Capítulo 38

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POV Patry

Mientras Ryan y yo caminábamos hacia la oficina de los policías, estaba sintiendo una mezcla de emociones gigante.

Estaba feliz, emocionada, triste y nerviosa, yo había sido tan mal hermana y él me lo pagaba viniendo a ayudarme, nunca creí importarle, ya que, cuando vivíamos juntos nunca mostró interés en lo que me pasaba, pero aún así fue la primera persona que me llegó a la mente cuando vi aquel teléfono.

—Chicos, ¿en qué puedo ayudarles? —preguntó un policía con voz amable, por lo menos sí había alguien que no tenía aspecto de amargado.

—Estamos aquí con la intención de pagar la multa que se le asignó a Tommy injustamente. — hablé con un tono decidido y profesional, sorprendiéndome a mí misma.

—El apellido, por favor.

—Tommy Caja. —respondí, Ryan al escuchar el apellido me miró y trató de contener la risa, le miré divertida  y volví la mirada hacia el policía.

—Pasen, por favor.

Nos adentramos a la oficina y el olor a cigarrillo inundó mis fosas nasales, causando que comenzara a toser descontroladamente, me brindaron un vaso de agua y nos sentamos.

—Entonces... la multa es de... ochocientas monedas, por ser el supuesto sospechoso a la invasión de tuberías en el supermercado. —leyó unos documentos que había impreso.

—Exactamente, le culparon de algo que ni siquiera tenían pruebas, pero igual vamos a sacarlo de ahí porque sé que él no lo hizo. —contesté, segura de cada palabra, y orgullosa de mí misma, si Tommy estuviera aquí seguro ya habría hecho que comenzara a reír y todo se hubiera ido por el excusado.

—¿Tienen la cantidad acordada en estos documentos?

—Sí, la tenemos. —contestó Ryan, imitando la forma en la que había hablado.

—Esperen aquí. 

El policia se levantó y fue en busca de una especie de caja fuerte y una libreta de recibos.

Llenó la primera parte del recibo y nos lo entregó para que firmáramos, luego lo selló y tomó el dinero que Ryan había dejado en el escritorio.

—Un placer haber tratado con ustedes, ahora mismo le informamos a Tommy. —dicho esto el oficial salió a paso lento de la habitación y con una sonrisa en su cara.

—Ese oficial es raro. —hablamos al unísono, nos miramos y comenzamos a reír.

—Gracias Ryan, en un par de meses cuando consiga el dinero te lo pagaré, lo prometo. —le dije con una gran sonrisa.

—No tienes que pagarme nada, este dinero no significa ni una parte de lo que te debo.

—¿Qué quieres decir?

—Patry, he sido un hermano espantoso contigo, el día en que te fuiste, debí haber ido por ti, pero sólo me quedé en mi habitación pensando en lo estúpida que eras.

—Ryan, te agradezco que no hayas ido por mí, yo estoy feliz con lo poco que tengo ahora, con Tommy. —sonreí inconscientemente.

—¿Y si no le hubieras encontrado, o él no te hubiera encontrado?

—No lo sé, pero lo hizo, y eso es lo que importa.

En el fondo sí sabía lo que iba a hacer, pero no era algo que quisiera recordar. 

El Callejón de Corazones © [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora