Vida Y Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)

Veintitrés

Dedicado a: @NaibethDeStylesHoran

¡Gracias por esperarme, te lo agradezco infinitamente! No te veo mucho por aquí pero te amo más de la cuenta. Gracias por estar ahí.

No me habla bien desde hace días, no muchos, pero tampoco pocos. Cuatro días en los que no hemos hablado bien, si es que antes lo hacíamos, y aún no le da una respuesta a mi petición. No pasamos mas allá de palabras obligadas para nuestra convivencia diaria y no sé si debería hacer algo al respecto. Creo que no, le prometí que lo dejaría en paz y es lo que debería hacer. Si él no quiere hablarme más, no tengo otra opción más que aguantarlo, además no ha sido grosero conmigo en ningún momento, realmente no hay nada que arreglar.

-Pensaba que ya lo habían arreglado pero veo que no es así, ni siquiera se hablan -musita mientras mete sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta. Frunce el ceño y vuelve a mirarme de reojo una vez más-. Pensaba que ya se habían confesado su amor y que todo sería color de rosa de ahora en adelante, pero ni siquiera se miran a los ojos, ¿Te importaría decirme que fue lo que pasó exactamente?

-Le prometí que lo dejaría en paz, ya no puedo hacer nada -contesto a secas mientras seguimos caminando por el bosque.

- ¿Te lo follaste y me dices que ya no hay nada más? -pregunta falsamente indignado y con un toque sarcástico y burlón. Ni siquiera sé porqué me cuesta tanto trabajo contárselo, es mi mejor amigo-. Harry es un tipo duro, no es del que te follas y al otro día te deja de lado. Bueno sí, pero este no es el caso.

- ¡No es eso! ¡Brahms, él no está enamorado de mí! -cierro los ojos y los presiono con fuerza, estoy más frustrada de lo que esperaba. Pensé que podría dominarlo un poco, pero la verdad es que soy un desastre andando. No voy a superarlo hasta que Harry me dé una respuesta-. Está molesto por lo que le dije esa noche, no lo sé. No tengo idea de lo que tenga en su cabeza ahora mismo, incluso tal vez me odie por darle tantos problemas y dolores de cabeza.

-Él no podría odiarte porque para eso tendría que sentir algo diminuto por ti. Sabemos que se siente culpable por lo que te hizo, pero odiarte ya sería subir un nivel más de la cuenta. Dime que es lo que está pasando.

-Le dije que voy a esperarlo. Cuando muera yo... podré quedarme en el espacio atemporal en el que él existe y estar a su lado. Le dije que lo haré porque no puedo dejarlo solo, y él sólo me llamó estúpida. Tal vez lo sea, prácticamente estoy condenando mi alma por algo de lo que no estoy tan segura de que funcione.

- ¡Vaya! Sí que estás chiflada... -dice pensando en lo siguiente que va a decirme y yo lo golpeo en el pecho con el puño, finge quejarse y yo devuelvo la vista al camino, pensativa-. Ustedes me dan dolor de cabeza, son un par de estúpidos locos. Aunque él podría tener razón, estás arriesgándolo todo, incluso de más.

- ¿Y crees que no lo he pensado? Me aterra pensar en poder estar equivocada, arriesgar todo y perderlo en dos segundos. No tengo la imaginación suficiente para poderme dar la ligera idea de qué es lo que pasaría conmigo si las cosas no funcionan. Yo me quedaría atrapada ahí, sola y con el corazón roto. No sé si podría volverme loca, no sé siquiera si sentiría mis emociones o el tiempo transcurrir. Mis peores miedos están al otro lado y yo sólo estoy apostando todo lo que tengo. Es cómo un enorme vacío desgarrándome. La Muerte es un enigma inalcanzable, jamás podría entender que es lo que hay detrás de ella.

-A mí no me engañas, te aterra más lo que pueda pasar con él que lo que podría pasarte a ti. Tu mayor temor es que ambos pasen solos toda la eternidad aún después de haber arriesgado todo lo que tenías -eleva la cara al cielo y se detiene un momento para frotarse el rostro con ambas manos-. Bueno, tampoco es que tengas mucho... sabes a lo que me refiero. Siempre seré el primero en apoyarte, pero esto es una completa locura. No siempre puedes darlo todo, Heather. Es tu alma, te pertenece, no puedes simplemente dársela a alguien más por amor. Es demasiado. Sé que el amor es complicado, sé cuánto lo amas y sé de lo que estás dispuesta a hacer por él pero por favor, por favor no lo hagas. Piensa con la cabeza y no hagas esto, sé egoísta por primera vez en tu vida y sálvate porque nadie más puede hacerlo. Su alma no está en riesgo, la tuya sí -se acerca hasta mí rápidamente para abrazarme, recarga su barbilla sobre mi cabeza y me estruja con fuerza un momento más-. Ni siquiera podría llamarse egoísmo, por Dios; sálvate. Él quiere que lo hagas, y ahora yo también te lo pido. No te abandones porque nadie más estará ahí. Es como si un enorme camión estuviera a punto de arrollarte y tú no te quitaras del camino.