Capítulo 12.
Al llegar a la dirección que me había dado el chico por el grupo, supuse que era la casa de un universitario, pues era muy grande, todo estaba muy adulto como para un adolescente de mi edad.
Me giré a ver a Ashley, estaba vestida con una falda en A, y una camiseta del Barcelona. Estaba vestida demasiado extraña, pero no soy quien para juzgarla.
Yo tuve que ir al fondo de mi armario para encontrar la ridícula camiseta del equipo de papá, número 23, genial, la camiseta de béisbol que usaba papá la tenía, pasa que la mía es versión mujer.
Escogí unos shorts de jeans y unos botines altos negros, adicta a esos botines, lo sé.
Rostros desconocidos se hicieron presente frente mí, parecen mayores, chicas con pantalones y faldas súper cortas se hicieron presentes también.
Esas no tenían que faltar.
Un rostro conocido frente mis ojos me sorprendía, se me hacía imposible de asimilar.
-¿Deméter? ¿Qué carajos haces aquí?- pregunté desconcertada, no pensé que la lectora fuera a un fiesta.
-"Disfrutar".- hizo comillas con sus dedos, llevaba un vestido negro corto, era muy sexy.
-Joder pero que sexy, tía.- imitó Ashley un acento español dirigida hacía Deméter.
-¿Quién te invitó?- pregunté confundida.
-No lo creerás, pero los papeles sirven para invitar a chicas a fiesta.- fruncí el ceño, eso no respondía mi pregunta.
-Fue Erick.- suspiró.
Ya entendía todo, solo que me confundía algo o pues, me hacía la idea de que Elliot podría estar aquí.
No quiero más problemas con él.
Al entrar en la casa, varias personas estaban súper felices tomando cerveza, algunos hasta otras bebidas que desconocía, las chicas estaban buscando su ligue de hoy al igual que los chicos también.
Salí al patio, el cual tenía un tamaño promedio, y varias personas bailaban al ritmo de la música, la barra de bebidas estaba por el lado derecho, la piscina estaba al final del patio en el cual ya algunas personas estaban ahí.Decidí quedarme en el patio junto a Ashley, ella estaba coqueteando con un chico mayor, luego de 5 minutos ya no tenía a Ashley en mi campo de vista, ella sí que no pierde el tiempo.
Habían puesto varias canciones latinas, con las cuales me sentí extraña, pues no entendía nada de lo que decían.
¿"Chingar"? ¿Qué es eso?.
Miré a los que estaban en la pista, chicas que prácticamente estaban haciendo una pose sexual, y chicos que se meneaban hacía ellos. ¡Eso es ya un baile sexual!.
Suspiré, entré a la casa, noté que había un grupo de hombres gritando pelea, por lo que me quise acercar, ¿Quienes estaban peleando?, Era interesante o por lo menos a mí me parecía así.
Sin darme cuenta llegué a "primera fila" y noté que Deméter con un rostro de miedo estaba mirando la pelea, me digné a ver quienes estaban peleando.
Era Erick.
Y Elliot.
Peleándose.
Elliot empezó a darle puñetazos en el brazo izquierdo, él tenía todo su rostro lleno de sangre escupiendo toda la sangre de sus labios pero no podía, la furia se había apoderado de él, mientras que Erick estaba en el piso, sentía que Erick iba a salir peor que Elliot, porque él tenía todo el brazo izquierdo con heridas y el rostro igual.
Erick con la rapidez del mundo, con su brazo derecho tomó una cerveza, y ví venir lo que iba a hacer, clavó toda la botella en el brazo derecho de Elliot, todos pararon de gritar para escuchar los gemidos de dolor de mi compañero.
Me acerqué a Elliot, el ya estaba levantado, Erick se había levantado le lanzó una mirada a Elliot de amigos y se fué con Deméter a no sé donde.
Todo era muy confuso.
-¿Por qué estabas peleando con Erick?- pregunté más confundida.
-No te incumbe.- musitó.
Una idea llegó a mi mente como por arte de magia, todo eso sería perfecto para acabar la mentira de Elliot.
-¿Sabes? Si es cierto, ahora no me incumbe, porque Terminamos.- exclamé, varias personas se dieron cuenta de mis palabras, el desconcertado escupió la sangre que tenía.
-¿Qué?- preguntó él y yo asentí.
-TER-MI-NA-MOS. Lo nuestro ya no existe.- exclamé para irme a la entrada de la casa.
Mejor me iba, busqué entre todos los coches, el de mi compañero de piso, tomé mi celular y llamé a su teléfono.
-Ven afuera.- ordené y me quedé esperando por el frente el coche.
Me bajé mi short, estaba muy corto y no me había dado cuenta.
Me acosté en el caucho del coche, allí nadie me vería.
Escuché unos pasos con los que me puse muy alerta, tomé mi teléfono y lo puse a un lado del caucho por si acaso de me intentaban robar.
-Oh, aquí estás.- era Elliot gracias a Dios, suspiré aliviada, tomé mi teléfono y lo guardé en mi bolsillo.
-¿Dónde creías que estaría? Llévame a casa.- pedí y el me dió su mano para levantarme.
La tomé, me levanté y cuando estaba ya parada en dos pies, tomó mi cintura para acercarme a él.
-¿Qué haces?- pregunté confusa.
-Besame.- pidió.
Su petición me parecía demasiado extraña, de pequeños el no hacía esto, el era muy alejado a mí, ¿Quién diría que Elliot Briand, el chico que odio, estaría a las 12:00 a.m pidiéndome un beso?.
-¿Qué?- pregunté.
Estaba fuera mis cabales, nunca respondía de manera corta, muchísimo menos un "¿Qué?".
Digo, solo por decir, él estaba a media noche pidiéndome un beso.
-Un beso, por favor.- ahora era un por favor.
¿Qué carajos sucedía en el mundo?.
-Elliot, pero aquí no hay nadie, ya no tenemos que fingir ser novios, porque hice un terminado falso.- me excusé.
¿Estaba nerviosa? Si.
¿Por qué estaba nerviosa?.
Yo no soy una adolescente, ya no soy una niña que piensa con el corazón, debo recordar que el es un desastre, no tiene futuro, que es un idiota, así todo sería perfecto.
-Si no lo das tú, ¿lo puedo dar yo?- había preguntado.
Date por vencida, esa cara tan tierna, esos labios con rastro de sangre y tú negandole un beso.
Suspiré, esta vez gana el corazón.
Me acerqué a sus labios, la sangre en su labios estaba más seca, ahora podría apreciar sus labios con los míos.
Nuestros labios hicieron contacto, empezaron a moverse; nuestros labios haciendo un nuevo ritmo, la sangre en sus labios sabía deliciosa, nuestra saliva junta formaban nuestro mejor beso.
Tanto como se movían nuestros labios, nos movemos nosotros.
Y ahí estaba yo, acostada en el coche de Elliot besándolo como nunca.
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Lejos de Amarte
Teen FictionPerséfone es una chica muy importante en su institución, ella hace que cada uno cumpla sus papeles, que cada uno haga sus deberes, es como la jefa, mantiene todo organizado y preparado para lo que venga. Mientras, que Elliot es un chico desastre, le...