Dedicado a: Doleo_
¡Eres bien linda, te quiero mucho, preciosa! Como que eres bien tierna, lamento someterte a tanto sufrimiento. Besos.
El sonido de la lluvia continua me despertó. Casi como un dulce susurro lleno de frío y humedad. Estaba escuchando las gotas caer, una tras otra en armonía absoluta, casi acogedora. Abrí los ojos y respiré el aire frío para llenar mis pulmones.
La ventana de mi habitación está empañada. Sólo tengo que estirarme un poco para alcanzarla, paso mi mano con rapidez, dejando la marca de mis dedos. El bosque húmedo se asoma con tentación, y para mi mala suerte, un pensamiento único inunda mi cabeza por completo.
Sé que hace frío. Sé que está lloviznando. Sé que afuera todo está húmedo y mojado. Sé que me arrepentiré si lo hago, pero de todos modos quiero hacerlo. Quiero salir descalza y sentir la tierra mojada en mis pies. Quiero respirar el olor a petricor que impregna el aire y sentir que me duelen los pulmones con ello. Quiero sentirme en paz un maldito instante, y eso es lo que voy a hacer.
Me siento sobre la cama y un escalofrío me recorre enseguida, haciendo que la piel se me erice. Tallo mis ojos un poco, y me levanto para ponerme unos jeans. Me quedo con la sencilla camisa holgada que tenía, y sin más que eso salgo de mi habitación a hurtadillas.
Hoy no huele a comida como suele pasar los últimos días, me pregunto si no hay alguien en casa, pero eso es absurdo de sobre manera. Es obvio que alguien debe estar aquí ¿o no? De igual forma no me quedaré a averiguarlo. Camino por el pasillo sigilosamente, y sigo mi instinto. No hay ruido alguno por ninguna parte, así que en vez de salir por la ventana como planeaba, bajo por las escaleras.
Y cuando termino de bajar, echo una mirada rápida por la estancia y lo encuentro. Un latido asustado brota de mi pecho y cuando me doy cuenta de que en realidad está dormido, me relajo finalmente. Me acerco con lentitud hasta el sillón y lo observo un par de segundos.
Parece que está dormido muy profundamente, casi en su totalidad. Y lo digo porque no creo que realmente pueda hacerlo. Debe estar alerta todo el tiempo o por lo menos, consciente en cierta parte.
Por primera vez en años, lo veo de una manera tan relajada y calmada que parece mentira. Sus mejillas están ligeramente rosadas por el frío al igual que sus labios. Sus pestañas largas reposan sobre sus pómulos de una manera tan angelical y preciosa que me da la sensación de querer pasar mi mano por todo su rostro de una manera muy suave, casi sin tocarlo. Pero sé que eso lo despertaría, cosa que estropearía mis planes.
Abandono cualquier pensamiento que tenga que ver con él en cuanto veo que se mueve un poco para acomodarse mejor. Ni siquiera sabía que dormía, de hecho pensé que no lo hacía en lo absoluto. Y esto sólo le da la bienvenida a otro pensamiento más dentro de mi cabeza: aún hay rasgos de humanidad en él, pero no los suficientes.
Retrocedo un par de pasos, hasta que me encuentro en la puerta principal, con un poco de suerte no notará que me marché hasta después de unos minutos. Giro la perilla con suavidad y con la poca suerte que tengo hoy a mi favor, esta cede con facilidad y se abre. Pensé que estaría cerrada, cual cosa era obvia, pero esta vez no.
Ni siquiera voy a molestarme en cerrarla de nuevo, así que la dejo emparejada y salgo a la acera mojada. Por el rabillo del ojo noto movimiento a lo lejos de la calle, había olvidado que nadie debe verme, así que cubro mi rostro y me echo a correr rodeando la casa hasta la parte trasera.
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Vida Y Muerte | H.S | COMPLETA | (EDITANDO)
FanfictionSEGUNDA PARTE. LA PRIMERA PARTE "El Ángel De La Muerte" ESTÁ DISPONIBLE TAMBIÉN EN MI PERFIL. Si no leíste la primera parte sugiero que lo hagas, ya que probablemente no entiendas mucho. ¿Quién diría que después de librarme de la mirada del diablo...