Capítulo Final

68 12 9
                                    

POV Tommy

Al entrar en el hospital nos encontramos a Mónica discutiendo acaloradamente con la secretaria, traté de disimular la gracia que me causaba pero igual terminé riendo como foca retrasada, atrayendo la atención de las demás personas, quienes me miraban con desaprobación y seguían con sus asuntos.

Patry apretó mi mano y me sonrió para luego encaminarse a donde estaba Mónica, desde que había llegado no se había separado de ella y me alegraba inmensamente ver a mi chica feliz, se notaba la diferencia en su actitud al estar junto a ella compartiendo al igual que los viejos tiempos, así como siempre me contaba.

—¿Qué pasa aquí? —preguntó, zafándose de mi agarre y apoyando sus manos sobre el escritorio de la secretaria.

—La señorita aquí presente dice que Ryan no puede recibir visitas, ¡pero sí puede! —se quejó Mónica frunciendo el ceño y mirándome mal al notar mi sonrisa divertida.

—Chica, te estoy diciendo que son órdenes del doctor, no mías. —habló la enfermera con tono irritado mientras recogía unos papeles que se le habían caído.

—Pues dígale al doctor que yo no sigo órdenes. —respondió finalmente Mónica, para luego salir corriendo en dirección al área de habitaciones, Patry le siguió el paso, y luego de darle una sonrisa de disculpa a la secretaria, yo también.

—¡Esperen! —grité, tratando de recuperar el aire que había perdido a causa de la carrera.

—Tommy, no hay tiempo para charlas. —respondió Patry sin siquiera disminuir un poco la velocidad.

—No creo que el hombre de seguridad quiera charlar. —grité, acelerando el paso al sentir como el seguridad se acercaba mucho más y de forma agresiva.

—¡Oh, mierda! —habló Mónica luego de girar la cabeza y enfocar su vista en el hombre con uniforme gris y apariencia de camionero que nos seguía.

Tras un buen rato corriendo el seguridad se cansó y aprovechamos para entrar a la habitación de Ryan, donde lo primero que hice fue colocar unas sillas delante de la puerta para impedir el paso ya que el picaporte estaba medio oxidado y el aire amenazaba con abrirla.

—Bien, misión completada. —exclamó Patry lanzándose hacia mí y propinándome un casto beso.

—No me gustan este tipo de misiones, maldición. —refunfuñé mientras me acomodaba en la esquina de la habitación, Patry se sentó junto a mí mientras esperaba que Mónica terminara de hablar con Ryan sobre un tema bastante aburrido para ambos, enfermedades.

—¿Quieres apostar? —preguntó Patry, mirándome pervertidamente y luego a donde se encontraba Ryan con Mónica tomados de las manos.

—No tengo dinero, brujita. —me excusé.

—¿A caso mencioné algo relacionado con el dinero? —alzó una ceja y me sonrió con malicia.

—Tengo miedo. —le miré fijamente por unos segundos y sonreí en mi interior.

—Deberías tenerlo. —afirmó de forma casual—. Pero yo elegiré lo que quiero si gano y tú lo que quieres si ganas.

—Ya te tengo a ti, no quiero nada más. —levanté los hombros en gesto desinteresado.

—Si es por eso ninguno ganaremos nada, nos tenemos el uno al otro. —sonrió enormemente y le di un pequeño beso—. Quiero trabajar. —dije finalmente. 

—¿Trabajar? —preguntó con expresión confundida—. Eres raro.

—No sé por qué no me sorprende escuchar eso. —reí y asentí en respuesta a su pregunta.

El Callejón de Corazones © [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora