Capítulo 47

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POV Tommy

Vi como la expresión de Patry pasó de ser una feliz mientras hablaba conmigo a una de horror y tristeza al escuchar lo que había pasado con su madre.

Me levanté de la esquina en la que estaba sentado y me le acerqué para asegurarme de que estuviera bien, al tenerme cerca rápidamente me rodeó con sus brazos y lloró.

—Brujita... —le llamé con voz suave al sentir como había parado de llorar a mares.

—Tommy... —respondió, levantando la cabeza y apoyando su mandíbula de mi barriga, para luego mirarme.

—Estoy aquí, tranquila. —le sonreí un poco.

—¿Cómo está Ryan? —preguntó de manera casi inaudible.

Dirigí la mirada a la camilla de Ryan, estaba totalmente dormido en posición fetal y con su celular a un lado de su espalda.

—Está dormido, también deberías hacerlo. —le acaricié el pelo lentamente y seque cualquier rastro de lágrimas que le había quedado en los pómulos.

—Debemos encontrar al que le hizo eso a Ryan. —dijo, separándose a malas ganas de mí.

—¿Qué le hicieron a Ryan? —pregunté confundido, creía que se lo había hecho él mismo.

—Resulta que él no intentó suicidarse, alguien le hizo las cortadas para que pensáramos eso, incluso una chica me preguntó si estaba aquí por el chico que intentó suicidarse. —respondió y achicó los ojos en modo de sospecha.

—¿Una chica? —dicho esto estiré un poco los brazos y me fui a sentar a la esquina.

—Sí... estaba embarazada, o se le había pasado la mano con las hamburguesas y estaba mintiendo, no lo sé. —se sorbió la nariz y rió un poco, me alegró verla más animada por lo que sonreí.

—¿Era linda? —pregunté agrandando la sonrisa y mirándole de forma pervertida.

—Oh sí, seguro te gustará ir a buscarla, ¿no? —respondió con un ápice de celos en su invitación.

—Ya te tengo aquí, ¿para qué iría a buscarla?

—No lo sé, dímelo tú. —me miró mal.

—Calma, calma. —dicho esto me levanté y me senté en el apoya-brazos de la silla.

—Eres un estúpido. —se quejó, sonriendo al sentir mis manos sobre su muslo.

—Me lo has dicho un par de veces. —respondí y le propine un beso en la frente, en la nariz y luego uno en los labios.

Después de unos segundos nos separamos para poder respirar, en mi rostro se formó una gran sonrisa al ver como Patry se notaba más feliz.

—Me encantas. —dijo mientras me acariciaba las mejillas.

—Oh, no tienes ni idea. 

Tenía ganas de volver a besarle, pero su rostro confundido causó el mismo efecto en mí, por lo que esperé a que se expresara antes de decir cualquier cosa.

—¿Viste al hombre que nos estaba espiando cuando íbamos a entrar? —soltó de repente, dejándome en blanco.

—¿Había un hombre?, ¿entrar a dónde? —levanté los brazos en señal de extrañeza.

—Si ni siquiera sabe de qué le estoy hablando es obvio que no lo vio. —habló para sí misma, ignorando lo que le había dicho.

—Es muy raro que hables contigo misma cuando estoy a tu lado. —me eché a reír.

—Debemos irnos. —anunció de forma seria y se levantó rápidamente de la silla, causando que al estar apoyado de ésta, me cayera encima.

—Ush, ¿necesitas ayuda ahí abajo? —preguntó riendo escandalosamente y señalando a la silla que me había caído en la entrepierna. 

—Me serviría que no te volvieras a levantar así de una silla. —le sonreí con mala cara y me quité la silla de encima, mientras que Patry seguía riendo e intentando calmarse para no despertar a Ryan.

Cuando Patry vio que había logrado levantarme y estabilizar mis piernas emprendió su camino a la puerta, siguiéndole el paso me fui detrás de ella, apagamos la luz de la habitación y fuimos en busca de una enfermera para que se quedara vigilando a Ryan mientras no estuviéramos.

—¿Podrías detenerte y contarme específicamente hacia dónde vamos? —le pregunté y frenó de repente, se giró y me miró fijamente durante unos segundos.

—Debemos volver al callejón. —dijo finalmente, girando sobre sus talones y volviendo a caminar a paso rápido.

Me mantuve en silencio y le seguí, hubo un momento en el que accidentalmente bajé la mirada hacia su trasero, causando que me sonrojara casi de inmediato.

—Mierda. —susurré para mí mismo.

—Lo sé, no me acordaba de lo lejos que quedaba la estúpida salida. —se quejó, respondiendo a lo que creía que me refería, reí un poco y me adelanté para quedar a su lado.

Tras un buen rato de caminar logramos salir del hospital, en el estacionamiento divisamos el auto de Ryan, nos miramos y rápidamente comenzamos a correr en dirección a él, como Patry había sido la primera en llegar pues le tocó manejar, desgraciadamente.

—Iugh, vamos a tener que limpiar esto luego. —me quejé al abrir la puerta del auto y encontrarme con el asiento todo lleno de sangre.

—Claro. —respondió Patry de forma sarcástica y alargando la ''a'', encendió el auto y arrancó de manera veloz, ya que no me había puesto el cinturón de seguridad casi me golpeo con el baúl. 

—Si es matarme lo que quieres, ya dímelo mujer. —exclamé divertido.

—Te quiero matar, Tommy. —respondió con una bella sonrisa—. Pero a besos. 

El Callejón de Corazones © [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora