Capítulo 29

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*Mientras tanto en SkyWild*

La cena había transcurrido de una manera muy diferente a la que acostumbraban en la casa, esta vez los chicos se la pasaron haciendo chistes y contando anécdotas vergonzosas sobre su infancia. 

Ryan había comenzado a sospechar sobre la rara actitud de Cole durante la cena, simplemente sonreía y cuando se le preguntaba algo lo ignoraba por completo.

Al terminar la cena aprovechó para hablar con Cole, vio como se levantaba e iba directo a su dormitorio, le siguió y cuando estuvo frente a su puerta, tocó, no escuchó nada dentro de la habitación y supuso que estaba en el baño, ya cuando iba a dar la vuelta para marcharse, escuchó algo dentro de la habitación, alguien llorando.

No pudo aguantarlo y abrió la puerta, encontrándose a Cole en una esquina con la cara toda rasguñada.

—Oh no. —corrió hacia Cole, con la esperanza de que parara de rasguñarse la cara de esa manera.
—¡No hagas eso maldición!

Ryan trataba de sostenerle los brazos, pero Cole estaba poseído por la depresión y no le importaba el daño que se estaba causando, sentía como su mundo se derrumbaba poco a poco, ya no sólo era Patry, eran todos, ya no le quedaba nada.

—Yo...yo... déjame. —habló Cole entre lágrimas.

Ryan le soltó cuando vio que no tenía intención de seguir.

—¿Estás loco?, ¿qué te pasa? —le preguntó Ryan cuando logró recuperar el aire, el forcejeo le había dejado cansado. Cole no respondió, sino que dibujó algo con sus dedos en el suelo.

Patry me pasa, el mundo me pasa.

Ryan recordó el día en que Cole le había dicho que estaba enamorado de Patry, estaba emocionado porque su amigo no era mucho de chicas, y al ser el más pequeño no tenía mucha experiencia, entendía su sufrimiento porque ya no estaba con ellos, pero sabía que detrás de todo eso había algo más.

—No es sólo Patry, ¿verdad?

Ryan fue al baño en busca de alcohol isopropilico y unas vendas. Cole se mantuvo en silencio hasta que le vio sentarse a su lado y comenzar a curarle los rasguños.

—A Shine le detectaron un tumor en el ovario, tiene cáncer...

Cole sabía que su hermana no se mejoraría, escuchó a los doctores hablar con su madre, y le dolió mucho más que no le quisieran decir.

—Pero se va a mejorar, debes saber eso. —respondió Ryan pasando el algodón con alcohol sobre un rasguño en su labio.

—Eso no es una simple gripe, Ryan.

Cole estaba cansado de que le repitieran lo mismo.

—Lamentablemente... pero no debes hacer este tipo de cosas. —terminó de limpiarle el rostro y le miró fijamente.

—A veces no puedo controlar mis acciones, la tristeza me cega y los pensamientos me ahogan, la frustración de tenerlos a ambos juntos causan esto. —bajó el rostro en señal de tristeza.

—...A veces sólo quisiera desparecer y despertar en un mundo donde Patry estuviera conmigo y mi hermana no fuera a morir, pero luego recuerdo que es mi vida, y no una película.
—continuó.

Ryan no sabía qué decirle, su manera de pensar era muy diferente a la de Cole, pero sin duda había sentido lo mismo que él, sólo que sí había sabido controlarse.

Aunque detrás de todo eso había algo más, algo mucho más profundo y que le causaba dolor de cabeza a Cole, tenía bajo su responsabilidad un proyecto personal, del cual no podía comentar ni una sola palabra.

El Callejón de Corazones © [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora