19.

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Capítulo 19.

Buscaba un lápiz en mi mochila, al buscar me dí cuenta que James, mi último ex novio, me estaba mirando a lo lejos, el estaba a una esquina del salón de clases y yo estaba en la primera fila, a mis lados estaba Melody y Gabriela.

Gabriela estaba en su teléfono hablando con su nuevo novio, —con el cual yo la ayude— y Melody estaba igual que ella, lanzando miradas a Daniel, su nuevo novio.

Estaba en ese momento de la vida en la que todos se ven o lucen felices y tú te sientes horrible porque no tienes lo que los demás.

El profesor Miller empezó a escribir en el pizarrón, pero como siempre, a la primera hora del día, me llamaba algún profesor o algo por el estilo.

Esta vez, era el profesor Rodríguez, Miller me dió el permiso para hablar con mi profesor favorito.

-Necesito tú ayuda.- pidió el profesor con las manos unidas.

-¿Con qué?- pregunté confundida, todas las situaciones que la vida me daba me confundían mucho.

-Mira, están haciendo unas premiaciones por mejor promedio en el estado y viendo tus notas, tu eres la que tiene mejor promedio en el instituto, quería saber si querías ir a la premiación.- informó sobre un concurso.

La vaga imagen de yo obteniendo un diploma por mejor estudiante del estado me encantaba, pero no me satisfacía, no era como ese sentimiento que Elliot me daba cada vez que me abraza o cada vez que me besa, no es el mismo sentimiento.

¿Realmente quiero ser la mejor en todo? ¿Acaso yo me hago esas cosas solo para alimentar mi ego?.

-Claro.- mentí.

Carajo, la cagaste Perséfone.

Por estas razones es que tu madre aún no a tenido a Zeus.

Luego de eso, entré a clases, James aún me miraba en la lejanía, las chicas solo fruncieron los labios y yo no le dí importancia.

No quería entrar en el concurso ese, el profesor Rodríguez me quiere mucho, pero no puedo, no me sentía bien conmigo misma, tenía que ganar algo que realmente lo mereciera.

Al finalizar la clase de Físicas me acerqué al profesor Miller para hablar con él.

-Profesor, necesito sacar un 5 en esta materia.- pedí y el frunció el ceño.

-Llevas 10 en línea, ¿Cómo es posible qué quieras un 5?- preguntó y yo no sabía que responder.

-El profesor Rodríguez me pidió un favor pero no lo quiero hacer, el caso es que en todas las materias llevo puros 10, y necesito un 5 para no hacerle ese favor al profesor.- suspiré respondiendo la verdad.

-Solo porque eres mi alumna favorita y porque Rodríguez me cae mal, lo haré.- ablandó su corazón a mi favor.

-¿Por qué le cae mal Rodríguez?- pregunté y él solo rodó los ojos.

-Coqueteó con mi hermana menor.- dijo con el ceño fruncido.

Me reí en mis adentros no es una gran excusa para eso.

[]

Al llegar a casa lo primero que hice fue dirigirme a mi habitación, pero justo antes de entrar quise saludar a Elliot.

Ojalá esté bien, esta mañana se sentía mal por lo que me dijo mamá, de todos modos tuvo que ir a su universidad.

Abrí la puerta despacio para evitar ruidos.

Una chica entre sus piernas, era rubia, se le veía su trasero desde mi vista, el rostro de excitación de Elliot llegó a mis ojos, la impotencia y la furia se apoderaron de mí.

Ahora mismo me sentía furiosa, defraudada, decepcionada y molesta, el me había dicho que el no era lo que yo pensaba pero ahora veo que miente.

Mis ojos húmedos a causa de la decepción y furia que sentía ya estaba que mis lágrimas se salian, pero no​ lo permitía, no lo haría, el solo quiere verme débil y no le daré el gusto.

Corrí a mi habitación, –que no quedaba lejos, obvio– por lo que me tiré en el piso buscando mis almohadas de la furia y llanto.

Al encontrar a Toffe, la almohada de la furia, empecé a golpearla como si nada en mi vida valiera, luego de descargar mi furia en la almohada, tomé a Star, mi almohada del lloriqueo y empecé a abrazarla.

Tomé mi teléfono y pedí ayuda a cualquier amiga, la primera que vino a mi mente fue Gabriela, nos tenemos confianza y pues vive cerca.

Mientras yo escuchaba los gritos de Elliot pidiendo que abriera la puerta, luego de 5 minutos el terminó de tocar la puerta.

Me acerqué a la puerta de mi habitación.

Se escuchaban sozollos al otro lado de la puerta.

-Perdón, en serio, no era mi intención, me dejé llevar por la lujuria y aquí estoy, arrepentido.- empezó a hablar sin sentido.

-¿Por qué lo hiciste?- pregunté dolida.

-Pers, lo hice sin razón alguna, ella no me interesa, tu eres la única en mi vida.- susurró en el silencio.

-Si fuera la única en tu vida, entonces eso no hubiera sucedido.- suspiré resignada.

-El cuerpo me pertenece, mi alma te pertenece a ti.- replicó y una lágrima había salido de mis ojos.

-Quiero tu cuerpo y tu alma, no solo uno.

-Los tienes, aunque no lo creas.- murmuró.

Más lágrimas salían de mis ojos y simplemente dije:

-No los tengo y no los tendré nunca…

N/A:

DISCULPENMEEEE

Tuve muchos problemas para subir, mi telefono se dañó, me fui de viaje, no habia wifi y a mi me da pena pedirle a mi mamá para subir; EL MILLON DE PREGUNTAS.

Espero compensar la tardanza con dos capitulos.

Le dedicaré una frase a Pers: NUNCA DIGAS NUNCA

Besoss♡

Lejos de Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora