Capítulo 16.
1 mes después...
Buscaba mi teléfono por mi desordenada cama, necesitaba llamar a Afrodita, necesitaba apoyo moral.
Sucedía que hoy vendrían las hermanas de Elliot y por lo que según Elliot me a dicho, son peor que él.
Al sentir la suave pantalla de mi iPhone, recibí un mensaje.
Kevin: ¿Un mes enferma? Eso el jefe no te lo cree, que vayas a trabajar ridícula.
Ignoré el mensaje, aunque Kevin tenía mucha razón, debía de empezar a trabajar otra vez, o sino buscaba otro trabajo con mejor paga y que me gustase, en vez de esa porquería de heladería.
Llamé a Afrodita, pedí ayuda y en 10 minutos, ella ya se encontraba aquí junto con Deméter.
Ellas al verme con Pijama solo se dieron cuenta de como estaba, tenía la menstruación y me sentía horrible a causa de mi compañero.
-Estoy 100% segura de que esto se trata de Elliot.- susurró Deméter, la señalé.
Señalé a Deméter, luego me señalé a mi, después hice como la estatura de unas niñas.
-¿Tendrás un bebé?- preguntó muy confundida Afrodita.
-No, carajo, tres cosas. Mamá está en ecografía, tengo la menstruación y aparte hoy vienen las hermanas de Elliot.- dije tirandome a la cama otra vez.
-¿Pers, no has visto tu habitación acaso?- preguntó Deméter viendo mi alrededor.
-No, ¿Por qué lo dices?- pregunté confundida.
-Te vas a morir.- dijeron ambas al unísono.
Me levanté y ví toda mi habitación, esta era mi peor pesadilla, grité de frustración.
-¿Cuánto tiempo estuve ahí? Esto es culpa de Elliot.- me encaminé a la habitación de Elliot.
Allí estaba él, tirado frente un ventilador, había mucho calor y la unidad del aire de Elliot se había dañado y mamá llamó al reparador y no había llegado aún.
-Necesito frío, y tú no ayudas Pers.- había dicho Elliot.
¿Por qué lo decía?.
Miré como andaba vestida, no me había dado cuenta pero solo andaba en sostenes y shorts.
La habitación de Elliot también andaba desordenada.
Genial, no me había dado cuenta de nada.
Un sonrojo se apoderó de mis mejillas, por lo que me devolví a mi habitación y allí estaba Deméter y Afrodita mirándome confundida. Mientras ellas me contaban sobre sus novios, a excepción de Deméter que esta en lo de tener novio y tal.
Deméter hablaba de Erick tan lindo que me sorprendía, odiaba eso, no podía con esa cursilería.
Mientras yo acomodaba mi habitación, mientras ellas hablaban de cosas del amor, bla bla bla.
Cuando coloqué unas cajas que estaban en el piso en su lugar ví una foto en el piso, era una Polaroid, miré la foto, estaba yo sin sostenes de espalda a mi cama.
¿Quién tomó esta foto?
Volví a la habitación de Elliot, pero me encuentro con que la puerta esta cerrada con seguro, le grito a mi compañero y el solo me abre la puerta con un rostro cansado.
-¿Qué pasa?- preguntó fastidiado.
-¿Tú tomaste esta foto?- pregunté mostrándole la foto.
Elliot viró los ojos al ver de lo que se trataba.
-Si, ¿Algún problema?- preguntó desinteresado.
-¿Cuándo fue esto?- pregunté confundida, no recuerdo nada de cuando la tomo.
-Pues, calcula, nada más hemos tenido sexo una vez, y fue hace una semana.- dijo tranquilo como si nada.
Un sonrojo se escapó de mis mejillas, fué muy vergonzoso, ahora no podemos estar tranquilos al vernos, nos ponemos intensos con solo una mirada.
Decidí salir de allí, pues yo sonrojada y él diciéndome esas cosas no me hacían estar tan tranquila.
-¿A dónde vas? Espero mi beso.- espetó y yo solo suspiré.
Una sonrisa se escapó de mis labios.
Me voltee y me acerqué a su rostro y delinee sus labios con mi lengua, mis labios secos ahora estaban mojados por su saliva y esta se mezclaba poco a poco con la mía, entre abrí los labios para permitirle paso a su lengua con lo que la misma lo hizo automáticamente, poco a poco el beso fué subiendo la intensidad, por lo que no solo nuestras lenguas no eran las únicas necesitadas.
Los labios de Elliot se alejaron de mis labios, empezando a dar besos mojados por todo mi rostro, bajando por el cuello y ya allí empezó a morder, lamer y chupar al mismo.
El placer se apoderaba de mí ser, ya no podía controlarme, pero tenía que hacerlo, tenía que detener ese paraíso para entrar en el infierno, es decir, la realidad.
-El-Elliot- jadeo intentando poder separar a Elliot de mí pero no podía.
-Ya, por favor..- hablé un poco más relajada.
Su rostro se alejó de mi cuello, donde ya habían dos chupones, genial, ahora debo esperar a que desaparezcan los chupones.
-Tienes que ir a buscar a tus hermanas.- mi mente hablaba en estos momentos.
-Cierto...- susurró mi compañero.
-En la noche terminaremos esto, ¿si?- me convenció, le lancé una mirada seductora.
¡Tienes la menstruación, tonta!
Mi boca no sangra.
[]
Luego de que Deméter y Afrodita se fueran, terminé de limpiar mi habitación completamente, no podía creer que mi habitación tuviera ese desorden.
Ahora yo me estaba bañando muy lentamente, el agua estaba caliente y el aromatizante de coco no ayudaba a salirme, decidí tomarme mi tiempo en el baño. Tomé mi teléfono y empecé a leer un libro que tenía por Wattpad.
Cuando pensé que ya era suficiente tiempo llenandome de agua, salí de la bañera, me sequé con mi toalla, miré el lavamanos, habían unas cosas de hombre.
¿Cuántas veces al día Elliot entra en mi habitación? Tengo más cosas de él, que el de él.
Busqué una toalla sanitaria en mis cosas y entre mis cosas de baño, ví unos preservativos a un lado de pastillas del siguiente día, ignoré esas cosas que son por si acaso.
Me vestí rápidamente, con un chándal gris, un top negro y unas pantuflas para estar tranquila en casa.
Justo cuando termine sonó el timbre.
Me encaminé preparándome mentalmente para conocer a la familia Briand North.
ESTÁS LEYENDO
Lejos de Amarte
Teen FictionPerséfone es una chica muy importante en su institución, ella hace que cada uno cumpla sus papeles, que cada uno haga sus deberes, es como la jefa, mantiene todo organizado y preparado para lo que venga. Mientras, que Elliot es un chico desastre, le...