-Lali es una chica de 16 años, pelo castaño oscuro, ojos marrones, era delgada y algo bajita. Es tímida y muy reservada, casi nunca habla con nadie, no siempre fue así, algo la hizo cambiar, algo que le destrozo la vida, ese hecho la hizo meterse en...
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-Peter: ¡¿Que quiere?! (Me solté de su agarre, pero volvió a agarrarme)
-Hombre: Si declaras en su contra, tus padres van a morir de la peor manera.
-Peter: Dile a ese hijo de puta, que ya no le tengo miedo, que se meta sus amenazas por el culo, pienso declarar y hundirlo en la cárcel (Le di un puñetazo y me alejé, pero él se abalanzó sobre mi tirándome al suelo y empezó a darme golpes en el estomago, como pude le di un puñetazo en la mandíbula y retrocedió, aproveché y le di una patada en el estomago, salí corriendo hacia mi casa)
-Stefano: ¡Joder Peter! ¿Qué te ha pasado? (Vino hacia mí y me ayudó a entrar en casa, le indiqué que me ayudara a llegar al sofá)
-Peter: ¿Dónde está papa? (Una vez en el sofá me tumbé en el)
-Stefano: Esta arriba, voy a llamarlo (Salió corriendo.
A los cinco minutos mi padre apareció mirándome con preocupación)
-Juan: ¡Peter! ¿Quién te ha pegado? (Agarró mi mejilla con cuidado)
-Peter: No sé quién era, pero dijo que venía de parte de Pablo Lanzani.
-Juan: ¡Hijo de puta! ¿Te amenazó?
-Peter: Me dijo que si testificaba en su contra, tu y mama moriríais de la peor manera, le dije que lo haría, que ya no tenía miedo ¿He hecho mal?
-Juan: Lo has hecho bien, solo quiere asustarte, no va a poder hacer nada estando en la cárcel, no te preocupes.
-Peter: ¿Estás seguro? ¿Y si se enfada más y os mata? No voy a testificar, no quiero arriesgarme (Puso sus manos en mis hombros)
-Juan: Tranquilízate Peter, vas a testificar, no nos va a pasar nada; ni a tu madre, ni a mi (Asentí –Testificaría en su contra, confiaba en la palabra de mi padre, pero el miedo no se iba del todo-)
-Stefano: Aquí están las cosas para curarlo papa (Stefano se las entregó)
-Juan: Va a doler, pero es necesario (Comenzó a curarme)
-Peter: ¡Joder! Me duele (Me retorcí en el sofá)
-Juan: Aguanta un poco, ya estoy acabando (A los tres minutos acabó)
-Peter: Gracias papa y no solo por curarme, también por aparecer en mi vida y demostrarme lo que es un verdadero padre.
-Juan: No me des las gracias, lo hago porque te quiero y estoy feliz de formar la familia que hemos formado entre todos (Lo abracé sin pensarlo –Al fin tenía una familia normal y sobre todo feliz. Pablo Lanzani no iba a estropear esta felicidad, testificaría en su contra aunque tuviera miedo-)
-Rochi: ¡Peter! ¿Qué te ha pasado? (Me miró asustada mientras cerraba la puerta de casa y se acercaba a mí)
-Peter: Una pelea, pero estoy bien (-No quería preocupar a nadie más-)
-Juan: No es nada grave Rochi, mañana estará bien, solo ha sido una pelea por una estupidez (Lo miré con agradecimiento por no decir la verdad)
-Stefano: Tendrías que haber visto al otro imbécil, ha quedado peor.
-Rochi: ¿Estabas ahí? (Miró a Stefano, yo también lo miré confundido)
-Stefano: Claro, me insultó y Peter me defendió.
-Rochi: Bien hecho entonces, os quiero, me voy a bañar (Se fue)
-Peter: ¿Por qué has dicho eso? (Puso su mano en mi hombro)
-Stefano: No os estaba creyendo, tenía que haber una historia creíble y esa lo era (Me dio un pequeño golpe en el hombro antes de irse)
-Juan: Vamos te acompaño a tu cuarto (Me ayudó a subir y una vez en la cama no tardé mucho en quedarme dormido)
-NARRA LALI-
(La noche en casa de Euge había sido genial, aunque me preocupé por el miedo que Peter pasó en el armario, pero por suerte se recuperó pronto y seguimos disfrutando.
Cuando me contó su idea de buscar un trabajo por las tarde me comporté como una idiota egoísta, pero no quería estar lejos de él, estando cerca de mi conseguía que olvidara todo lo malo.
Al irse de mi casa, cené algo rápido y me fui a la cama, estaba agotada y tenía que levantarme temprano para otra revisión, esta vez mi madre iría conmigo)
-Majo: Lali cariño, despierta (Me susurró mientras acariciaba mi pelo)
-Lali: Ya estoy despierta, enseguida me visto (Me estiré perezosamente y me levanté para bañarme y vestirme.
Una hora después ya estábamos en la sala de espera, mi madre movía las manos con nerviosismo, yo intentaba estar tranquila)
-Enfermera: ¿Mariana Esposito? (Miró a todos los que estaban sentados)
-Lali: Soy yo (Me levanté rápidamente y me dirigí a ella, con mi madre)
-Enfermera: Pasa, el médico está esperando (Le di una sonrisa y entramos)
-Medico: Buenos días a ambas, podéis sentaros (Obedecimos)
-Majo: ¿No va a revisarla? (Lo miró con duda)
-Medico: Si, pero quiero hablar con ustedes primero, he estado hablando con los encargados de los trasplantes, no tengo muy buenas noticias.
-Lali: ¿Qué ocurre? ¿No me van a poder operar? (Me puse nerviosa)
-Medico: No es eso, el problema es que hay una lista de espera muy larga, tengo que hacerte unas pruebas nuevas para intentar encontrar un medicamento más fuerte, tu pulmón no aguantará mucho más con lo que tomas ahora (Sin poder evitarlo mis ojos se llenaron de lágrimas)
-Adelantos-
- Deberías contestar -
-¿Por qué lloras? -
-no me lo volvería a perdonar -
- tú mismo dijiste que luchara hasta el final -
- el amor es más fuerte –
- no pierdas la fe –
-Fin de adelantos-
Paso algo rápido a dejaros el capítulo, no tengo mucho tiempo hoy, espero que os guste.
