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Capítulo​ 7.

No sé como terminé frente un club de Playboy, chicas con trajes pequeños que no dejan a la imaginación del hombre se me acercaban a acosarme, tenía mucho miedo, ¿Por qué razón fuí con Elliot?. Estaba esperando que Elliot hablara con el guardia, para permitir que una adolescente entrara con él. ¡Apenas tengo 17!, Pronto 18.

A lo lejos sonaba una música en inglés, creo que era i wont, de Danny Ocean, varias personas en la fila estaban emocionadas, sobre todo los hombres que empezaron a cantar a pulmón la canción. Me sorprendía a lo que las personas podrían llegar por emoción a un club.

Mi compañero de piso, –por que literalmente lo era– convenció al guardia, haciéndole creer que estaríamos por unos 15 minutos. En 15 minutos podría ir a la cárcel, bueno, no yo, Elliot iría a la cárcel. Fue su maldita culpa por mentirles a sus nuevos amigos diciéndoles que tenía novia, para así negarles que no era gay y que no saldría con la que hermana de un tal Rick.

¿Ven porque lo odio?.

No había pasado un maldito día, y ya yo estaba en una mentira de el.

-Chicos…, he aquí mi novia. Perséfone, ellos son Rick, Samuel y Erick, ella es la hermana de Rick, Frangelis. Muchachos, Perséfone.- presentó mi "novio", supuestamente.

La tal Frangelis solo rodó los ojos y se giró sobre sus tacones para irse a la pista de baile. Los chicos me vieron, sobre todo Samuel, ese chico se quedó viéndome desde el chicle que pisé con mis botines, hasta el mínimo cabello desordenado que tenía.

-¿Y cómo se conocieron?- preguntó Erick curioso.

Para no estresarme describiendo a cada uno, todos tienen ojos cafés, excepto Erick, que son azules o verdes, gracias a la oscuridad no podía saber qué color era, Rick tenía el cabello color azabache, mientras que Erick y Samuel negro como la oscuridad.

Abrí mis labios a punto de mentir, pero Elliot ya estaba a punto de disparar la mentira.

-Pues, nos conocíamos de años, nuestros padres son muy amigos, por lo tanto nos conocemos desde niños. Hace como dos años fuí a su ciudad, allá nos conocimos, y caímos en las redes del amor. Hace tres semanas me tuve que venir a Washington y pues, Elliot llegó hace un día.- expliqué y ellos se convencieron de la mentira.

Aunque en parte, fue muy cierto, a excepción de lo de las redes del amor. Elliot no es mi tipo.

Se comieron la mentira mejor que las Hamburguesas de The Mistery Burger.

-¿Y cuánto tiempo llevan?- preguntó con una sonrisa pícara Samuel.

La pregunta que hacía un desastre todo: ¿cuanto tiempo lleva su relación?. Pero Elliot y yo no vamos a dejar que nadie nos gane, muchísimo menos con unas preguntas.

-8 meses, con 15 días, 14 horas, 9 minutos y 39 segundos.- unísono la voz de él raro y la mía.

Estuvimos todo el camino practicando todo lo que puede que nos pregunten, y era cierto, solo era lo típico.

-Ahora son 40 segundos.- exclamé abrazándolo, el correspondió mi abrazo, aunque sé que fue por obligación.

En el abrazo, mi boca estaba muy cerca de su oído por lo que susurré.

-14 minutos para irme.- suspiré y el fingió una mueca triste.

-Chicos, Perséfone debe de irse en unos minutos.- advirtió Elliot.

-¿Por qué?- preguntó Rick con voz aguda.

-Pues es menor de edad, y aquí está conmigo, tuve que convencer al portero para que la dejara pasar.- dijo en medio de risas mi compañero.

Sonreí como si estuviera Enamorada, sé perfectamente fingir, llevo años de prácticas haciéndolo con todos mis novios.

-Cierto, cierto, pero podemos ir al restaurante que está a una esquina de aquí.- había sugerido Erick, miró como estaba vestida, como si combinara mal.

Llevaba una camiseta negra con diseños azules, unos shorts y unos botines altos negros, que me parecían bien lindos.

Genial, ahora me invitan a un restaurante en la esquina para que hablemos más. Aguantaré únicamente 10 minutos siendo la novia de Elliot.

Luego de hablar unos minutos con los amigos de Elliot, Frangelis se había acercado con una chica pelinegra, que no era una chica, sino una amiga, fruncí el ceño ante su repentina aparición.

-¿Afrodita?- pregunté y ella solo frunció el ceño, tenía la misma reacción que yo al verla.

Lo sé, su nombre es muy estilo "Mitología Griega ¿dónde?", Es la hermana mayor de Deméter.

-¿Qué haces aquí?- preguntó confundida, la entiendo, cualquiera diría lo mismo al ver a una menor de edad. Los amigos de Elliot se quedaron dictando atención a Afrodita y a mi.

Señalé a Elliot y ella solo frunció el ceño.

-Mi novio.- mentí y ella solo suspiró, los chicos le dieron igual y nos levantamos para ya irnos del club.

I'm not crying in the club... Hey hey.

Caminé al lado de Elliot, nos miramos cómplices, ¿cómo haremos si nos preguntan algo?, No estábamos preparados para mentir a ese interrogatorio.

Estábamos caminando en grupo, para ir al restaurante en la esquina, no era uno super elegante, pero tampoco era una pocilga, decidimos comer una parrilla que estaba deliciosa.

Poco a poco me hacían preguntas sobre mi vida y mi supuesta relación con Elliot.

-¿Qué es lo que más te gusta de Elliot?- preguntó Afrodita dirigiéndose a mi.

Era momento de sincerarme, ¿Qué era lo qué más me gustaba de Elliot? O ¿Qué era lo que menos odiaba de Elliot?. Odiaba todo de él, pero tenía que ver algo de él que no odiase tanto.

Y pues, bueno, trataré de dejar la envidia y dejar en claro que escribe muy bien, hace ya un rato que leía sus historias y pues me gusta la forma en la que se expresa en las historias, por lo tanto, diría eso.

-Como escribe.- sinceré, me dirigí a Elliot y el solo blanqueó los ojos sin saber.

Al parecer el no sabía que yo leía sus historias, lo que me da gracia, pues el me siguió y yo lo seguí, el único problema es que no voto en sus historias.

-Oh, ¿Escribe? ¿Te ha dedicado un poema?- preguntó Frangelis curiosa, asentí, mi compañero de piso se dignó a suspirar.

-Wow, ¿Puedes improvisar y decirle algo a Perséfone?- Frangelis se dirigió a Elliot, mientras el solo empezó a pensar.

-Quizá el tiempo sabrá lo que quiero, mientras solo pienso en ti y no puedo, No puedo aguantar nada, si en ti yo no creo.- empezó y entonces estaba a punto de reírme, pero no lo hice.

La vaga imagen de mi ex novio en el restaurante con sus mejores amigos hacía este plan un desastre.

Lejos de Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora