9.

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Capítulo 9.

Ellos eran tan iguales que me parecían demasiado simétricos.

-¡Ellioooooot!- había exclamado el gemelo uno, el gemelo uno llevaba una camisa rosada y estaba al lado del hombre castaño, el gemelo dos llevaba una camisa verde oscuro y estaba claramente al lado de la mujer.

Elliot viró los ojos y caminó a un lado de mi mamá, que estaba seria.

El gemelo uno se levantó con intención de abrazar a su sobrino.

El gemelo dos se había dedicado a verme a mí, no sé que sucedía, estaba muy confundida con todo.

Elliot se dignó a abrazar a su tío a lo que me reí, mamá plantó una sonrisa en sus labios dirigida hacía mi.

-Elliot, muchas gracias por traer a Perséfone a casa.- agradeció mamá, a lo que viré los ojos.

Noté que Elliot también lo hizo.

-Por nada, fué divertido irla a buscar.- contestó irónico.

-Te extrañé demasiado, pequeño.- había susurrado el gemelo uno, yo solo estaba observando la escena de mi compañero y su tío.

-¿Liam? ¿Te recuerdas de Elliot?- se dirigió el gemelo uno a el hombre llamado Liam.

-Claro, yo lo llevaba a la casa de Grace, la amiga de Emma.- dijo con una sonrisa plantada.

Esa sonrisa…, esa forma de hablar, la casa de Grace, ¿Emma?.

Todo me resultaba conocido, hasta los gemelos esos, la mirada del gemelo 2, me hizo ir hacia atrás.

5 años de edad.

Las manos de la tía Grace se acercaron al juguete preferido de Gabriela mayor, las llamaba así por que hay dos Gabriela's, la menor que tiene mi edad y la mayor que era 5 años mayor que yo.

Elliot se había acercado para levantarme la falda, pero no lo permitiría, le iba a dar una cachetada, pues estaba harta de sus ridiculeces.

Iba al jardín, Gabriela mini estaba detrás de mí, Gabriela mayor delante de mí y Elliot ya estaba en el jardín, me dediqué a tomar una flor en lo que Elliot empezaba a gritar unas groserías al aire, en lo que unas voces profundas se escuchaban, me giré a la puerta y allí estaban tres hombres uno con camisa negra, otro con camisa celeste y el otro con camisa rosa.

-¡No digas malas palabras!- regañó el hombre de camisa negra, era muy alto.

Con la inocencia del mundo me acerqué al de camisa celeste.

-¡Que ternura! Mírale el vestido, Liam.- había dicho el de camisa rosa a el de camisa celeste.

-Me gustaría que sea niña ¿y a ti?.- preguntó el de camisa celeste al de camisa rosa.

Él otro asintió. Elliot llegó a mi lado y su mano iba dirigida a mi vestido por lo que giré y le dí una cachetada.

El dolor en mi mano era evidente, la palma de mi mano estaba roja y la mejilla de Elliot también.

-Tío...- nombró y con lágrimas en los ojos, abrazó al hombre de camisa negra.

Actualidad.

Con que ellos son los tíos de Elliot.

Pero la pregunta es, ¿Por qué su mamá nunca lo fué a buscar?.

Aparte del recuerdo ese, ellos se me hacían más conocidos, se parecían a un famoso en internet.

No podía ser posible, se parecían a uno de mis escritores favoritos, se parecen a Ian North.

-Disculpen, ¿me pueden decir sus nombres? Es que no los recuerdo bien.- pedí y ellos solo sonrieron a excepción del gemelo dos.

-Somos los gemelos Philips, Jesse Philips y Kris Philips.- dijo rápidamente Kris, él había señalado a su hermano y a Kris.

Solo me confundí más.

-¿Eres Philips? No lo sabía, Elliot Hades Briand Philips.- nombré y el solo no le dió importancia.

Su último apellido no era así, estaba demasiado segura. Parecía un punto cardinal, debe ser West, o East.

Decidí irme de allí, pues todos estaban muy concentrados en amar al desastre, no lo haría, tuve que fingir ser su novia solo por una mentira de él, ¿entienden?.

El miente, y al momento de mentir mete a las personas en su mentira.

Entiendo que hay veces que hay que mentir, lo comprendo demasiado, pero no puedes abusar de la confianza de los demás, para cumplir tus mentiras. Díganme, ¿Tendrá la misma confianza con la persona después del problema? No.

Es la vida real, no es una maldita historia de Wattpad, la vida real es que cuando te le declaras a un chico, el chico por arte de magia miró tus ojos y se enamoró de tu mirada, no, maldita sea. El chico será sincero, no te ama y si es un hijo de puta, pues te mentirá y te dirá que te ama.

En la maldita vida real, hay dolor, furia, delincuencia, pobreza, personas que cada día mueren, y tú preocupado por si un chico te ama. Por eso nunca me enamoro.

Prefiero estar en la realidad, viendo como las personas sufren; a que estar volando sobre una nube viendo cosas fantasiosas.

El sonido de una notificación se hizo sonar en mi teléfono, por lo cual ví el mensaje o cualquier estupidez.

Twitter: Arrestan a hija de la artista Emma North, para más información ir al link...

¿Cómo?

De una vez le dí al link para saber de qué trataba.

»La hija de la artista reconocida Emma North, Riley North, se encuentra en la cárcel por haber consumido drogas en el club Playboy, en estos momentos se encuentra en la prisión del estado Washington, en el centro de la ciudad, imágenes más abajo del arresto.

Luego se veían imágenes de claramente una chica de cabello canela con unas esposas en sus manos, su rostro decía todo lo contrario a la información que decían allí, estaba asustada y normalmente cuando se ven personas drogadas, tienen un estilo relajado.

Que confuso, la puerta del frente sonó, era Elliot de seguro, con la rapidez y el fastidio del mundo salí de mi cueva para mirar a mi compañero.

-Elliot.- llamé en voz baja, el llevaba en sus manos la llave del coche, en su bolsillo detrás estaba la cartera de él, todo era muy extraño.

-¿Qué?- preguntó el con leve fastidio.

-¿Qué sucede y a dónde vas?- pregunté confusa viendolo el solo suspiró.

-Pues resulta que no somos los únicos en ir al bar de Playboy, mi hermana fue llevada a carcel por algo falso.- suspiró Elliot.

¿Su hermana? Todo esto me confundía, faltaba algo a todo.

Digo, solo por decir, Elliot es imposible de que fuera el hijo de mis artistas favoritos y el nieto de mis escritores favoritos.

¡Es imposible!

Lejos de Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora