Vida Y Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)

Catorce

Dedicado a: sacapunt

Gracias por enamorarte tanto de mi historia. 

Llevamos tres semanas viviendo aquí. Y a veces he llegado a pensar que tomé la decisión equivocada al venir aquí, pensé también, en volver a irme a otro lugar y hacer las cosas que siempre quise, como saltar en paracaídas o bucear en el mar. Pero las cosas han empeorado con el pasar de los días, cada día que transcurre me siento cada vez peor y no hay manera de detenerlo.

Brahms también lo ha notado, y trata de ser aún más fuerte que yo, para que yo pueda sostenerme en él. A veces, cuando encontramos algunas soluciones viables para ocultar lo que está pasándome me dan ganas de llorar, él siempre es quien tiene las ideas y me ayuda con ellas.

Últimamente he tenido que aumentar las veces que tengo que cambiar la gasa al día. Hoy la he cambiado cinco veces, y tendré que hacerlo una o dos veces más antes de que termine el día. También empezaron a salir venas de un color negro profundo en mi rostro, por ahora solo es alrededor de mis ojos, pero cada día están notándose más y más, llegando al punto en que para remediarlo tengo que maquillarme bastante. Nunca me ha gustado maquillarme como lo tengo que hacer ahora, pero tengo que hacerlo si quiero salir a la calle, que es casi todos los días.

He dejado de trabajar, y sobrevivo con los ahorros que tenía. No es mucho dinero, pero sé que me alcanzará porque tengo la intuición de que no me queda mucho tiempo. Brahms me ayuda con el gasto para la renta de la pequeña casa en la que vivimos y con los víveres, mientras yo pago nuestras salidas diarias y algunos gastos personales.

Él quería quedarse conmigo y acompañarme todo el tiempo porque no necesitaba empleo, con lo que le pagan por ser subordinado es incluso más que lo suficiente, pero lo obligué a que consiguiera algo de medio tiempo.

No quería deprimirme aún más, ni tener que pensar en lo que está pasándome todo el tiempo, así que ambos conseguimos algo en que ocuparnos.

Ambos nos levantamos temprano en la mañana y desayunamos juntos, él se va a trabajar al antiguo almacén en el que yo trabajaba y yo voy a casa de la señora Becher a ayudarle con algunos deberes y a visitarla. Después de que él sale de trabajar y ambos ya estamos en casa, improvisamos con algún plan para divertirnos por la tarde. Vamos a jugar boliche, vemos alguna película en el cine, salimos de paseo al bosque, o comemos algo delicioso en una cafetería. Procuramos hacer algo diferente cada día para que valga la pena, pero inevitablemente, como aquí no hay mucho que hacer, repetimos los planes.

No todo va de maravilla, pero es lo suficientemente dulce como para saborearlo. Al menos no me la paso encerrada todo el día llorando, y aunque a veces me dan muchas ganas de soltarme a llorar en pequeños momentos frágiles, lo evito como puedo y nunca lo hago. Me mantengo ocupada y trato de disfrutar cada cosa que hago, por lo general, hago que mis días valgan la pena completamente.

La campanilla de mi celular suena y enseguida la pantalla se enciende. Tengo un mensaje. La sala de cine está casi vacía y nosotros dos estamos sentados hasta atrás, así que no hay ningún problema con que revise que es lo que dice el mensaje.

"Estoy viajando para allá. El avión llegará después de medianoche, pasaré la madrugada en un hotel y tomaré el primer tren para Brookheaven en la mañana. ¿Podrías ir por mí a la estación?". Es de Allen.

Empiezo a entrar en pánico, los nervios se atoran en mi garganta y de repente ya no puedo tragar las palomitas que tenía en la boca. Mis manos están empezando a sudar, así que antes de que se apague la pantalla le paso el celular a Brahms para que lea el mensaje.