13.

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Capítulo 13.

Cuando llegué a casa, lo primero que Elliot y yo hicimos fué buscar primeros auxilios, su cara de dolor cuando le estaba curando el rostro fue impactante, me dió mucha gracia, pues tenía cerveza en el brazo y le ardía como el carajo.

Tuve que quitar todos los vidrios enterrados en su piel, y sanarlo, era muy buena, siempre que la enfermera no estaba en el instituto, lo hacía yo.

Era muy divertido hacer eso.

Luego de ponerle vendas a su herida y hacerle arder como la mierda la cara, nos quedamos viéndonos unos segundos eternos.

-¿Por qué te peleaste con Erick?- pregunté otra vez, el solo suspiró al verme.

Dió una sonrisa pícara.

-Fue una prueba.- soltó.

No lo creía, ¿una prueba de qué?.

-¿Cómo así?- pregunté sentandome a su lado.

-Fue una prueba de amistad, si me peleaba con él, entraba en su grupo de amigos.- dijo y me pareció algo muy complicado.

-¿En su grupo? No entiendo. ¿Qué tiene de genial su grupo?- pregunté más confundida.

No comprendía el porque alguien quería estar con un grupo de amigos que fuman y forman desastre sin razón.

-Peleas clandestinas, cigarrillos, marihuana y algo en especial.- suspiró y susurró para terminar su oración. -drogas.

¿What?

No entiendo, porque él quería eso, solo se estaba buscando más problemas.

-Te estás buscando un problema, Elliot. ¿Drogas? ¿En serio?, ¿Qué tiene de especial eso?.- pregunté exaltada.

Digo, solo por decir, me preocupaba, él es mi vecino y amigo de infancia, ¿Porqué desearía yo, qué el se metiera en drogas?.

Lo del cigarrillo no me importaba, pero si las peleas, la marihuana y la droga.

Yo no podía permitirlo.

-Tú no lo entenderías.- murmuró.

-¿Tus padres saben algo?- pregunté curiosa.

-No, ellos solo esperan que cambie aquí, en tu casa, como eres niña de bien.- susurró con cierta molestia.

-Pero puedes cambiar, no hagas eso, si tú te metes en problemas, yo también lo haré.- me preocupaba todo, sus padres son unos ridículos.

¿Cómo van a hacerlo cambiar en otro lugar, lejos de ellos?.

-¿Porqué razón tú me harías cambiar?- preguntó mirándome a los ojos, podía sentir lo que él.

Rechazo.

Y ahí, en el baño de mi casa, con vidrios en la basura, el brazo de Elliot enyesado y con pena por lo que iba a hacer prometí la peor cosa de mi vida.

-Porque somos amigos, ¿no?. Las personas cambian personas y yo prometo cambiarte.- susurré en su rostro.

Perdí la cabeza, ¿por qué hice eso? No lo tolero tanto, o por lo menos eso era así hasta ahora.

Luego de que él se fuera a su habitación con el silencio del mundo, decidí salir del baño y empezar a formar conflictos en mi mente.

Me estaba repitiendo cada segundo, la razón por la cual Elliot cambiaría por mí, el es insensible, ¿cómo podré tocar su corazón y hacerlo cambiar? Genial, ahora el baile y graduarme no era mi única prioridad, ahora debía cambiar a Elliot, y si podía en menos de un mes, el no podía seguir andando así.

Lejos de Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora