22.

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Capítulo 22.

Estaba en el negocio de papá, esperando a que el gerente me dijera algo sobre el trabajo o algo por el estilo, si el me decía que podía empezar mañana pues perfecto.

Habían dos chicos y una chica, por lo tanto no me parecía tan incómodo el lugar, un chico estaba acomodando algunos juegos en su lugar, en otra zona del lugar, estaba la chica que acomodaba los balones en una cesta cada uno, en una cesta los de béisbol, en otra cesta los de fútbol y así poco a poco, al otro chico no lo ví bien, porque está en el segundo piso del local y pues, nada más lo ví de cuerpo, subiendo a el segundo piso.

Luego estaba el cajero, que era un hombre de como 24 años, super aburrido y feo, no por tener ojos color miel, era lindo, pues no.

¡Era horrible, joder!

Luego de que un señor de edad, saliera de una puerta detrás de la barra el solo suspiró.

-Ve, Kay necesita nuevos empleados.- había dicho el señor, noté que el de la caja frunció el ceño preocupado.

Como que van a despedir a algunos.

Agradecí y le obedecí al señor, me dirigí a la puerta detrás de la caja ya para encontrarme a un hombre de como 27 años en un asiento de madera frente un escritorio de madera, le entregué mi currículum al hombre y el se dignó a leerlo.

-Te seré sincero, el chico de la caja no me agrada, y necesito tres nuevos empleados, y tú me solucionas un poco ese problema. Así que, tú estás dentro del negocio, te daré un horario para que veas, que día te toca tal cosa.- dijo prendiendo un cigarrillo, genial, yo dejando el cigarrillo y el allí tentando mi vicio.

-Pues, el contrato y cuando empiezo.- largué un suspiro y el siguió consumiendo su cigarrillo.

-Mañana hablaremos lo del contrato y mañana empiezas, hoy solo me quedaré con tu currículum por si sucede algo con Alejandro.- asentí y supuse que el tal Alejandro es el cajero.

-Está bien.- hablé, luego de intercambiar algunas palabras con el gerente llamado Kay, salí de él cuarto.

Los chicos estaban en la barra viéndome fijamente, mis ojos se desviaron por sus rostros, un chico era pelinegro, de ojos cafés y piel morena, otro chico era moreno oscuro, con cabello castaño, Alejandro que era el feo de la caja, gordo y rubio y luego estaba la chica, que era castaña, de ojos miel y un poco morena.

-Soy Luis, él es Frank, el Alejandro y ella es Ellie.- dijo el pelinegro nombrando a cada uno.

-Oh, hola. Soy Perséfone O'Kelly.- me presenté y ellos se miraron sorprendidos a excepción del tal Frank que estaba muy tranquilo.

-Con que, ¿tú eres la graciosa hija del beisbolista? Y como tu padre es el dueño ya tienes el trabajo.- fruncí el ceño, el que habló fué el tal Frank, que me sorprendía pues era muy guapo.

-Pues la verdad, no, yo necesito hablar con el gerente para el trabajo después de todo, no soy ninguna excepción.- dije de manera odiosa hacia el chico.

Ese chico se cree que soy una fresa, odiosa hija de famoso.

-Soy Francisco Saint, hijo de Louis Saint, niña.- se presentó el imbécil que me juzgó.

-¿niña? ¿En serio? No soy lo que tú crees que piensas, si esperas a que te trate bien solo por ser el hijo de Saint, discúlpame, pero estás jodido.- dije y sin más, me fuí de ese lugar incómodo.

[]

Ahora mismo estaba en el coche de Elliot, colocamos nuestros bolsos en la parte de atrás del coche, en ellos no llevábamos muchas cosas, solo una muda de ropa y cosas que pueden ser necesarias.

Estaba viendo como Elliot se preparaba para ir a montarse en el coche, se nos haría tarde si sigue con su ridiculez de verse en el reflejo de cualquier cosa.

Yo como toda fanática de mi compañero, tomé unas fotos disimuladas en el coche.

Luego el se subió al coche, genial, ahora me sentía apenada sin razón alguna.

Y pues, empezamos el camino a Portland, otra ciudad, pero no estaba tan lejos de Washington, por lo menos no es tan lejos como pensaba, Elliot me invitó a ver a mi amigo Google y que pusiera la dirección para ir a la avenida Michigan y lo hice, encontramos la dirección para ir a la casa de los abuelos de Elliot.

Estaba nerviosa y muy ansiosa, en mi bolso estaban todos los libros de Map New y de Ian North, Dios, ellos no saben cuanto los admiro.

Por lo menos, Ian North solo tenía dos libros, los dos se llamaban Chica Perfecta y Chica Imperfecta, eran tan perfectos esos libros, Dios.

Y Map New, pues tiene como 6 libros publicados, uno llamado Amante de ver ojos, trataba de una chica que se fijaba siempre en ver a las personas y nadie se fijaba en verla a ella, ella se volvió adicta a dibujar ojos, pero como que de pronto tuvo un accidente y quedó ciega, algo triste lo sé.

Tiene una trilogía, que los libros se llaman Impulsive, Obsesive y Destructive, los nombres hablan por sí solos.

Luego están dos libros, los cuales son mis favoritos sin sentido, Puerta Cerrada y Puerta Rota, ambas de misterio, son tan intrigantes que no puedo, Puerta Cerrada trata de un chico al que su mamá muere y empieza a buscar a el culpable por donde sea, el punto es que el chico es esquizofrénico y alucinaba muchas cosas y cuando estaba con su padre el alucinó que su madre estaba a su lado y le susurraba que asesinara a su padre, lo que el hizo.

Y en Puerta Rota, el chico es llevado a un manicomio y el escapa, prácticamente el chico, llamado Jay, intenta buscar quien asesinó a su madre y descubre que fue el mismo.

Fue muy wow el final, creo que todos los fans quedaron en shock.

Después de como diez minutos me quedé dormida.

Lejos de Amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora