el lugar.

—¿Así que tú eres la novia de... Tommy? —apareció Deisy arruinando nuestra guerra de miradas.

Me sonrojé por completo cuando entendí la pregunta, vi que Tommy iba a responder pero me adelanté.

—No no, sólo somos amigos, nos conocimos hace unos días. —sonreí de manera tranquila, pero si hubieran notado el tornado que tenía dentro.

—Sí... sólo amigos. —habló Tommy, haciendo énfasis en la palabra ''amigos'' y mirándome fijamente.

Rápidamente cambié de tema y saqué la excusa de que necesitaba ir al baño, solté su mano y seguí a Deisy, antes de irme le dí una mirada rápida a Tommy la cual entendió de inmediato, asintió y miró por todos lados.

Cuando me dirigía hacia el baño pude ver que la casa era bastante grande, constaba de cuatro habitaciones, cuatro baños, dos cocinas, una sala de estar y un área de juego, lo vi en un mapa que se encontraba colgado de la pared en el pasillo.

Al entrar en el baño encontré algo que me llamó la atención, había un canasto con un cartel que decía ''Medicamentos AD'', según las actitudes de la señora, supuse que eran Antidepresivos, pero, ¿por qué?, ¿qué cosa pudo haberla dejado en tal estado?, es lo que esperaba que Tommy descubriera al hablar con su madre.

Cuando salí del baño me dirigí directamente a la sala de estar, pero me detuve en la puerta por los gritos que escuché.

—Ellos están muertos. —escuché que decía Tommy con la voz quebrantada.

—¡No, no lo están!, ¿por qué todos dicen eso?, ellos están durmiendo y mi esposo está viendo televisión en el cuarto. —gritaba Deisy, al borde del llanto, mientras que yo no entendía qué estaba pasando.

—¡Tienes que calmarte! —gritó un ya desesperado Tommy.

—...Están muertos, te dejaron, ¿no lo ves? —continuó, bajando el tono de voz.

Me acerqué más a la puerta para ver de qué se trataba, pude notar como Tommy me miró de reojo en señal de que había encontrado la información.

Le estaba enseñando un recorte de periódico todo gastado, desde donde estaba pude reconocer un poco lo que decía: Terrible accidente automovilístico de la familia Clayton.

—Todos dicen eso, pero no es cierto... —Deisy fue bajando el tono de voz y cambió su postura a una débil y enferma.

Tommy le ayudó a sentarse, mientras que yo fui a buscar un poco de agua para brindarle, pero cuando volví estaba dormida entre los brazos de Tommy.

Él le estaba acariciando el pelo y al notar mi presencia me miró con tristeza, entendía su sentimiento, mi abuela había sufrido la pérdida de su esposo y su hijo, quedó con un trauma que le llevó a la muerte, todavía tenía pesadillas con los terribles días que fueron esos.

—Deberías llevarla a su cama para que descanse, más tarde hablaremos con ella sobre todo esto, cuando esté más calmada.
—hablé en un tono de voz bajo para no despertarla.

Tommy me hizo caso y la llevó a la primera habitación que encontró, cuando la dejó acostada volvimos a sala y nos quedamos estáticos, en completo silencio, porque éste significaba mucho más que mil palabras.



El Callejón de Corazones © [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora