Lejos de Amarte

15.

Capítulo 15.

Una camisa negra, unos pantalones de vestir y unos zapatos elegantes, eso era lo que Elliot llevaba puesto para ir al baile.

-Tienes 19 años, ¿en serio quieres ir al baile?- pregunté y él afirmó.

El día que Dios me diga mi destino, yo me voy a deshacer de todas las estupideces que no necesite.

-Sabes que debes vestirte como en los 80s, ¿verdad?- le mencioné y el asintió, de su bolsillo sacó un lazo más viejo que mi abuela, y se lo colocó en el cuello de la camisa.

Yo llevaba un vestido de puntos grandes, mi vestido era blanco y los puntos eran negros, en la parte del busto hasta la cintura era ceñido y de la cintura hasta terminar el vestido, era abierto.

No estaba preparada para ir, llevaba un peinado muy extraño, era una media cola con volúmen, parecía mi abuela en sus tiempos.

Mamá estaba muy emocionada por que fuera con Elliot.

-Vamos a perder la apuesta con Max, cariño.- murmuró papá al lado de mamá.

Mamá le lanzó una mirada para que deje sus estupideces.

-¿Qué apuesta?- preguntamos Elliot y yo al unísono.

-Nada.- resopló papá.

Fruncí el ceño, luego de que mamá tomara un millón de fotos, decidí acariciar a mi próximo hermanito.

-Ay no, más niños, no.- dijo asqueado Elliot hacía mi hermano.

-Ojalá sea niño.- pedí y mamá me sonrió.

-Mañana te vamos a decir el sexo, junto con Elliot.- dijo mamá sonriendo.

Mamá se ilusiona con que Elliot y yo estemos juntos.

Y yo solo ruedo los ojos, suspiro y luego me acuesto en mi cama a ver como terminará la historia.

Elliot y yo nos fuimos en su coche, por lo que me sentí abrumada, su carro demasiado lindo.

Cuando llegamos, noté que los profesores en la entrada estaban viendo todo, yo antes de entrar, les pregunté si ya tenían todo preparado, a lo que ellos me afirmaron.

Entré, y ví a Deméter en la puerta del gimnasio sin decidirse a entrar.

-¿Deméter?- pregunté, su rostro lleno de miedo se dirigió a mí.

Suspiró aliviada al verme.

-¿Sucede algo?- preguntó Elliot al ver la situación.

-Si, es Lion, se quiere pelear con Erick porque pues... No es el momento de explicar eso pero Lion se peleará con Erick.- habló y fruncí el ceño.

Me acerqué a ella y coloqué mi oído en sus labios, a lo que ella respondió:

-Tuvimos sexo..- susurró en mí oído y yo me sonrojé.

Ella también estaba sonrojada.

Entré al baile, y todo estaba perfecto, todo fue muy rápido, apenas habíamos llegado todos estaban en la pista.

-¿Qué haces aquí?- preguntó Elliot a una de primer año.

-Yo estudio aquí, idiota. ¿Cómo está tío?- dijo la pelirroja hacia mi compañero.

-Escondido, al igual que tus padres, ridícula.- murmuró alto y la chica solo rodó los ojos.

-Perdona, pero cuál es tu nombre?- pregunté a la chica y ella frunció el ceño.

-Pearl North y tú eres Perséfone O'Kelly, hija del famoso jugador que se retiró del béisbol, y ahora trabaja con nuevos chicos. ¿Me equivoco?- preguntó ella y negué.

Me sorprendía como todos sabían que yo era hija del jugador de béisbol retirado.

-Una pregunta, ¿Cómo se llama tu papá?- pregunté y ella entrecerró los ojos.

-Kris North, ¿Por qué?- preguntó y mi curiosidad seguía ahí.

-¿Tú papá es hermano de la famosa artista Emma North?- pregunté y ella suspiró.

-Si, la mamá de Elliot.- señaló a mi compañero que tenía los ojos abiertos como platos.

Estática miré a mi compañero, ahora lo odio más, me mintió y junto con él mi mamá. No sabía que mamá era amiga de mi artista favorita, aparte de amiga, el esposo de su amiga creó mi cómic favorito, aparte de eso, la mamá de mi artista favorita hizo un libro que me encanta.

Y ahora me doy cuenta de la mentira, la horrible mentira que me hicieron creer todos, estoy en ese momento justificando que me mintieron.

¿Por qué lo hicieron?¿Acaso esconden algo más? Hasta mi mamá me mintió en esto.

Camino a la puerta, todo en mi perspectiva se volvió lento, pero después está Elliot gritándome que no debo decir nada,me quedo mirando la puerta de salida del gimnasio, ahora iban a anunciar a la reina y el rey del baile, estaba David a punto de anunciar a la reina.

Angelic Light.

Y Chase Jensen.

Son los reyes del baile, salí del gimnasio elevando mi vestido para poder correr hacia el coche de Elliot.

Me volví a sentar como la otra vez, acostada al caucho, sabía que podía manchar mi espalda pero no me importa, ya a este punto de mi vida nada importaba.

Me sentía estafada y sucia, sentía que yo era parte de ese mentira, de esa ridícula mentira.

Unos pasos me alertaron, a lo que ví su camisa negra decidí ignorarlo, era Elliot, el se sentó a mi lado, yo no quería verle los ojos y mucho menos su rostro.

-Me mentiste.- murmuré y él resopló.

-Lo hice por el bien de mi familia.- susurró y decidí mirarlo.

No quería hacerlo, pero era inevitable, yo debo de ver los ojos de los demás para ver si es verdad.

-Eres el hijo, de personas que amo y nieto de mis escritores favoritos, es decir, amo tu familia. Tu familia es tan genial y tú tan diferente.- no podía asimilar todo.

-¿Por qué no te agrado, Perséfone? Estoy cansado de que me odies.

-Pues, es que crees que tomar drogas es la solución. Eres como un Bad Boy pero no es como las historias, yo te odio y te odiare por siempre.- le lancé una sonrisa atrevida.

-Puedo cambiar tus pensamientos. Te demostraré que yo no soy así, yo soy diferente a como me etiquetas.